Para nuestra generación cada 15 de Septiembre festejamos, o al menos, recordamos, que en un día igual se dio el inicio de la guerra de Independencia al tocar el Cura de Dolores, don Miguel Hidalgo la Campana (instrumento) de su parroquia; solo que es un grave error en el que todos y cada uno de los mexicanos hemos caído, pues el cura de Dolores el día 15 de Septiembre de 1810 se encontraba jugando una partida de cartas, esto lo podemos leer en la Historia de Méjico de don Lucas Alamán, “El 15 Por la noche estando jugando con estas señoras, le avisaron a las diez que lo buscaba una persona que quería hablarle en el zaguán al que bajó; después de un corto rato volvió y siguió su partida hasta las once que tenia costumbre de retirarse…” (1)
Lo que entendemos como Ceremonia del Grito se oficializó hace poco más de un siglo y fue don Porfirio Díaz quién así lo determinó, pues, por mera casualidad, el 15 de septiembre era el día de su cumpleaños y si él para 1896, año cuando ordenó que llevaran la Campana de Dolores a la Ciudad de México, llevaba ya 20 años en el poder, indicaba que él, el calendario cívico de celebraciones lo podría modificar a su antojo y así lo hizo. “Los Generales Sóstenes Rocha e Ignacio Salas, además del periodista Gabriel Villanueva y el Sr. Guillermo Valleto que integraban el Comité que efectuaría el traslado de la Campana de Dolores, llegaron el día 27 de Junio de 1896 a Dolores Hidalgo. El siguiente día, Domingo 28, fue designado para bajar la Campana que estaba colocada en el primer cuerpo de la Torre Oriental arco derecho que mira al norte y era el esquilón “San Joseph” fundido en 22 de julio de 1768.” (2)
Durante algún tiempo el salmantino, (de la misma ciudad en que yo nací, por cierto), Pedro González, engañó a todos diciendo que la Campana de Dolores se encontraba desaparecida, que ya había sido fundida. Así lo manifiesta: “Las campanas del uso del templo se encuentran en la torre oriental, conservando todas las fechas de su fundación y sus nombres en relieve. Debemos dar amplios detalles respecto a dichas campanas porque, siendo algunas de ellas objetos de los que participaron en los episodios de la proclamación de la Independencia, hay que poner en su lugar su historia, para desvanecer juicios errados, en especial de los que prestó sus voces para llamar a misa el memorable 16 de Septiembre de 1810”. (3)
Continúa don Pedro diciendo: “Cuando la insurrección del señor Hidalgo, la parroquia tenía pocos años de terminada y no había en ella más que cinco campanas; el esquilón, la campana segunda antigua, la que ahora es de seña, una de reloj y la que llaman consagrada. En la referida época, el esquilón era la campana más grande que existía y desde que por primera vez se fundó la mayor en 1838, ha venido a ser la segunda por su tamaño y la que se usa en toques de cierta naturaleza después de aquella, como se usa grande n todos los extraordinarios. Procederemos en orden.
El esquilón tiene realzadas dos inscripciones: una sobre el cojín, que dice “San Joseph” y otra rodeando el batiente: “a 22 de Jvulio de 1768”. Ha estado siempre en el arco derecho del frente al norte del primer cuerpo.
La campana segunda tiene también el nombre de “San Joseph” y el año de 1776. La de seña no tiene inscripciones y se encuentra en un arco sobre el pretil del crucero izquierdo, la del reloj está en la torre occidental, y la consagrada está puesta en el segundo cuerpo de la oriental. (4)
La orden dada por don Porfirio fue seguida, la campana se bajó de su lugar, en el que luego de 86 años de haber sido sonada por Hidalgo se trasladó a México, “Al ser colocada la Campana en el carro que debía conducirla a la estación del Ferrocarril se colocó ya en la estación en el Coche Express número 8 el día 29 a las 4:25, llegando a la Capital el día 30 a las 7:00 AM., la escolta que trajo la Campana era el 9° Regimiento”. Llegó a la ciudad y se instaló en Palacio Nacional, “A las 12:40, la Campana quedó colocada en las chumaceras dispuestas al efecto. Al día siguiente, 15 de Septiembre, le correspondía la gran distinción de tocar por primera vez la Campana de Dolores en Palacio Nacional, al Presidente de la República General Porfirio Díaz, a quien se debió la decisión del traslado del Bronce”. Así fue como, don Porfirio celebró no el Grito de Independencia (ese se dio el 16 de Septiembre a las 6 de la mañana), sino su cumpleaños número 66, sonando, con singular alegría la Campana de Dolores. (5)
Nota: Este artículo lo publiqué originalmente en el blog Cabezas de Águila, dada la importancia del mismo y la fecha relevante que estamos viviendo lo transcribo en El Bable.
http://cabezasdeaguilablogspot.com
Bibliografía:
1.- Lucas Alamán. Historia de México. Libro II, Capítulo I.
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/revolucion_hidalgo/1_2.html
2.- Sitio Internet de los restauradores de la Campana de Dolores
http://www.cavdiseno.com/campana.php
3.- Apuntes históricos de la ciudad de Dolores Hidalgo. Pedro González. Editorial la Rana. (Edición original 1891). Reedición en Guanajuato, 2001.
4.- Ibid.
5.- Sitio Internet de los restauradores de la Campana de Dolores.
La campana fue entregada por el entonces Jefe Político de Dolores Hidalgo, Lic. Francisco Gonzalez Caballero.
ResponderEliminarLibro: Dolores, Hidalgo, "Cuna de la Independencia Nacional", José García Juárez, Monografías municipales de Guanajuato, 2010.
El mismo Jefe Político decía que había entregado otra campana, ya que no consideraba justo entregar la original a México, sino que debía permanecer en Dolores. Francisco Gonzalez Caballero era tío bisabuelo mio y en mi familia siempre han sostenido esto.
Buena tarde.
ResponderEliminarEstoy haciendo una investigación, he buscado y no encuentro el periodo que ocupo como escribano o como jefe político.