Recién escuchaba en el único noticiero en radio que alcanzo a sintonizar, uno en donde dan el reporte vial cada quince minutos en la ciudad de México y oía de un congestionamiento vehicular debido a una fiesta religiosa. ¿Cuál será?, me pregunté. Indudablemente que, siendo hoy 24 de octubre la de San Antonio María Claret, fundador de los Claretianos e introductores a México del culto a San Judas Tadeo, creo que con eso ya todo está dicho, dado que, en la actualidad San Judas es, creo, el más venerado en México, luego de la virgen de Guadalupe. Y si en la actualidad la fiesta de un santo altera la vida cotidiana de un pueblo o unas calles de una ciudad, bien nos podremos imaginar lo que sucedía en la época colonial, cuando el catálogo de Fiestas de Guardar era abrumador. En la foto vemos al Arcángel San Miguel en una pintura del Convento de Acolman.
Para 1555, noviembre 6 y 7; se realiza en la ciudad de México el Primer Concilio de la Provincia de Méjico, así con jota lo escribieron el cual fue presidido por fray Alonso de Montúfar, Arzobispo de México y don Vasco de Quiroga, obispo de Michoacán, solo por citar a dos de las personalidades congregadas en esos días. Allí, luego de 34 años de conquista y 31 años de evangelización, se reguló todo lo relacionado con la administración, tanto en la parte económica como en la religiosa y espiritual de la Iglesia en la Nueva España. Al irnos enterando de lo que contiene el capítulo XVIII nos daremos cuenta del por qué en la actualidad vemos continuamente festejos religiosos, templos engalanados, cuetes y castillos, kermeses y fandangos, todos girando en torno a un santo, al Día del Santo. Esta representación mariana también se encuentra en Acolman.
"Por muy señalado obsequio y sacrificio debido a Dios nuestro Señor, él quiso reservar para el servicio suyo y ejercicio de obras espirituales el día santo del domingo y las otras fiestas por la santa madre Iglesia instituidas, en las cuáles los fieles cristianos se deben abstener y apartar de toda obra servil y ejercitarse en oír misa, y los sermones, y otras buenas obras, porque de hacer lo contrario, algunas veces nuestro Señor nos deniega los bienes temporales, y envía otras persecuciones, que cada día vemos en las gentes". (En la foto la Virgen de la Consolación en el templo de San Agustín en Salamanca, Gto.)
"Y porque tenemos entendido que en el día de las fiestas, muchas personas se ocupan en vicios, juegos y disoluciones, y otras obras serviles, de donde se siguen muchos inconvenientes, por ende S.A.C. estatuimos, y ordenamos que se guarden como lo tienen ordenado y mandado la madre santa Iglesia, las fiestas siguientes, con otras que de nuevo el Santo Concilio manda que se guarden:
1.- El día de la Circunsición de Nuestro Señor Jesu-Cristo.2.- La Epifanía.
3.- San Sebastían
4.- La Purificación de nuestra Señora.
5.- San Matías apóstol.
6.- San José esposo de la gloriosa Virgen nuestra Señora.
7.- La Anunciación de nuestra Señora.
8.- San Marcos evangelista.
9.- San Felipe y Santiago, apóstoles.
10.- La Invención de la Cruz.
11.- San Bernabé apóstol.
12.- San Juan Bautista.
13.- San Pedro y San Pablo.
14.- La Visitación de nuestra Señora.
15.- Santa María Magdalena.
16.- Santiago apóstol.
17.- Santa Ana.
18.- Santo Domingo.
19.- La Transfiguración de nuestro Señor Jesu-Cristo.
20.- San Lorenzo mártir.
21.- San Hipólito, sólo en la ciudad de Méjico.
(En la foto vemos un detalle de una de las pinturas elaboradas por Candelario Rivas en Salamanca, Guanajuato.)
22.- La Asunción de nuestra Señora.
23.- San Bartolomé Apostol.
24.- San Agustín.
25.- La Natividad de nuestra Señora.
26.- San Mateo, apóstol y evangelista.
27.- San Miguel.
