Este es el tren carguero que pasa a las 7 pm por Salamanca y que va de México a Guadalajara, uno de los diez que a diario corren de de norte a sur y de sur a norte. Otros continúan hasta Ciudad Juárez.
Todas mis primeros años los viví aquí en Salamanca, a tan solo una cuadra de la estación del Ferrocarril, el ir y venir de trenes todos los días se fue haciendo algo común en el paisaje sonoro, incluso podíamos notar cuando pasaba a tiempo o si llevaba algún retraso. Quizá de allí surgió, inconscientemente la fascinación que tengo de viajar y también de escribir, ya que cada semana iba a depositar en el buzón que en la estación se encontraba, pero no era algo normal, algo peculiar sucedía, mi mamá me decía que para que las cartas llegaran correctamente debía gritar la ciudad de destino a donde iban dirigidas y así sucedía, metía uno a uno los sobres, y gritaba con fuerza: ¡A México! ¡A Pensacola! La primera era la dirigida a mi abuela, la segunda a mi tía que decidió emigrar desde los años cincuenta a los Estados Unidos.
Todas mis primeros años los viví aquí en Salamanca, a tan solo una cuadra de la estación del Ferrocarril, el ir y venir de trenes todos los días se fue haciendo algo común en el paisaje sonoro, incluso podíamos notar cuando pasaba a tiempo o si llevaba algún retraso. Quizá de allí surgió, inconscientemente la fascinación que tengo de viajar y también de escribir, ya que cada semana iba a depositar en el buzón que en la estación se encontraba, pero no era algo normal, algo peculiar sucedía, mi mamá me decía que para que las cartas llegaran correctamente debía gritar la ciudad de destino a donde iban dirigidas y así sucedía, metía uno a uno los sobres, y gritaba con fuerza: ¡A México! ¡A Pensacola! La primera era la dirigida a mi abuela, la segunda a mi tía que decidió emigrar desde los años cincuenta a los Estados Unidos.
La estación del tren en Salamanca, es la misma que aparece en fotos tan antiguas como las de 1890, seguramente fue en 1875-80 que fue inaugurada, cuando se dio ese impulso de comunicar al país.
Salamanca es el paso del tren que sale de México rumbo a Ciudad Juárez y de regreso, antes había trenes de pasajeros y de carga, ahora son solo los de carga los que pasan por aquí, los largos convoyes en donde transportan vehículos armados en México y que van a la venta en Estados Unidos, es cosa común, así como los que pasan con todo tipo de insumos venidos de China o India y que son embarcados en Manzanillo rumbo a la zona industrial del Estado de México, pasa de todo, contenedores que vienen de todas latitudes, pero las cosas han cambiado drásticamente, hay ahora otro tipo de pasajeros los migrantes que igual vienen de Centroamérica que de distintas partes de México y que se arriesgan a viajar “de moscas” a la frontera. La estación sigue allí, la que fuera una espléndida obra de finales del siglo XIX, cuando aquella modernización del país hecha por Don Porfirio Díaz hizo cubrir buena parte del territorio nacional de vías férreas, sigue en pie, ya sin un verdadero uso pero conservando su estilo tan característico en todo el Bajío.
Aquí iniciaba el recorrido de “La Burra” rumbo a Valle de Santiago, en la actualidad solo quedan algunos rieles y durmientes. El trayecto urbano se usa ahora para estacionamiento, entre otras cosas.
Hubo un tren que se llamó “La Burra”, era el que comunicaba a Salamanca con Valle de Santiago, distante a veinte kilómetros y que en la época se requería más de una hora para llegar. Era el único medio de transporte, carretera no había y las diligencias estaban ya en desuso para entonces. Al paso del tiempo, “la Burrita” dejó de llevar pasajeros, esto sucedió a finales de los cincuenta o principio de los sesenta, continuó operando por algunos años llevando la producción de las fértiles tierras del Valle de Santiago y Jaral, hasta que poco a poco el tren desapareció, quedando ahora solo algunos pocos vestigios del que fuera su trayecto.
