Hace pocos años tuve la oportunidad de conocer las misiones de la Sierra Gorda, todas extraordinarias, difícil decir cuál es mejor. Cada una tiene sus propias características, sus detalles únicos, si bien la de Jalpan destaca, las demás tienen lo suyo. Es necesario conocerlas a todas para entender la complicada tarea que fue llegar a esos lugares. Y es ahora, que conozco el recinto dominico en Querétaro que "ato" una historia con otra de los sitios que he conocido en los que hubo presencia de la Orden de los Predicadores.
Fue el fraile Felipe Galindo quien tuvo a su cargo iniciar o, en todo caso, continuar la evangelización en parte de la Sierra Madre Oriental, comenzando por Zimapán, en el actual estado de Hidalgo, cosa que ocurre e 1686, su encomienda incluía también al "Cerro Gordo", es decir a la Sierra Gorda queretana. Es por eso que digo que logré conectar una historia con otra pues, hace cuatro años una buen amiga me comentó de un sitio extraordinario; el Santuario del Señor de Mapethé, en el municipio de El Cardonal, estado de Hidalgo. Y tenía toda la razón, el lugar está enclavado en la parte "amable" de la sierra, es fácil llegar ahí y justo a un costado del Santuario vi unas ruinas, alguien me comentó se trataba de un convento dominico abandonado. Me quedé con la duda, ahora sé que antes de llegar a Zimapán, pretendieron hacer fundación en el mencionado lugar. Pensaba esa había sido fundación jesuita, ahora creo fue, más bien, dominica. Puedes ver la historia aquí.
"Acabamos de ver que durante el siglo XVIII y primeros del XIX, el convento tuvo una vida próspera, pues su comunidad no menor de ocho religiosos, algunos de gran categoría intelectual: Predicadores Generales, Lectores o Profesores, Examinadores de algunas diócesis, Presentados y hasta Maestros en Sagrada Teología. Pero a partir de la Guerra de Independencia, iniciada en 1810, empezó a disminuir el número de religiosos hasta quedar en Querétaro uno sólo en 1858, el padre Miguel Loaria, de 42 años de edad, mexicano. La crisis no fue únicamente del convento sino de toda la Provincia dominica y aun de toda la Iglesia de México. Varias fueron las causas que contribuyeron a esta rápida y total ruina sin que las autoridades eclesiásticas y de la orden pudieran evitarla por más esfuerzos que hicieron. He aquí las principales: La primera fue que algunos dominicos mexicanos impulsados por el anhelo de alcanzar la victoria de la Independencia de España se salieron de los conventos y se fueron a luchar, lo que no debe extrañarnos, pues nos dice el padre Mariano Cuevas, jesuita, en su Historia de la iglesia en México, que de los 8000 sacerdotes que había en México a principios del siglo XIX, 6000 estaban por la Independencia y 120 murieron en le campo de batalla". (1)
"Para el año de 1859 ya no quedaban en la República más que 36 religiosos dominicos, seis de los cuales vivían solos en sus respectivos conventos, el de La Piedad en México; el de Nuestra Señora de Guadalajara; el de Santa Rosa de Lima de Sombrerete, Zacatecas; el de la Preciosa Sangre de San Juan del Río, Querétaro; el de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo de Querétaro; el de la Misión de San Miguel Palmas, Querétaro. La Provincia de Santiago iba camino de la extinción, pues no se veía la posibilidad de que se pudiera restaurar, sin embargo, según el dicho, "mientras hay vida, hay esperanzas". Lo malo fue que esa débil esperanza se la quitó el presidente de la República Benito Juárez, al publicar, con fecha 7 de julio de 1859 en la ciudad de Veracruz, las Leyes llamadas de Reforma". (2)
Esa fue la suerte de los dominicos y de todas las órdenes religiosas que fueron exclaustradas de México a consecuencia de la Reforma. Luego serán restablecidas, pero esa es ya otra historia. Originalmente el convento dominico de Querétaro estaba en las afueras de la ciudad, hoy día es parte del casco viejo o Centro Histórico, catalogado, además, como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La propiedad de los dominicos abarcaba 15 mil metros cuadrados, según lo refiere el autor del que doy datos abajo.
Esta era la dimensión del convento dominico, el cual incluía huerto, potrero, jardines, queda demarcado en la actualidad por las calles Pino Suárez al norte; Arteaga al sur; Guerrero al oriente y Ocampo al poniente. Una especie de tablero es lo que vemos, pues al sur poniente estaba el convento femenino de Santa Rosa de Viterbo y al nor oriente el de San Agustín, quiero pensar que con igual dimensión de terreno.
Fuente:
1.- Arroyo, Esteban. Historia del Convento de Santo Domingo en Querétaro. Gobierno del Estado, Querétaro, 2000. p. 41
2.- Ibid. p. 43
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