Estamos ya en el sexto día de esta "tirada a perder 2013" y para comenzar solamente te puedo decir que las sorpresas y maravillas que nuestro país encierra son tantas que (lo voy a decir y a escribir una vez más), lo que me resta de vida no me alcanzará para conocerlas todas. Estoy en Tlalpujahua, en el estado de Michoacán, hacia la parte oriente. Muy cerca de los límites del Estado de México. Hacia el norte de esta población pasa la autopista México-Guadalajara, más al norte está la presa de Tepuxtepec, y un poco más arriba están los límites michoacanos con Querétaro y Guanajuato.
El lugar es de una tranquilidad envidiable, del clima ni que decir, es de ese frío tolerable, las calles empedradas, no creo que el pueblo tenga más de 15 mil almas y por allí de las nueve de la noche más bien nadie anda por la calle. En cambio en el día hay un tolerable trajinar, especialmente de las gentes que vienen de las rancherías a hacer sus compras o sus trámites burocráticos (entiéndase programa oportunidades) veo muchas gentes del pueblo mazahua, hay un mercado y también un tianguis, lo he visto todos los días, es decir, no hay un día específico del tianguis.
En siglos pasados decían que entre México y Morelia no hay otro templo magnífico que no sea la parroquia de Tlalpujahua, y tienen razón, es algo impresionantemente hermoso que ya te mostraré, es de esos recintos que por fuera son impactantes y por dentro te dejan sin palabras. Y me encontraba por allí, en el atrio de esa parroquia cuando se me acercó un chiquillo para decirme que si me daba una explicación, le dije que no, luego me dijo que si no quería conocer el templo enterrado, le volví a decir que no, y le di las gracias, él se fue, pero me dejó la duda de lo que me había ofrecido ver: "el templo enterrado".
Seguí mi recorrido por el pueblo, Pueblo Mágico debo recalcar pues este es de los que su "magia" se la ganaron hace tiempo y no son atributos solamente dados por Sectur, sino que es en verdad un pueblo que encierra más que magia un encanto incalculable, para donde voltees aparecerá algo único, teniendo en cuenta dos cosas: que hay que mejorar el rubro de la limpieza y que, cosa difícil de mejorar, el cableado aéreo que abunda por todas partes. Creo eso de los cables y alambres son el pecado venial de todos los Pueblos Mágicos y de muchas ciudades Patrimonio de la Humanidad en nuestro país.
Pasé por el mercado, luego seguí al Museo Hermanos López Rayón y fue allí en donde me enteré de la catástrofe sucedida el 27 de mayo de 1937; en una de las fotografías exhibidas aparecía un templo destruido del que solo sobresalía su torre y el resto estaba hundido en lodo. Me llamó la atención y recordé aquello del "templo enterrado". Pregunté y me dijeron como llegar... hacia allá me fui.
Fue cosa de caminar unos veinte minutos, quizá un poco más, por la ladera de una colina, toda cubierta de pinos, claro es que estamos en una zona boscosa. A todo lo largo del camino de terracería poco transitado, se veía y de vez en cuando se oía el pasar de un arroyo. Vi algunos corrales, algunos borregos pastando y, de pronto, en un claro del bosque apareció la torre del templo, del antiguo templo del Carmen.
"... A este barrio sigue otro que llaman de Nuestra Señora del Carmen y en él se halla una capilla grande dedicada a la gran reina del cielo; con pocas gentes de varias castas en que habitan algunos arrieros, otros que hacen adobes y algunos operarios. Su suelo y cerro no ofrece tierras fructíferas para las semillas, salvo tales cuales pedacillos que sembrados no bastan para mantenerse, por lo que hace necesario que aquí entren todos los mantenimientos de afuera". (1)
Esto que acabas de leer es un, digamos, reporte, que se hizo en las habituales visitas que hacían del Obispado de Michoacán para ver las condiciones de cada pueblo que lo conformaba y determinar las cantidades que se recabarían vía el diezmo, algo así como lo que fue la Secretaría de Programación y Presupuesto, solo que, eso que transcribo fue escrito en 1742, cosa que te da una idea de la antigüedad del templo del Carmen en Tlalpujahua.
Esta región, bien lo sabemos, fue rica en minas, desde antes de la llegada de los españoles ya se sabía de sus bonanzas, durante la colonia se siguió explotando el mineral, incluso una de las minas, desconozco cual de ellas, era propiedad de don Andrés Mariano López Rayón y Piña, padre del que fuera secretario del movimiento insurgente, don Ignacio López Rayón. Ya para el porfiriato, Tlapujahua no fue la excepción del afrancesamiento de México, entendiendo por "afracesamiento" el que fueran concesionadas sus minas a un francés: Francoise Joseph Fournier y fue allí, en su mina, donde sucedió la catástrofe.
Recordarás que cuando andábamos por el afracesado pueblo de Santa Rosalía, en Baja California Sur, fue donde vimos los enormes cerros, montones de arena, que no son otra cosa más que los jales, pues bien, aquí no fue la excepción, los jales se fueron acumulando durante varias décadas de producción, no fueron cientos, ni miles, sino millones de toneladas las que se fueron trasladando a la vera del río, formando una especie de cortina de una especie de presa. Y ocurrió lo que suele suceder cuando la furia desatada de la naturaleza se manifiesta: una catástrofe.
