997.- Nos vamos a tantitos kilómetros al sur-oeste de Salamanca en busca de los vestigios de alguna de las muchas Haciendas que florecieron en la zona, nos llevamos la sorpresa de que dos de ellas, la de San Diego y la de San José (creo así se llama) están habitadas y por lo tanto no permiten el paso de visitantes, como quiera, preguntando a la gente del lugar, me comentan que antes había una laguna, que se construyó un canal para llevar agua hasta el molino y que todo eso está abandonado. Me dicen, además, que hay una plaza de toros, también abandonada. Motivos para caminar los hay así que para allá nos vamos.
"Don Pedro Bautista Lascuráin de Retana, compadre y consejero de doña Josefa Teresa de Busto y Moya, español, natural de Vizcaya, antiguo vecino y minero de Guanajuato, donde hizo un cuantioso capital, cambió su residencia y giro, viviendo ultimamente en el plácido Valle de Santiago y dedicándose a la agricultura y ganadería; sintiéndose viejo y sin tener descendencia, tuvo la idea de hacer algo perenne por Guanajuato y los jesuitas, lugar y Orden de su prelidección". (1)
"Cumplióle Dios sus deseos -dice literalmente el manuscrito que tenemos a la vista, titulado Annuas de las misiones del colegio de la Compañía de Jesús de Guanajuato- porque concurriendo cierto día con el Sr. Obispo de Valladolid, que entonces lo era el venerable Ilustre Sr. Don Juan Joseph de Escalona y Calatayud, éste le propuso que deseaba tener en su Diócesis un relicario que era el único adorno que le faltaba a su esposa; este relicario, añadió su Ilustrísima, son unos misioneros de la Compañía de Jesús, que tengan a su cargo el circular haciendo misión por todo el distrito de mi jurisdicción".
"No fue menester más para que don Pedro Retana se resolviera desde entonces a fundar estos misioneros en Guanajuato, persuadiéndose que de esta suerte no sólo cooperaba al bien de la misma ciudad, aumentando el número de sujetos de la Compañía, sino que se haría benefactor insigne del Colegio y de todo el Obispado, por cuyo bien habían de trabajar los misioneros que meditaba fundar".
"Para esto se vio con el Padre Provincial Juan Antonio de Oviedo, manifestándole sus deseos de fundar cuatro misioneros que evangelizaran la palabra de Dios, en todo el obispado de Michoacán, y un maestro de filosofía, cuya residencia, así de éste, como de los cuatro misioneros, fuera del Colegio de Guanajuato, añadiendo a más de esto el dote de 300 pesos que se diera a una huérfana todos los años el día de San Francisco Xavier".
"Para este fin prometió, que después de sus días dejaría a el Colegio de Guanajuato cuatro haciendas con todos sus muebles que tenía en el Valle de Santiago, de donde era vecino, llamadas la principal Parangueo, y las otras tres Quiriceo, Cerritos y la Iglesia. Admitió desde luego la donación el Padre Provincial, con tal que se consiguiera la aprobación de nuestro muy Reverendo Padre General Francisco Rhetz, a quien se le informó de todo este negocio". (2)
Todas estas propiedades que don Pedro Lascuráin heredó a la Compañía de Jesús, las adquirió de unos descendientes en tercera y cuarta generación del conquistador Juan Ochoa de Elejalde, eran un auténtico latifundio ya que contaban 65 000 hectáreas. (3) Y se conformaban de la siguiente manera:
"Las mencionadas haciendas agrícola-ganaderas nombradas San Nicolás de Parangueo, San Miguel de Quiriceo, el Cerrito y la Iglesia, situadas todas en el Valle de Santiago, eran grande extensión pues la primera se componía de 30 sitios de ganado mayor, 15 sitios de ganado menor, cuatro criaderos y 2 y media caballerías de tierra; la hacienda del Cerrito se componía de un criadero, una caballería de tierra de temporal y 12 de riego, con un molino; la denominada la Iglesia estaba formada por 3 caballerías de tierra. Todas le habían costado a Lascuráin la cantidad de 64,000 pesos, por lo que para 1738 valían mucho más cantidad en pesos". (4)
Pasaría luego que, cuando los Jesuitas fueron, 4 años luego de la muerte de don Pedro, a tomar posesión de su herencia, los Agustinos no lo permitieron, alegando que ellos tenían posesión desde hacía tiempo atrás, todo esto acabó en un pleito judicial el cual favoreció a los Jesuitas, pero, serían expulsados de la Nueva España y las propiedades pasarían a algo que se denominó Junta de Temporalidades, pero esa, esa es otra historia, ahora lo que estamos viendo es El Molino. Dudo mucho que sea el que se menciona en el testamento de don Pedro pues se ve claramente que ésta no es una obra del siglo XVIII sino del tercer cuarto del siglo XIX, quizá sea aun más reciente.
