Famosa es la celebración del día de la Candelaria en Tlacotalpan, Veracruz. Famoso es el estilo vernáculo de la arquitectura de esta región del Sotavento veracruzano, especialmente su policromía. Y, si aunamos lo uno, con lo otro, el resultado que tenemos es un Santuario en el cual la combinación de pocos colores, perfectamente seleccionados, llenando las rebuscadas formas que las artes decorativas propias del siglo XIX mexicano se desarrollaron en el interior de muchos templos a lo largo y ancho del país, el resultado es un trabajo excepcional en donde el azul cobalto, junto al rosa ingenuo, con acentos en blanco, amarillo oro y rojo oxidado se recrean en caprichosas formas para ofrecernos un recinto lleno de alegría. Aunemos a ello varios cientos de flores frescas para llegar al paroxismo en estas visitas a los templos que en El Bable suman ya 272, quizá 300 considerando que en ocasiones un sólo artículo incluye una decena de ellos; y llegamos a uno que destaca dentro de los 14,000 que hay, dicen por ahí, en México. Estamos en el Santuario de la Candelaria en Tlacotalpan, Veracruz.
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