Salamanca es el paso del tren que sale de México rumbo a Ciudad Juárez y de regreso, antes había trenes de pasajeros y de carga, ahora son solo los de carga los que pasan por aquí, los largos convoyes en donde transportan vehículos armados en México y que van a la venta en Estados Unidos, es cosa común, así como los que pasan con todo tipo de insumos venidos de China o India y que son embarcados en Manzanillo rumbo a la zona industrial del Estado de México, pasa de todo, contenedores que vienen de todas latitudes, pero las cosas han cambiado drásticamente, hay ahora otro tipo de pasajeros los migrantes que igual vienen de Centroamérica que de distintas partes de México y que se arriesgan a viajar “de moscas” a la frontera. La estación sigue allí, la que fuera una espléndida obra de finales del siglo XIX, cuando aquella modernización del país hecha por Don Porfirio Díaz hizo cubrir buena parte del territorio nacional de vías férreas, sigue en pie, ya sin un verdadero uso pero conservando su estilo tan característico en todo el Bajío.
Aquí iniciaba el recorrido de “La Burra” rumbo a Valle de Santiago, en la actualidad solo quedan algunos rieles y durmientes. El trayecto urbano se usa ahora para estacionamiento, entre otras cosas.
Hubo un tren que se llamó “La Burra”, era el que comunicaba a Salamanca con Valle de Santiago, distante a veinte kilómetros y que en la época se requería más de una hora para llegar. Era el único medio de transporte, carretera no había y las diligencias estaban ya en desuso para entonces. Al paso del tiempo, “la Burrita” dejó de llevar pasajeros, esto sucedió a finales de los cincuenta o principio de los sesenta, continuó operando por algunos años llevando la producción de las fértiles tierras del Valle de Santiago y Jaral, hasta que poco a poco el tren desapareció, quedando ahora solo algunos pocos vestigios del que fuera su trayecto.
Las que fueron las señalizaciones están ya destruidas, algunas quedan en pie, en esta apenas se ve la señal que antes anunciaba: Cuidado con el Tren!
En el estupendo libro del Lic. José Rojas Garcidueñas, de Editorial Purrúa, publicado en 1982, titulado Salamanca, memorias de mi tierra guanajuatense, al respecto de “La Burra”, don José nos comenta que:
"El ingeniero Ernesto Barton, de nacionalidad inglesa, supongo que vendría a nuestro país, tal vez como otros técnicos ingleses, para las obras del Ferrocarril de México a Veracruz y que, terminadas éstas, iría al Bajío cuando se emprendían los proyectos ferrocarrileros antes mencionados. Residiendo en Salamanca allí casó con doña Luisita Moreno, de numerosa y antigua familia salmantina, a quien conocí y traté en mi infancia pues era amiga de mi abuela materna a quien solía visitar con cierta frecuencia; ese matrimonio debe haberse celebrado hacia 1880 o poco después; el hijo mayor, Ernesto, era más o menos de la misma edad que mis padres y se conocían desde niños, otra hija murió muy pequeña, de difteria, y de lo mismo se contagió su padre al besarla cuando estaba agonizante; el ingeniero Ernesto Barton murió hacia el año de 1890.
En el estupendo libro del Lic. José Rojas Garcidueñas, de Editorial Purrúa, publicado en 1982, titulado Salamanca, memorias de mi tierra guanajuatense, al respecto de “La Burra”, don José nos comenta que:
"El ingeniero Ernesto Barton, de nacionalidad inglesa, supongo que vendría a nuestro país, tal vez como otros técnicos ingleses, para las obras del Ferrocarril de México a Veracruz y que, terminadas éstas, iría al Bajío cuando se emprendían los proyectos ferrocarrileros antes mencionados. Residiendo en Salamanca allí casó con doña Luisita Moreno, de numerosa y antigua familia salmantina, a quien conocí y traté en mi infancia pues era amiga de mi abuela materna a quien solía visitar con cierta frecuencia; ese matrimonio debe haberse celebrado hacia 1880 o poco después; el hijo mayor, Ernesto, era más o menos de la misma edad que mis padres y se conocían desde niños, otra hija murió muy pequeña, de difteria, y de lo mismo se contagió su padre al besarla cuando estaba agonizante; el ingeniero Ernesto Barton murió hacia el año de 1890.
Aquí vemos el que todos conocemos como “El Puente Negro”, que alguna perversa mente mandó pintar hace no mucho tiempo de anaranjado. Este puente se hizo a raíz del cambio de vía angosta a vía ancha, como la modernidad lo indicaba a finales del siglo XIX.
