domingo, 30 de septiembre de 2012

Marquis McDonald y Howard E. Gulick, los que fotografiaron Baja California Sur e los 50s y 60s.

Baja California Sur se mantuvo durante años, más conectada y relacionada con los Estados Unidos que con México. No fue hasta 1974 que, una vez concluida la Carretera Transpeninsular y el sistema de transbordadores de La Paz, Santa Rosalía y Cabo San Lucas, estaban ya en operación hacia el macizo continental, que México, se dio cuenta de que esta parte olvidada del país, formaba parte de la federación. En 1950 Fernando Jordán, reportero de la revista Impacto, dio a conocer las maravillas que la península guardaba, especialmente la parte sur. Pero antes, viajeros de los Estados Unidos, como Marquis McDonald habían ya recorrido y fotografiado la península. Esto que vemos en la toma, es el camino entre San Antonio y Los Barriles, lo que luego se transformaría en Carretera Transpeninsular. Año de 1951.

"Marquis McDonald tomó a menudo la oportunidad que brinda el estar empleado en el extranjero en lugares como Alaska, Afganistán, Okinawa, y Arabia Saudita, para viajar y explorar lugares interesantes. Después de trabajar en Arabia Saudita por varios años  luego de la Segunda Guerra Mundial, McDonald se establece en Visalia, California, y se toma el tiempo para dedicarse a cultivar su interés en la Baja California. Junto con Glenn Oster, un conocido de Arabia Saudita, McDonald planea y ejecuta un viaje por tierra a lo largo de la península Bajacaliforniana, desde el otoño de 1949 hasta finales de la primavera de 1950. A medida que los aventureros viajan desde la frontera hasta Cabo San Lucas por caminos de tierra en un jeep de la Segunda Guerra, buscan ruinas de las misiones jesuitas y dominicas. Dieciocho años después, McDonald publica un libro sobre ese viaje titulado Baja: Tierra de Misiones perdidas (1968), que proporciona una descripción de las personas y los lugares que visitaron". (1)  En la fotografía, una escena de lo que era "el crucero", en 1957, lo que hoy conocemos como Ciudad Constitución.¿O es Insurgentes? Me queda la duda.

Más al norte de la península, ya en el estado de Baja California, lo que era el territorio Norte, McDonald tomó esta fotografía en lo que eran las inmediaciones de la laguna seca conocida como Chapala, paso obligado, entonces, del camino que se convertiría en la Carretera Transpeninsular y que ésta lo evitaría, se ubica entre Cataviña y El Rosario. Algo impresionante. La toma es de 1950.

Es en ese año, 1950, que llega a La Paz, hace esta toma de la Catedral, es de llamar la atención el tipo de bancas dobles que había y los carros que, entonces, circulaban en la capital de aun Territorio Sur de la Baja California.

Un año antes, en una visita previa, seguramente utilizando los servicios de Trans Mar de Cortés, la línea aérea que daba servicio en la península, hizo esta toma de La Paz. Notamos a la izquierda el Mogote y el único muelle que había. Me sorprende ver la cantidad de plantaciones que, seguramente, cada quien tenía y mantenía, tanto en el jardín en casa como en el huerto también.

 Así se veía el Malecón a en 1950, la toma, seguramente hecha desde el muelle, donde estaba la aduana. Me sorprende el tamaño de los árboles, parecen ser laurel de la India... todos aniquilados ya. En la siguiente fotografía vemos como, efectivamente, las calles de la ciudad, al menos en la zona centro, estaba repletas de árboles, al fondo se ve el kiosco. Veamos ahora algo sobre el otro personaje que nos dejó la rica herencia de las tomas de Baja California Sur en la década de los cincuenta y sesenta, Howard E. Gulick.


"Howard Gulick nació en Visalia, California, el 25 de agosto de 1911. En 1920 se trasladó con sus padres a Los Ángeles y más tarde, en 1922, en Glendale, California. Gulick se graduó de la Escuela de Glendale High en 1929 y en el Instituto de Tecnología de California en 1934 con una licenciatura en ingeniería. De 1935 a 1972 Gulick trabajó para el Departamento de Servicios Públicos. Durante la Segunda Guerra Mundial (septiembre 1942 hasta enero 1946), sirvió en la Fuerza Aérea y fue colocado en Yuma, Arizona. Además de sus funciones como ingeniero de correos y jefe de compras, Gulick pasaba su tiempo libre practicando el español, la exploración de la frontera y fue entonces que desarrolló un interés en el desierto.

En la toma, aun de Marquis McDonald, vemos algo que él marcó como "el faro antiguo" en San José. Quizá sea el que se encuentra en La Playita, pero más datos no hay. Seguimos con la vida de Gulick: "En 1950, hizo su primer viaje largo en Baja California, viajando hacia el sur hasta Loreto en un Jeep y continuó pasando sus vacaciones viajando por la península (excepto 1958) hasta 1961. En 1964, recordó, "además de la mera cobertura de carreteras, estudié y buscamos caminos antiguos, misiones, ranchos, etc. Junto con todo esto, las notas detalladas de las distancias recorridas por carretera me permitió trazar los caminos en un mapa base. Durante este periodo los fines de semana más largos se gastaron allí [a menudo en compañía de Faustino Pérez, de Ensenada].

