La fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes en Salamanca, Guanajuato.

   Pues sí, así como lo he comentado en varias ocasiones, eso de que no me alcanzará lo que me queda de vida para ver todo lo que hay en México, ahora lo retomo pues apenas este lunes 24 me llevé la sorpresa de que aquí en Salamanca, lugar en el que vivo ahora y del que soy originario, se festeja a la Virgen de las Mercedes. Ese día, casualidades de la vida, es cuando la cabalgata que cada año recorre la Ruta de Hidalgo en el estado de Guanajuato entra en Salamanca por la tarde. Pasaban ya de las seis cuando oí unos cuetes, enfilé a mi casa pensando que en el camino me toparía con la cabalgata, pero no fue así.

  Los cuetes los seguía oyendo pero, en lugar de que se acercaran y se oyeran más fuertes, notaba que cada vez se alejaban más, eso, por consecuencia me indicaba que no eran ellos, los jinetes de que seguían las huellas del cura Hidalgo, de pronto, en la calle Hidalgo, que fue en su tiempo la Calle Real, es decir, la que fue la principal durante tres siglos y medio, se comenzó a embotellar el tránsito de vehículos, fue entonces de que me percaté de que se trataba de una peregrinación, ese lunes, el 24 de septiembre, es la fecha en que se conmemora a Nuestra Señora de las Mercedes pero nunca había visto que aquí hubiera fiesta para ella.

   La peregrinación tenía todos los matices necesarios para ser una fiesta arraigada. La iniciaba el cuetero, seguían luego los danzantes, luego el carro ornamentado para llevar la imagen de bulto de la virgen, vendrían luego los feligreses, las mogijangas y, para cerrar la banda, ya no de las de viento, esas son un poco difíciles de encontrar, sino una de las bandas que ahora llevan el nombre genérico de Banda. Para los dos que me leen en España les comento que desde que hizo irrupción a lo grande la "música regional mexicana" todo ese género se convirtió en música de "Banda" que no es otra cosa más que la evolución de la música de viento tradicional.

   Las mojigangas han estado presentes en Salamanca desde hace mucho tiempo, quizá desde hace un siglo y medio, el dato preciso no lo tengo pero es habitual encontrarlas en todas las festividades religiosas en la zona. Lo que sí me pareció extraño -insisto- es que se venere a esta imagen en Salamanca, ¿por qué?

   Pues porque los hijos de San Agustín de Hipona, que se asentaron aquí desde 1615, no permitieron que ninguna otra orden religiosa lo hiciera en la jurisdicción. Los Jesuitas intentaron crear una visita en esta población, levantaron su capilla, dedicada a San Juan Nepomuceno, pero, al poco, la vida no les fue grata, de eso se encargaron los agustinos, así que mejor se retiraron, fundaron una casa, es decir, un templo y convento y, además un colegio, todo esto con fondos de 3 haciendas que les regalaron, haciendas que estaban asentadas al sur de Salamanca y que, casualidades de la vida, eran vecinas o casi, de la hacienda que los agustinos tenían.

   Pero, en el asunto de los asentamientos religiosos de la época colonial, tenemos que los Mercedarios se instalaron al sur y al oriente de Salamanca, en Valle de Santiago y en Celaya. Los Franciscanos lo hicieron en Irapuato, Celaya y Acámbaro. Los Jesuitas en Guanajuato, León, Celaya y San Luis de la Paz... los agustinos, con la debida soberbia de sus construcciones lo harían en Yuriria, Celaya y Salamanca, pero al templo al que le invertirían más y más dinero sería al de Salamanca, asimismo al convento, llegando a crear un enorme espacio lateral, conocido en la actualidad como el Claustro Mayor en donde se asentaría la Universidad de Salamanca. Es decir, la Universidad de la "otra" Salamanca.

  Y sucedió que, al final de la procesión y la rezada, como esta festividad no es en un templo o en una capilla, sino en una casa, el anfitrión ofreció comida a todos los concurrentes. Así las cosas por la bella provincia mexicana.