Me quedé con las ganas de recorrer el canal. Fui a Xochimilco un día entre semana, no recuerdo bien si era lunes o martes, el caso es que no había nadie en los embarcaderos esperando a subirse a una trajinera fuera de un servidor y el precio por una sola persona no era accesible a mi presupuesto así que lo que alcancé a ver de las aguas xochimilcas no fue del todo agradable.
Iba con la idea, quizá fomentada luego de ver María Candelaria, de ver las chinampas llenas de flores, de un colorido intenso y natural, lo que vi fue, efectivamente intenso colorido pero de pintura de aceite ya que usan en las trajineras, contrario a lo que imaginaba, ya no se usan flores para adornar el frente de la chalupa. Como quiera, de que tiene lo suyo, lo tiene. Aquí la muestra.
Vi en mitad de un tránsito de vehículos infernal, especialmente de colectivos y de el consabido ruido urbano, una buena cantidad de edificios antiguos en lo que es el centro del pueblo o, más propiamente dicho, de la delegación.
Sé que hay allí la tradición del Niñopa, la cual debe ser interesante, especialmente en los días de la Navidad, lo que sí es excepcional es templo y ex convento de San Bernardino, de ese ya te comenté en un par de artículos lo que allí hay.
La raíz de un árbol...transformado en monumento.
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