28.- San Francisco.
29.- San Lucas evangelista.
30.- San Simón y Judas apóstoles.
31.- El día de Todos Santos.
32.- San Andrés apóstol.
33.- La Concepción de nuestra Señora.
34.- La Natividad de nuestro Señor Jesu-Cristo.
34.- Santo Tomás apóstol.
35.- San Juan evangelista.
36.- Todos los domingos del año.
88.- Las Pascuas de Resurrección con dos días siguientes.
90.- El día de Corpus Cristi.
91.- Los santos patronos de las iglesias, catedrales y pueblos.
(En la foto: San Bartolomé apóstol, santo patrono de Salamanca, Guanajuato.)
"Las cuales dichas fiestas guardarán todos los españoles, como conviene a buenos cristianos; y porque venga a su noticia mandamos a los curas que se les notifiquen los domingos antes que caiga, delcarándoseles los días de las vigilias, y otros tiempos en que son obligados a ayunar so pena de pecado mortal por precepto de la Iglesia, y amonestándoles en que los guarden con toda devoción, y se ocupen en ir a la iglesia, y á oír la misa mayor, y los otros oficios divinos, y en otras obras que sean servicio y alabanza de nuestro Señor, pues para esto fueron dedicados los tales días, y asemesmo les persuadan que se aparten de ofender en ellos a Dios; y si alguno lo contrario hiciere, caiga en pena de dos pesos de minas, la mitad para la fábrica de la iglesia y la otra mitad para el denunciador. (En la foto la imagen de San Juan Bosco en la Parroquia Antigua de Salamanca).
"Y mandamos que ningún mercader, ni oficial, ni vendedor, ni otra persona alguna tenga tienda abierta, ni en ellos vendan, ni compren, ni trabajen en poblado, ni en campo, escepto los boticarios, que han de proveer á los enfermos de las medicinas necesarias, y uno que venda especias, y no más por su orden, y otras cosas comestibles, como no las vendan después de tañido a misa mayor, hasta que la acaben, so pena de cinco pesos de minas, la mitad para cera del Santísimo Sacramento, y la otra mitad para el alguacil o ejecutor y damos poder a los vicarios y curas, que lo hagan así cumplir y ejecutar cada uno en su vicaría, y parroquia, y que, puedan sobre ello invocar al brazo seglar. Y porque algunos sean movidos con algún premio para oír las vísperas en los tales días de fiesta, concedemos cuarenta días de perdón a cualquier persona que las fuere a oír, y estuviere en ellas en la iglesia. Y porque hay un gran desorden en los arrieros y carreteros que indiferentemente en los días de fiesta meten y sacan cargas, mandamos que sen castigados al arbitrio de nuestros jueces conforme al esceso y pertinencias de los tales; y las penas en que los penaren se dividan en fiscal y en las obras pías". (1)
El documento continúa, es muy extenso, habla sobre el nombramiento de San José como santo patrono de la Nueva España, de ese ya habíamos hablado anteriormente, luego habla de los días en los que el ayuno era obligatorio, esto lo veremos más adelante. Son varias las conclusiones que podemos sacar aquí. Una es que, si en la tradición azteca había solo 18 festividades, ahora, con la nueva religión impuesta, estas se multiplicaron por seis. Vemos que la propia Iglesia dio pie a difundir rencillas y venganzas personales arropadas en denuncias que eran premiadas en contante y sonante, se inició así el Santo Oficio del Chisme; pero lo más sorprendente es contabilizar el número de días en que la iglesia prohibió el trabajo: 91 para ser exactos, solo que, si agregamos los 40 días de la cuaresma, tenemos un abrumador resultado, 131 días en que las actividades regulares eran practicamente suspendidas, todo esto, en nombre de Dios.
Fuente:Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia Española. D. Juan Tejeda. tomo V. Imprenta de don Pedro Montero. Madrid, 1855
San Roque.
Muy bueno el artículo, Benjamín. Siempre ofreciendo algo de nuestra cultura, y eso de las fiestas está muy arraigado aunque a muchos les causen molestias. Saludos...
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