Suena extraño pensar que en Cancún, una de las ciudades más jóvenes de México con apenas 43 años de haber sido fundada, hubo una hacienda. De Cancún sólo hemos oído de la belleza de sus playas, de sus numerosos hoteles, de su desquiciante crecimiento en términos de población y del fenómeno demográfico que se da por la zona pues luego de la ciudad de México, que concentra varias docenas de etnias indígenas del país, seguramente Cancún le sigue y ni que decir del conjunto multinacional que aquí se da cita.
Cada vez esta más oculta la zona en donde se desarrollo la Hacienda de las Vegas de San José, el crecimiento urbano la ha ido ocultando detrás de enromes construcciones a un lado de la carretera entre la ciudad y el Aeropuerto Internacional. Justo frente al que fuera Ejido de Bonfil era el lugar donde se asentó. Cuando comenzó la traza de Cancún, este rumbo de la hacienda fue alterado en su forma y vegetación al encontrarse allí las sascaberas que ayudaron a construir la infraestructura de lo que sería al poco tiempo la moderna (en su momento), ciudad de Cancún. Los huecos dejados por la extracción del sascaab, material arenoso de excelente composición, dieron paso, al comienzo del siglo XXI a Escuelas, Institutos, Universidades, al Centro de Rehabilitación, incluso al Autódromo pues toda esa zona (más o menos) era la ocupada por la Hacienda.
"Hacienda cuyo nombre proviene de Vega, derivado del nombre ibérico vaica asociado a las tierras donde se cultivaba el tabaco y con la denominación de San José porque se le fue consagrada al padre de Cristo. Fue edificada a finales del siglo XIX frente a la isla de Cancún, a escasos kilómetros al sur de la actual ciudad. su único acceso era por mar y se comunicaba con varios puertos con los que comericalizaban el tabaco.
"Debido al hallazgo in situ de restos piramidales, se supone que el casco de la hacienda fue erigido sobre un pequeño asentamiento maya precolombino. La casa de los propietarios fue construida con rasgos europeos; otra construcción de dimensiones menores se utilizaba para procesar el tabaco. Existía asimismo, un cenote a un costado del camino hacia la casa principal.
"La hacienda producía buen tabaco de especies traídas del extranjero y su propiedad iba en aumento. Aparte de este producto, también se cultivaba algodón, frutales y cocoteros. Había además caballos, ganado vacuno y animales domésticos. Esta propiedad propició que fuese presa de la piratería. Atacada varias veces, su economía se vio afectad y a la postre decayó.
"Después de la Revolución Mexicana, los terrenos de la hacienda fueron entregados a los habitantes de los pueblos circunvecinos y, entonces, la desmantelaron sus antiguos moradores hasta dejarla en el abandono. En 1975, al iniciarse la construcción de Cancún se extrajo de ahí gran cantidad de material pétreo y tierra blanca. Poco tiempo después pasó nuevamente a manos privadas y fue restaurada para convertirla en un próspero rancho que conserva su nombre original." (1)
No cabe duda de que la Historia de Quintana Roo sigue teniendo pasajes ocultos que nos hacen pensar que la región era conocida pero poco se había difundido de ella en el resto del país. No sería, hasta 1974, cuando se declara al Territorio como Estado y de comienza a dar difusión a los estudios históricos que sobre Quintana Roo se habían hecho y poco se había sabido de ello en el resto del país.
Esta Hacienda de las Vegas de San José tuvo relación con el propietario de la concesión de explotación de recursos madereros de toda la parte nororiente de la Península de Yucatán, Faustino Martínez y su Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán. Conscuentemente tenían relación con personajes ingleses, que eran los socios capitalistas de Martínez. Y el control de la misma se ubicaría en la
Hacienda de Santa María, lo que conocemos en la actualidad como Leona Vicario, Quintana Roo.
"La Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán fue una de las más grandes empresas establecidas. Ocupó toda la costa oriental de la península desde Cabo Catoche hasta Tulúm. Su dueño fue el empresario Faustino Martínez quien inició esta empresa al obtener, en 1889, la autorización para llevar a cabo el deslinde y la colonización de terrenos baldíos. En agosto de 1894 se formalizó la compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán; desde entonces funcionó en sociedad con capitales ingleses. Faustino Martínez siempre estuvo al frente de la empresa hasta su extinción en 1904. el trabajo implicado en las actividades del deslinde quedó compensado en la titulación a favor de la compañía de una propiedad sobre 241 083 hectáreas correspondientes, según la ley, a la tercera parte de la superficie deslindada.
"Las actividades económicas de esta compañía eran la explotación de palo de tinte, chicle, maderas, tabaco y vainilla. En comparación con las otras empresas, ésta estableció una importante infraestructura para la explotación y extracción de aquellos productos pues organizó varias colonias para la concentración de trabajadores y buenos depósitos para las mercancías. Entre los conglomerados más conocidos estuvieron El Meco, las Vegas y el Porvenir. Contó, además, con redes ferroviarias móviles del sistema Decauville, entre las colonias y los diferentes campamentos de explotación. También operaban tres barcos de vapor que les permitían abastecer de mercancías a las colonias de trabajadores y colocar sus productos en diferentes puertos, con miras a su posterior explotación hacia el mercado norteamericano. (2)
Nadie imaginaría que estos terrenos, especialmente los que se encontraban en la isla de Cancún llegarían a cotizarse en verdaderas fortunas al paso del tiempo. Del muelle que hubo en la laguna Nichupté, por donde salía la producción de la Hacienda de las Vegas de San José, de los tendidos de vía y de lo que fuera la, digamos, casa grande, no queda absolutamente nada, incluso son pocas personas las que saben que, a finales del siglo XIX y los primeros años del XX, hubo una Hacienda en Cancún que produjo tabaco y vainilla.
Este es un acercamiento al mapa de la propiedad que abarcaba la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán de la parte que actualmente es el Municipio de Benito Juárez. Vemos claramente indicado lo que era la isla de Cancún, escrita, como lo podemos ver como Kankum, marca la punta Nizuc al sur y la laguna Nichupte al centro. En donde está la flecha se lee claramente que allí había producción de Tabaco. Debajo de la flecha se anota Colonia San José Tabaco. El Meco, eso que ahora conocemos como Puerto Juárez, está perfectamente marcado y allí había, según lo vemos en el mapa, un ferrocarril que correría por todo lo que hoy es la Avenida López Portillo, más o menos. Más al sur había una colonia, como le llamaban entonces a los poblados pequeños o caseríos, de nombre Tamul, quizá eso sería en la actualidad el Aeropuerto Internacional y también existía un ferrocarril del tipo Decauville.
Fuentes:
1.- Enciclopedia de Quintana Roo. Director Juan Ángel Xacur Maiza. Tomo 8. Chetumal, 1998. pp 336-337
2.- Villalobos González, Martha H. Las concesiones forestales en Quintana Roo a finales del porfiriato. El Colegio de Michoacán. Relaciones No. 53. pp. 92-93