El pasado perfecto del futuro incierto del verbo vivir.
martes, 9 de febrero de 2010
Llegamos a Dolores Hidalgo, CIN, Guanajuato, en la noche, cuando el pueblo luce espléndido
Quizá una noche igual fue la del 15 de Septiembre de 1810, nada de gritos ni arengas como la historia oficial nos ha hecho creer, simplemente una noche más en la tranquilidad de la que fuera la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores. Para llegar aquí pasamos por lo que será la carretera del Bicentenario, una doble carril que va de Dolores a San Miguel, se dice que estará lista para los grandes festejos del Bicentenario. En el camino hice una parada muy rápida en Atotonilco, una maravilla que me tomaré más adelante el tiempo de verla con calma y de aprender los suficiente para podértelo comentar.
Dolores tiene el título de Pueblo Mágico, es uno de los centros históricos más cuidados que hay en el estado. No es difícil imaginar que debido a su importancia histórica se le da mantenimiento continuamente. Y eso lo podemos ver en sus placas. No se si tu lo hagas, pero una manera de entender mejor la historia es poniéndole mucha atención a lo que las placas conmemorativas dicen, siempre están dando un dato que te ubica en el tiempo y te dice que personaje y hecho relevante aconteció allí. En dolores son una buena cantidad de placas las que hay, todo político ha pasado al menos una vez en su vida por Dolores… me refiero a Dolores Hidalgo.
Hay otro título que ostenta esta población: CIN, es decir, Cuna de la Independencia Nacional. Aquí ya se comienza a sentir algo de lo que será el gran festejo del Bicenteneraio, está instalado el reloj, ese que marca el conteo regresivo para la hora cero, es decir, justo cuando se conmemoran los 200 años, solo que, al igual que en varios lugares que he visto, no está funcionando. Está allí, pero sin funcionar, digamos que esperando el momento justo para que lo conecten.
Hay un gran pebetero hecho con luces que nos indica la antorcha de la libertad, uno de los símbolos a los que ha sido asociado el Padre de la Patria, además de la campana, ya ardo en ganas de ver los museos, solo que llegué en domingo, mañana lunes por consecuencia estarán cerrados, pero no hay problema, nos iremos a la Hacienda de la Erre, que es la mejor manera de entender como fue la fundación de Dolores.
Como hemos visto aquí, durante la repartición de encomiendas, es decir de “ahí te encargo estos terrenitos, compadre” hubo sus abusos, claro está. Uno de ellos fueron “Los mariscales de Castilla y primeros señores de las villas de Siria y Borobia y luego marqueses de Siria y vizcondes de Borobia, familia muy antigua en la Vieja y la Nueva España, llegaron a ser los latifundistas más poderosos del Guanajuato colonial y de primeros lustros del independiente”. (lo escribe don Isauro Rionda Arreguín).
Juan Carrillo Altamirano aparece como el primer propietario de lo que fue formalmente la Hacienda de la Erre, al paso del tiempo, sus propiedades van creciendo, englobando al pueblo de indios de Cocomán, cosa ideal para tener fuerza laboral, esclavizada, para que laborara sus tierras. El nombre es cambiado por el de San Cristóbal y al poco tiempo se concede la creación de una Congregación llamada de Nuestra Señora de los Dolores.
Veo que aquí se mantienen las armonías, las justas proporciones entre la Parroquia, su atrio y el Jardín Principal. Las autoridades han tenido a bien dejar buena parte de las calles del rededor al jardín como peatonales, lo cual les da una mejor ambientación.
La iluminación se da de forma correcta, resaltando los edificios y monumentos característicos, uno de los que me llama la atención es el levantado a Francisco Primo Verdad, personaje anterior al movimiento de don Miguel Hidalgo.
En un rápido vistazo al interior de la Parroquia veo que la han dejado excepcionalmente bella, ha pasado por una profunda limpieza y adecuada pintura, esa la vamos a ver con mucha calma más adelante, ahora mejor durmamos que mañana nos tenemos que ir al campo, hace frío y hay viento, estamos cerca de la Sierra de Santa Rosa, así que seguramente bajará más la temperatura. Nos veremos mañana…
Tenía también la duda si es con o sin acento. Con acento se refiere al pasado del verbo errar, si es sin acento se refiere a la letra R, ambas versiones pueden aplicar para saber el significado del nombre de la Hacienda.
Ahora bien, gracias a tu pregunta que me obligó a averiguar más, encuentro en el periódico Correo de Guanajauato del 19 de Julio de 2009 lo que creo es la respuesta:
"Hay dos versiones sobre el nombre de la hacienda: la primera, según contó César Aguayo, es sobre dos hermanos a quienes su padre hereda y les deja escoger las tierras. Uno elige terrenos en el estado de Michoacán y el segundo elige donde hoy se ubica la Hacienda de la Erre. Después de un tiempo, los hermanos se encuentran y el que eligió Michoacán le dijo al otro que sus tierras eran muy productivas, mientras que el que se quedó en Dolores dijo que las de él no y respondió "la erré hermano, la erré".
La segunda versión, la más confiable, es que la hacienda tomó su nombre porque los terrenos formaban una letra "R" mayúscula".
Esa nota está firmada por Roberto C. López Arrieta.
Como verás la primera tiene más tinte de leyenda, de eso que tanto nos gusta, en cambio la segunda es una razón mucho más lógica. Me quedo con la segunda, sin acento.
como es correcto La Hacienda de la Erre con acento o sin acento, y a qué se debe este nombre.
ResponderEliminaratte Alejandro GARCIA VALLEJO
Estimado Alejandro:
ResponderEliminarTenía también la duda si es con o sin acento. Con acento se refiere al pasado del verbo errar, si es sin acento se refiere a la letra R, ambas versiones pueden aplicar para saber el significado del nombre de la Hacienda.
Ahora bien, gracias a tu pregunta que me obligó a averiguar más, encuentro en el periódico Correo de Guanajauato del 19 de Julio de 2009 lo que creo es la respuesta:
"Hay dos versiones sobre el nombre de la hacienda: la primera, según contó César Aguayo, es sobre dos hermanos a quienes su padre hereda y les deja escoger las tierras. Uno elige terrenos en el estado de Michoacán y el segundo elige donde hoy se ubica la Hacienda de la Erre. Después de un tiempo, los hermanos se encuentran y el que eligió Michoacán le dijo al otro que sus tierras eran muy productivas, mientras que el que se quedó en Dolores dijo que las de él no y respondió "la erré hermano, la erré".
La segunda versión, la más confiable, es que la hacienda tomó su nombre porque los terrenos formaban una letra "R" mayúscula".
Esa nota está firmada por Roberto C. López Arrieta.
Como verás la primera tiene más tinte de leyenda, de eso que tanto nos gusta, en cambio la segunda es una razón mucho más lógica. Me quedo con la segunda, sin acento.
Saludos