Además de sus trabajos para el Ferrocarril de Guanajuato, ya mencionados, el ingeniero Barton dirigió las obras del ramal del ferrocarril de Salamanca a Valle de Santiago y proyectó y construyó un puente de hierro sobre el río Lerma, que años más tarde, cuando aquella vía angosta fue cambiada por vía ancha y para servir a locomotoras y convoyes de mucho mayor peso, el puente de Barton fue substituido por el puente ferrocarrilero que está todavía en servicio, de trazo muy diferente al de Barton pues éste apoyaba sus extremos en las pilas o estribos de cada lado del río, sin apoyo intermedio, y el puente actual aprovecha los recios estribos construidos por Barton pero además tiene una pila de apoyo a la mitad del río y del puente. Precisamente por haberse conservado y utilizado los estribos originales, en uno de ellos quedó una placa con el nombre de Puente Manuel González y una fecha que corresponden al puente sustituido y no al actual".
Además de sus trabajos para el Ferrocarril de Guanajuato, ya mencionados, el ingeniero Barton dirigió las obras del ramal del ferrocarril de Salamanca a Valle de Santiago y proyectó y construyó un puente de hierro sobre el río Lerma, que años más tarde, cuando aquella vía angosta fue cambiada por vía ancha y para servir a locomotoras y convoyes de mucho mayor peso, el puente de Barton fue substituido por el puente ferrocarrilero que está todavía en servicio, de trazo muy diferente al de Barton pues éste apoyaba sus extremos en las pilas o estribos de cada lado del río, sin apoyo intermedio, y el puente actual aprovecha los recios estribos construidos por Barton pero además tiene una pila de apoyo a la mitad del río y del puente. Precisamente por haberse conservado y utilizado los estribos originales, en uno de ellos quedó una placa con el nombre de Puente Manuel González y una fecha que corresponden al puente sustituido y no al actual".
Pero quiere decir que el tren llegaba o llega hasta valle de Santiago yo la verdad no recuerdo mucho yason 31años viviendo en Tijuana soy de valle y megusta leer sus artículos gracias por tomarse el tiempo de escribir estos artículos y compartir sus recuerdos sus historias porque de sierta manera nos traslada a nuestra tierra gracias de todo corazón cuidese y que pase un bonito día saludos (*;*)
ResponderEliminarEn 1888 comenzó el servicio de tren de Salamanca a Valle y Jaral, para 1980 el servicio se canceló, las fotos que aquí se ven las tomé en 2009, a la fecha casi nada de lo que allí aparece queda, todo ha sido eliminado. La estación sigue, pues el tren de México a Cd. Juárez sigue funcionando como carguero, pasa 4 veces al día. La estación de Valle la usan de bodega, la de Jaral de oficinas del municipio.
EliminarMuchas gracias, me ha servido mucho este artículo para considerar los antecedentes que hubo sobre los medios de transporte del municipio pues estoy haciendo mi tesis sobre la central de autobuses, cree que sea posible si tiene un poco más de información al respecto, pudiese proporcionármela?
EliminarNOS DIO MUCHO GUSTO LEER SU ARTICULO, NOSOTROS SOMOS DECENDIENTES DE LA FALILIA MORENO VIGEN SIENDO NUESTRA TIA ABUELA LUISA MORENO VIGEN QUE FUE ESPOSA DEL ING.ERNESTO A. BARTON. NOS GUSTARIA TENER COMUNICACION CON USTED, PARA PLATICAR MAS PROFUNDAMENTE DE NUESTRA FAMILIA. MI CORREO ES: rafaelgueromorenom@hotmail.com
ResponderEliminarNOS DIO MUCHO GUSTO LEER SU ARTICULO, NOSOTROS SOMOS DECENDIENTES DE LA FAMILIA MORENO VIRGEN,DE LA CUAL LUISA MORENO VIRGEN (NUESTRA TIA ABUELA )FUE ESPOSA DEL INGENIERO ERNESTO BARTON. NOS GUSTARIA TENER CONTACO CON USTED PARA TENER UNA PLATICA MAS PROFUNDA SOBRE NUESTRA FAMILIA.
ResponderEliminar