Ocurren por todos lados, sea en los estados del centro del país que son eminentemente católicos que en zonas del norte que en el sureste. Unas son numerosas, otras son escasas en cuanto a número de personas que participan. Unas se hacen en las Novenas en que salen en peregrinación con la imagen del santo por el barrio, en otras son largas caminatas que llegan a durar hasta 15 días, unas son en bicicleta, la mayoría a pie. Son las Peregrinaciones que vemos pasar por caminos y carreteras, con gente de fe inquebrantable y con una arraigada tradición de ir cada año a visitar sea a un Cristo milagroso que a una Virgen, imágenes en bulto o en lienzo, puntos tan atractivos que al ver las estadísticas nos sorprendemos con los varios millones de personas que llegan a santuarios en ocasiones enclavados en puntos de la sierra que hacen un poco más complicada la llegada pero hasta allá se camina pues, sin lugar a dudas, la fe mueve montañas.
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