En la actualidad contamos con los medios electrónicos de escritura que incluyen corrección, copiado, formateo y todo lo que sea necesario para dejar una obra perfecta. Ni que decir del copiar y pegar tan difundido para bien o para mal, según se vea. Pero antes las cosas no eran así. La impresión de un libro se llevaba mucho tiempo, mas aun corregirlo, cosa que en ocasiones resultaba imposible por la magnitud de la obra, para ello se implementó la fe de erratas, en donde se corregía algún dato dado, un número, una cantidad, o cualquier otra cosa que hubiera necesidad de corregir. En la actualidad llegamos a ver la fe de erratas ocasionalmente en los periódicos que por algún descuido llegan a publicar mal algún dato, sucede especialmente en los edictos y anuncios.
Pues bien, lo más fácil para mí sería corregir un artículo que subí recientemente sobre la aldaba y dejarlo como debe de ser, pero, manteniendo la idea del modo antiguo que en ocasiones se recrea en El Bable, haré una fe de erratas: las fotos que acompañan al post de las aldabas no son correctas allí se muestran candados y cerraduras, pero no aldabas, en cambio las fotos que acompañan esta FE DE ERRATAS muestran aldabas que siguen en uso en Acámbaro y Salvatierra, ambas poblaciones del Estado de Guanajuato.
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