Viacrucis por las calles de Guanajuato

  Las diversiones en la época virreinal y en buena parte del México independiente del siglo XIX eran, además de la jugada de cartas, las peleas de gallos, las corridas de toros y las pulquerías... asistir a misas y a todo tipo de eventos asociados a los santos, como las fiestas patronales, los rosarios y las rezadas... todo era una forma de "matar" el tiempo, especialmente lo relacionado a funciones de la iglesia pues esas eran prácticamente cada día.

  Los días de guardar eran muchos. En tiempos virreinales, siglo XVI, se contabilizaban en casi 180 días en que se guardaba, es decir, no se trabajaba y se asistía a misa. Los únicos permitidos a trabajar eran los arrieros y algunos comerciantes, 

  Al paso del tiempo, siglo XVIII el viacrucis de la Semana Santa en la ciudad de México y en las principales poblaciones del virreinato era el día ideal para salir a lucir las galas y, por qué no, acompañar a las rezanderas... incluso el Arzobispo llegó a prohibir estos paseos por romper la santidad de esos días.

  En cada pueblo, en cada villa o ciudad de la Nueva España había un Calvario, era indispensable tenerlo, si era en una loma próxima, que mejor, si el terreno era llano, se mandaba acumular tierra para tener un "Calvario" próximo y era allí en donde se llevaban a cabo las celebraciones culminantes de la Semana Mayor en Jueves y, especialmente, Viernes Santo.

  No es de extrañarnos que, al caminar por las calles de Guanajuato, por la parte más central y más turística, veamos las marcas del viacrucis pues, la tradición ya entrado el siglo XIX, era marcar las XV estaciones que conformar esta "vía Dolorosa" por la cual se rezaba el rosario y se hacía una parada, en cada "estación" para que, dependiendo de lo que se rezara, se harían los gozosos, los dolorosos o los otros, que ya no me acuerdo como se llaman.

  Pero como la Semana Santa era semana de dolor, entonces correspondía a los "dolorosos" y en cada sitio en donde se marcaba con una cruz, ahí la comitiva se detenía y, con profundo fervor se rezaba... la duda me queda si parte de este recorrido incluía la subida por el callejón llamado precisamente "Del Calvario"...

  La próxima vez que visites Guanajuato, pon atención a las paredes que hay por las calles del centro, de seguro verás alguna de las cruces que marcan cada estación del Rosario... ¡Ave María!