Era la tarde del 26 de mayo de 1937 cuando comenzó a llover, lluvia que se prolongó por varias horas; "una copiosa lluvia que duró toda la noche arrullaba en una falsa seguridad a la mayor parte de sus habitantes ... desde el mineral se dio la voz de alarma comunicando los desplazamientos de las presas que tuvieron lugar de menor a mayor ímpetu y magnitud a las seis de la tarde y a las once de la noche. Pero esa voz no llegó, por desgracia, a oídos de muchos; y a ninguno pareció tan inminente y mortal el riesgo..." (2)
Efectivamente, luego de doce horas de lluvia vinieron 15 minutos de temporal, lluvia aun más fuerte que propició que todos esos millones de toneladas de jales acumulados se desplazaran en cosa de segundos e inundara, no de agua, sino de lodo, toda la parte baja del mineral, el lodo, en algunos puntos llegó a subir hasta 20 o 30 metros, en el templo del Carmen fueron 10 los metros que cubrió haciendo con el impacto que el templo colapsara... pero el altar mayor resistió.
El reporte del Sindicato de Mineros, sección 33 y 40 de El Oro, Estado de México, es contundente: "En el croquis que se adjunta, aparecen las superficies de las partes desplazadas, marcadas a color rosa; el volumen calculado para la parte más grande dio un resultado aproximado de 4.360,000 toneladas y para la parte de menor magnitud, acusó un resultado de 80,000 toneladas" (3). Fue así como todos esos lodos contaminados con cianuro fueron los que se desplazaron haciendo colapsar, además del templo a la mina. Los muertos fueron muchos, no hay un conteo fidedigno, pero se sabe que se salvaron 183 personas.
En las fotos has visto que aparecen solo los basamentos del templo, la torre completa y este monumento coronado por un ángel. Era allí, en esa pared blanca, en donde se encontraba la pintura de Nuestra Señora del Carmen, pintada directamente sobre la pared, que resistió el impacto de las miles de toneladas de lodo. Más de la mitad del cuadro fue ligeramente dañado, del pecho de la virgen hacia arriba se mantuvo fuera del lodazal y, por consiguiente, no sufrió daño alguno. La pared fue retirada, 6 toneladas de peso, que fueron llevadas, con procedimientos rudimentarios para ser colocada en el altar mayor de la Parroquia, la cual, con el paso del tiempo cambió su dedicación a esta advocación mariana.
Frente al templo, en el atrio, como era habitual en siglos pasados, se encontraba un cementerio, el cual, en las partes bajas fue arrasado, algunas tumbas sobrevivieron a la catástrofe...
En esta fotografía se ve lo que era el altar mayor al día siguiente de la catástrofe, sobresale apenas la cara de la imagen de Nuestra Señora del Carmen.
El templo colapsado...
Así era en tiempos de bonanza el templo y las casas que había en su rededor.
El mineral abatido...
Del sitio de donde se retiró la pared en donde estaba pintada la virgen del Carmen, se colocó una placa que recordaba el suceso. Ahora que caminé por allí no vi placa alguna, solamente el recuadro de que allí estuvo.
Y si la fe mueve montañas, la fuerza del pueblo pudo mover las seis toneladas que pesaba la pared de adobe reforzada con cemento hasta el sitio designado en el altar mayor de la parroquia, todo cuesta arriba.
En este acercamiento a la imagen que actualmente se encuentra en la parroquia de Tlalpujahua podemos ver como, desde el escapulario hacia abajo, la imagen fue dañada por el lodo.
Fuentes:
1.- Mazín Gómez, Óscar. El Gran Michoacán. Cuatro informes del obispado michoacano 1759-1769. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1986.
2.- Madrigal, Miguel. Santísima virgen del Carmen de Tlalpujahua. Datos históricos. Edición de la Parroquia de Tlalpujahua. México, 2002.
3.- López Portillo, Antonio. Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana. Secciones núms. 33 y 40. El Oro, Méx. Reporte del 25 de junio de 1937. Incluido en el libro de Manuel Madrigal.
Amazing!.....Hay tanto que ver, tanto por conocer, de nuestro Mexico lindo y querido. Gracias por darnos estas "probaditas". Te acompañamos,... por medio de El Bable.
ResponderEliminarGracias por compartir tus conocimientos de Tlalpujahua, hace dos dias acabo de estar en ese magico lugar y en verdad quede encantado, lastima que no alcance a mirar todo, pero me sirvio para interesarme y planear una excursion para seguir disfrutando de la riqueza de su historia. A todas las personas les recomiendo que se den una vueltecita y estoy seguro que al igual que yo van a quedar con ganas de volver, volver. Atte. Heriberto
ResponderEliminarMis abuelos se salvaron de la catastrofe en la iglesia del Senor del Campo. Alvaro Pedraza y Esperanza Alcantara, el trabajo en la mina de Dos Estrellas y ella vive y tiene 101 anios de vida.
ResponderEliminarTambién mis abuelos vivieron esta catástrofe, mi abuelo fué minero QEPD y mi abuelita aún nos cuenta esta experiencia ella aún vive tiene 103 años de vida.
ResponderEliminarQué orgullo tener a tu abuelita y que pueda relatar tan grandiosas vivencias es un lugar hermoso y lleno de historia
EliminarTambien mis abuelitos QEPD vivieron esa experiencia
ResponderEliminarPedro Tellez (1903-1990) y Juana Mobdragon (1913-2004)
Mi abuela paterna vivió esos acontecimientos, casi como de película tuvo que volver por su hermano menor a un rancho cerca de la iglesia a caballo y a todo galope ( pues el lodo ya se venía) tristemente ella ya falleció y no pude preguntarle de viva voz más detalles, pues era pequeña todavía y no le puse debida atención, Remedios Alcántara 1914-2001
ResponderEliminarYo nací el 27 de mayo del 82 y sufrí problemas médicos al grado de darme 1 mes de vida a los 7 años, mi madre se encomendó a la virgen del Carmen portando por 1 mes su indumentaria y ahora tengo 33 años ......
ResponderEliminarno el carmen es parte de tlalpujahua y tlalpujahuilla es un pueblo antes de llegar ahi
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