Monumento a
Efectivamente, doña Gertrudis Vargas, una de las tantas heroínas desconocidas que participaron activamente al inicio de la guerra por
Quizá esta dama de rostro adusto pudiera tener un parecido a doña Gertrudis Vargas,
“Era la viuda de don José Magaña, una noble y enérgica mujer aleccionada en la escuela de la adversidad, sin otro estrecho vínculo que el que la ligaba a su hijo José María, joven a la sazón de veinte años, y como vivienda de campo la ranchería de Andaracua, a inmediaciones de la hermosa laguna de Yuririapúndaro. En aquel ambiente de paz y de trabajo, sin otras visitas que las dominicales al Valle de Santiago o a Yuririra, doña Gertrudis Vargas y su hijo veían deslizarse plácida la existencia. No escaseaban los bienes de fortuna, y José María, medianamente instruido en primigenias labores escolares, siempre bajo la custodia de la viuda, que también conocía de tales menesteres”. (1)
La vida es apacible en la zona ribereña de la laguna de Yuriria, aquí la vemos en Loma de Zempoala.
Como suele suceder, en la Microhistoria, hay versiones distintas de un acontecimiento. En el caso de Gertrudis Vargas, dicen que su encuentro con don Miguel Hidalgo fue en Valle de Santiago, cosa que dudo, pues ella, como lo comenta don Fulgencio, ocasionalmente llegaba allá los domingos para asistir a misa, seguramente para comprar algo, aprovechando el viaje. Más bien me inclino a pensar que ese encuentro histórico fue en Loma de Zempoala, de más fácil acceso desde Andaracua que desplazarse hasta Valle de Santiago. Como quiera, ese encuentro se dio el viernes 12 de octubre de 1810. El cronista de Yuriria, J. Jesús Guzmán lo refiere así:
Del encuentro de doña Gertrudis con Hidalgo, queda solo este monumento de
“Al paso de Hidalgo por el rancho “Loma de Zempoala”, de este municipio,
Otra vista de la laguna de Yuriria, desde la cual podemos ver parte de Puerta de Andaracua, donde vivía doña Gertrudis.
Don Fulgencio Vargas (1875-1962), farmacéutico, profesor, político e historiador nació en Jaral del Progreso, lugar cercano a Loma de Zempola, por lo tanto hay más credibilidad en lo que escribe respecto a doña Gertrudis Vargas, con la cual, por cierto, no tiene parentesco alguno. Y nos describe el encuentro que tuvo con Hidalgo:
“Señor Cura –dijo la noble matrona, sí es que la emoción pudo permitirle anticuar palabra-, Dios ha derramado sobre mí todo género de bendiciones, proporcionándome la singular fortuna de que mis ojos contemplen el principio de la lucha a favor de nuestra Independencia. Y el inefable gozo de que mi espíritu está lleno al besar la diestra de su merced y dar la bienvenida a sus esforzados compañeros.
¡Ojala que las condiciones de mi edad y de mi sexo me permitiesen seguir a los libertadores de la bendita causa que vienen defendiendo!
Más ya que no me es dado realizar esos deseos, y cuando llegue la hora del combate, que sea de los primeros en empuñar las armas. Colóquelo en los puntos de mayor riesgo y haga de él un hombre útil a su país y un enérgico defensor de su soberanía”. (3)
Uniforme de general Insurgente, como el que usaba Ignacio Allende y de una persona de menor rango, algo similar usaría José María, el hijo de doña Gertrudis.
Y en este “Día de las Madres” del año del Bicentenario, 2010, que mejor recuerdo podemos tener que la fuerte imagen de doña Gertrudis, de la cual, nuevamente don Fulgencio nos da una visión heroica:
“En alguna ocasión llegan a la casa de doña Gertrudis soldados insurgentes conduciendo herido al ya capitán Magaña; y como la señora inquiriera por la causa:
Madre –respóndele José María-, la suerte que nos fue contraria; el enemigo se presentó en mayor número que nosotros y no pudimos resistirlo.
¿Con qué en mayor número? –replica doña Gertrudis, ardiendo en cólera-. ¿Y es así como el señor Cura te enseñó a defender los derechos de tu Patria? ¿Así comprendes sus enseñanzas y aquilatas sus consejos?
Y continuó con más entereza y animación:
El verdadero soldado es el que se acostumbra a vencer o a morir, más nunca presentando la espalda al enemigo. Ve a curar tus heridas, y cuando estés sano, torna al combate y procura vengar la afrenta que sufriste. ¡México lo reclama y tu madre lo ordena! (4)
La laguna de Yuriria siempre ha tenido el problema de la acumulación del lirio acuático, aquí una ligera prueba.
Fuentes:
1.- Vargas, Fulgencio. Caminos de
2.- Guzmán Cíntora, J. Jesús. Yuririapúndaro. B. Costa-Amic Editor. México, 1978.
3.- Vargas, Fulgencio. Ibid.
4.- Ibid.
En este antiguo mapa del estado de Guanajuato, data de 1947, aparece marcadas las poblaciones de Loma de Zempoala y Puerta de Andaracua, lugares que la historia registra ligados a la figura de doña Gertrudis Vargas viuda de Magaña.
Hello Benjamin
ResponderEliminarI am sorry but I do not speak Spanish. On July 12, 2009 you wrote a post about Casa Herrera, also known as Casa de los Perros. I am looking for information. We would like to visit Apaseo and we are wondering if the Palacio is open to visitors.
I have written about a book in my blog post of today which features the La Casa Grande. The name of the book is "La Magia del Barroco en Apaseo".
Any information you can send me would be greatly appreciated.
Gina
muy interesante!
ResponderEliminarQue interesantes historias tiene Valle de Santiago, saludos.
ResponderEliminarPerdón, que afrenta para Don Fulgencio el que lo llame desconocido.
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