Ese anónimo informante que encontré por el rumbo de la Hacienda de San Diego me dijo que "pa'llá hay otro molino" y apunto al oriente, rumbo por donde se encuentra Quiriceo, solo que, dado que estamos viviendo un rígido cambio climático, hacía ya calor, el sol caía plomizo y ya había caminado demasiado como para todavía enfilarme hacia Quiriceo, eso lo dejaremos para otra ocasión; sin embargo para mañana veremos otro sitio abandonado localizado cerca del molino y que tiene un especial encanto... cada día estamos más cerca de completar 1000 artículos en este El Bable.
Fuentes:
1.-Rionda Arreguín, Isauro. La Compañía de Jesús en la Provincia Guanajuatense, 1590-1767. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1996.
2.- Marmolejo, Lucio. Efemérides Guanajuatenses. Edición Digitalizada por la UANL.
3.- Rionada Arreguín, Isauro. Haciendas de Guanajuato. Editorial La Rana. Guanajuato, 2001.
4.- Rionda Arreguín, Isauro. La Compañía de Jesús...
hola me gusto mucho la pag espero siga subiendo mas material esta muy padre soy de valle y no tenia conocimiento de esta hacienda saludos y muy buen material
ResponderEliminartambien a mi me gusto mucho ojala pudieramos saber mas de sus originales fundadores españoles,y sus destinos.
ResponderEliminarhola soy de valle m enkantaria saber sobre una hacienda q se dice en la epoca d la revolucion fue quemada, era dueño un español y esposa una d ese lugar, tuvieron varios hijos de apelllido el hombre celedon, gracias espero su pronta resuesta.
ResponderEliminarsonia,yo soy orijinaria de san felipe quiriceo y supe de estas ex haciendas, y el molino biejo, pero desgraciadamanete el gobierno no ha hecho nada para concerbarlos y que estos lugares sean centros historicos da tristesa ver las condiciones en las que se encuentran
ResponderEliminarMuy ilustrativo este articulo
ResponderEliminarHola, a mi también me interesa esto de las haciendas cerca de Valle de Santiago. Sabe alguien de algún mapa donde se pueda ver donde estaban localizadas? Mi mamá menciona que "la hacienda de Quiriceo" estaba cerca de San Diego y de Mogotes, pero no tengo más referencias. Gracias. Belinda
ResponderEliminarYo.se donde queda esa manda correo jhonnyj18@gmail.com
EliminarSoy una persona cercana al propietario...
EliminarEl día que guste armamos un asdado, yo me encargo del consentimiento del dueño...
SI VALDRIA LA PENA ENCAUSAR LA NOBLE Y BELLA HISTORIA DE VALLE DE SANTIAGO, ESTBLECER SU IMPORTANCIA Y RESALTARLO CON LUGARES TURISTICOS, Y UN HOTEL 5 ESTRELLAS PARA CONOCIMIENTO DEL PERIODISMMO Y TURISMO MUNDIAL. GRACIAS POR EL ARTICULO.
ResponderEliminarTrabajé en el Gobierno, y no encontré ningún apoyo, si Ud. sabe de algo, lo revisamos si gusta en el Citio...
EliminarDonde está esta ruina, me gustaría conocerla mi abuela me platico que una vez ella y mi tío entraron pero que casi estaba toda completa solo logro entrar a la cocina y tuvieron que salir ya que había un cuidador y traía unos perros, ella menciona una plaza de toros y una fuente y que la hacienda estaba en forma de L
ResponderEliminarCuando guste... nos coordinamos y hacemos un asasdo... soy pariente de los propietarios...
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