El pasado perfecto del futuro incierto del verbo vivir.
lunes, 21 de diciembre de 2009
La explanada de la Basílica de Guadalupe el 12 de Diciembre 2009
Te contaba del impacto que fue entrar al atrio de la Basílica de Guadalupe en el día justo de su celebración el pasado 12 de diciembre, llegar allí en medio de la multitud para encontrarme en mitad de la más grande manifestación de fe que sobre su imagen hay fue algo que se vuelve difícil de describir, eran al menos treinta grupos de danzantes, de los llamados "concheros" los que allí se encontraban, bailando o en los preparativos para hacerlo. El ambiente estaba impregnado de un fuerte olor a copal, la mezcla de ideas, el sincretismo, el mestizaje de los dos mundos se hacía presente una vez más en el amplio espacio que conforma la explanada.
La basílica nueva, la diseñada por Ramírez Vázquez estaba llena, como quiera había espacio para irme deslizando poco a poco hasta llegar frente al altar mayor. No se cual será la capacidad total del lugar, pero seguramente son 5mil las personas que puede albergar el recinto y el pasar de gente continuaba, algunos solo entraban a santiguarse, otros asistían a la misa completa y el movimiento de gente era continuo. Sorteando los grupos de peregrinos pude salir de la Nueva Basílica para entrar a la Antigua, la cual, por cierto, está en remodelación. Al entrar allí se siente ese ligero mareo que muchos de los edificios coloniales producen con el hundimiento que han sufrido al ceder la base en que fueron construidos sobre el lago y poco a poco la inclinación ha ido moviéndolos hacia un lado. La antigua Basílica ha sido ya recuperada y tiene los nuevos basamentos que impedirán se siga hundiendo.
De la basta literatura que hay en torno al Guadalupanismo en México, hay un libros publicado por Conaculta, Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe de María Cristina Camacho de la Torre, México 2001, en donde se hace una recopilación breve de lo que ha sido el fenómeno Guadalupano, para abrir boca nos dice en la introducción algo de lo que en el artículo anterior te comentaba en torno a la representatividad de la Guadalupana: "La Virgen de Guadalupe ha pasado a ser un verdadero icono dentro del devenir histórico de esta nación, ya que ha logrado permear todos los campos de la vida de los mexicanos, desde el religioso, hasta el civil; desde el real hasta el mágico".
No es de extrañarnos de que en toda ciudad exista una Santuario Guadalupano o al menos un altar dedicado a la Virgen pues su fiesta estuvo oficializada en algún tiempo, al grado de incluirla en las llamadas "Fiestas de Tabla" que era la manera en que durante el periodo Novohispano se le denominaban a las fiestas de celebración obligatoria. Transcurrido el primer siglo desde las apariciones, la Virgen era ya patrona de la ciudad y poco tiempo después su patronazgo cubría ya toda la región: " Sus habitantes, complacidos, luego de jurarla como patrona de la ciudad en 1737, la nombraron Patrona de toda la Nueva España en 1747. Fue en aquel año que se mandó a que en los calendarios eclesiásticos se señalara el 12 de diciembre como fiesta de precepto, hasta que la Santa SedeApostólica no conceda oficio y misa propios".
Esta fiesta, junto con la del Corpus era el momento adecuado para que la gente luciera sus mejores galas, al grado que "Así, las fiestas en torno a la Virgen de Guadalupe comenzaron a ser, ya desde el siglo XVII, ostentosas, masivas y largas. En repetidas ocasiones, tanto cronistas como algunos eclesiásticos de aquellos siglos, sancionaron el enorme gasto que estas celebraciones significaban, pero a pesar de estas llamada de atención se continúo con el derroche". De esto no ha habido muchos cambios en los últimos trescientos años.
Día de fiesta antes y ahora, día de celebración, día de auténtica mexicanidad, todo encerrado en torno a la imagen de una representación mariana. En nuestros días se conoce como el inicio de los festejos de fin de año, el ahora ya casi institucionalizado "maratón Guadalupe-Reyes" está marcado en su inicio, ni más ni menos que el día de la celebración de Nuestra Señora de Guadalupe, la cual sigue recibiendo año con año, cientos, miles, millones de visitantes.
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