Estamos por llegar a los 500 artículos en El Bable, tarea de pronto complicada, luego sencilla, a ratos deprimente, reflexiva, buscando ser ameno, en fin, si me sigues te darás cuenta de lo que se trata este sitio.
Caminos de Michoacán fue una serie que saqué sobre las infinitas bellezas en el estado de ese nombre, todavía falta incluir algunos sitios más, Ucareo es increíble; Charo, fascinante;
La serie más larga ha sido y seguirá siendo la de Caminos de Guanajuato, nombre acuñado por el más gustado, hoy en día, cantante y compositor guanajuatense, José Alfredo Jiménez; pues no hay en el mundo un guanajuatense de respeto que no se sepa completita la canción que es, sin lugar a dudas para nosotros, el himno sagrado, luego del Nacional.
Guanajuato está dividido en 46 municipios, el objetivo aun no cumplido es visitarlos todos, hasta ahorita te he comentado de 40 de ellos, de los 6 que faltan solo tres son accesibles con relativa facilidad: Tierra Blanca, Tarimoro y Huanímaro. Los otros 3 son más complicados en su acceso, pero algún día llegaré: Xichú, Atarjea y Santa Catarina…
Al caminar por el estado de Guanajuato, además de la belleza infinita que he encontrado en sus ciudades, pueblos, haciendas, ranchos y campos; he ido viendo la muerte a través de los cadáveres de animales distintos que, por mera casualidad encuentro.
Quizá esta serie fotográfica no sea del agrado de muchos, tampoco es algo privativo de Guanajuato. Te la quiero mostrar sabiendo el impacto visual y conceptual que significa. Recuerdo hace una docena de años que vi un COLORS, la revista italiana, en donde planteaba este concepto precisamente.
Este artículo va dedicado a Beatriz Mejía, la persona a quien definitivamente siempre estaré agradecido, pues ha sido quien me motivó desde hace mucho tiempo a seguir escribiendo y a buscar el medio por el cual publicar.
Gracias “Cuqui”, para ti va este, el número 498…. “no vale nada la vida, la vida no vale nada…”
Cuqui no es tímida, sino que eso de poner comentarios en el blog, se complica en ocasiones, aquí que, sin su permiso, les comparto su comentario.
ResponderEliminarBenjamincito querido!
Me halagas! Especialmente con tan significativo articulo. Refleja tu autentico sentido de la vida y del humor. Solo a ti (bueno y a los publishers de Colors y a esa fotografía gringa de la cual platicamos alguna vez) se te hubiera ocurrido mostrar algo de la fauna del Bajío desde ese ángulo. Me alegra que me hayas hecho caso y ahora seas un bloggero consagrado! Enriqueciendo nuestra vida, trayéndonos algunos nostálgicos recuerdos del bable. Disfrute mucho tu artículo acerca de as "cebadinas". Viaje en el tiempo y de pronto... me encontré con mi papa, en el centro de León, contándome desde cuando era aficionado a esas bebidas. En otro, fui hasta La Paz y recordé aquellas historias que oí cuando viví ahí y casi sentí el viento de la tarde... el "Coromuel”. Ahora, me intriga el misterio de las "cabezas de águila”. Cuantas habrá por ahí, tendrán algún significado esotérico o solo son eso... cabezas?
Te mando un beso y un abrazo cariñoso. HASTA SIEMPRE!
bien
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