En buena medida perdí la noción del tiempo, no sé que hora era ni cuánto tiempo hicimos en el trayecto, estaba nublado; nos llovió una vez que ascendimos por la Sierra de Catorce. Esperamos quizá una hora en Estación Catorce, el jeep apareció. Evidentemente venía del Real, eramos ya una buena docena de personas las que esperábamos, había cupo para todos, cada quién tomó su lugar en el entendido de que el concepto de comodidad no existe, y enfilamos en un servicio de transporte regular que se puede equiparar al mejor tour de actividades extremas. Salimos de Estación Catorce rumbo a Real de Catorce.
De lo mucho que he andado por buena parte de nuestro país puedo afirmar que este trayecto es espectacular desde el momento que se aborda la unidad. No son esos vehículos que se pusieron de moda en Los Cabos hace una década y que promocionaron tours extremos a precios elevados, son jeeps adecuados para hacer un recorrido de unos 30 kilómetros, siempre en ascenso por una carretera que tiene tan solo un kilómetro de pavimento pues luego comienza el empedrado. Sí, una carretera empedrada a través de la sierra.
Cuando el trayecto es en realidad empinado, el empedrado se ha deshecho, cuando es menor el grado de inclinación es perfecto. Nos soprendemos de ir siempre en ascenso en un vehículo que nunca se forzó, el cual fue conducido con una verdadera pericia, comienza a llover, los que iban en el toldo ahora se meten en la cabina y es aquello un gentío, seguimos avanzando...
Las vistas que tenemos de la sierra son espectaculares de cada lado, los desfiladeros, las barrancas, la vegetación, el camino curveado, todo, absolutamente todo es impresionante pero el tomar fotografías se complica cada vez más, es por eso que mejor dejo que las fotos que logré te vayan relatando lo que es el espectacular ascenso de una parte de la Sierra de Catorce, uno de los mejores recorrido que he realizado últimamente.
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