Para 1957, año en que visita, en abril, San José del Cabo, Gulick marca esta casa como "la casa de Adriana", será bueno investigar en dónde se localizaba. Y seguimos: "Peter Gerhard, un historiador, propuso que colaboran en una guía turística de Baja California que incorpore notas de Gulick para la parte de registro de ruta. En 1956, la primera edición de la BAJA CALIFORNIA GUIDE aparece en un momento en que el interés popular en la península fue en aumento. Gulick concibió esta guía "en un volumen que no sólo ayudar a los viajeros a encontrar su camino por las carreteras sin asignar hasta ahora, pero podrá describir, a partir de la observación personal, la zona y puntos de interés." Popular entre los viajeros peninsular de la Baja California, la Guía fue reeditado en tres ediciones actualizadas antes de una edición revisada por quinta vez, titulada Guía de Baja California publicada en 1975, año en que Walt Wheelock reemplazó a Peter Gerhard como co-autor.

En esta toma, 1957, vemos algo que se marca como San José Viejo y finalizamos con la semblanza de Gulick. "Entre 1962 y 1964, Gulick cambió su enfoque hacia el estado de Nayarit, en 1965, publicó Nayarit, México; Una Guía para los viajeros a este estado histórico y paisajístico de la costa oeste de México, y su capital, la ciudad de Tepic. Este trabajo fue el primero en idioma Inglés como guía de Nayarit". (2)

El palmar de Santa Rosa, en San José del Cabo, según lo vio Howard Gulick en 1951. Curioso es recordar que este panorama, cuando lo vio por primera vez, en el mismo año, Fernando Jordán, el cual denominó, justo en esta zona, como "la tierra perfumada". (Casualidades de la vida, Jordán, mexicano; Gulick norteamericano coincidiendo justo aquí, en San José del Cabo... como para anotarlo en letras de oro en la historia local.

Así se era la Misión de San José del Cabo en 1957.

Esta era lo que hoy conocemos como Plaza Mijares o Plaza de la Constitución, como debiera ser su nombre oficial. Vemos el mismo tipo de bancas dobles, como en La Paz... ¿Y el kiosco?

Calle Miguel Hidalgo, acabadita de raspar. Vemos que el estero o, en todo caso, los huertos, llegaban a lo que ahora cocemos como calle del Centenario.

A esta casa Gulick la marca como el Hotel Los Fishers, me atrevería a pensar que alguien de la familia Fisher era quién lo poseía. Interesante dato que aunaremos al "Hotel de los Chinos" frente a lo que hoy es el Ayuntamiento.

Y justo este era y sigue siendo el edificio del Ayuntamiento, en 1957, cuando la calle era de tierra.

Esta es, creo, la fotografía más conocida de Gulick aquí, en San José del Cabo, se trata de la planta de luz, actual teatro de la Casa de la Cultura. A este punto me gustaría hace, más que una reflexión, una sugerencia a todos los bloggeros de la Baja California Sur, que en ocasiones, usan fotos y no dan el crédito correspondiente. Así pues, agradezcamos a Howard E. Gulick el que haya fotografiado la planta de luz y a la Universidad de California, San Diego, que fueron quienes digitalizaron todo el trabajo de estos personajes.

En 1950 Marquis McDonald fotografió eso que ahora conocemos como el Land´s End, de Cabo San Lucas. El anglicismo, por si no conoces la lingua franca que hablamos, quiere decir, "el fin de la tierra".

Aquí me supongo que es por el rumbo del panteón de San Lucas, es de notar abajo a la derecha, la pila de troncos; leña, que seguramente se usaba ante la carencia de gas por estos rumbos...

Algo que bien podemos catalogar a esta como "la toma del millón". La bahía de Cabo San Lucas virgen en su totalidad. En verdad que debemos agradecer a Howard E. Gulick el que haya hecho estas fotografás.

Ahora, desde algo que podrá ser en la actualidad la entrada del Hotel Finisterra, vemos el arroyo que había y que bajaba a lo largo del pueblo de Cabo San Lucas (razón por la cual las inundaciones en el centro cada vez que llueve) y que es la Marina en la actualidad, la construcción que vemos a la derecha, era la Empacadora de Atún Pando.

Y para terminar una toma hecha en Todos Santos, cuando la Zafra producía azúcar y panocha suficiente como para exportarla, esos dos chacuacos o chimeneas, siguen en pie, ahora rodean una alberca de un lugar donde rentan apartamentos... así la cosas en eso que insisten en llamar "Baja" y que se llama Baja California Sur.

Fuentes:

1.- Mandeville Special Collections Library. On Line Archive of California (OAC). San Diego.
www.ucsd.edu

2.- Mandeville... ibid.

Antes y ahora: Playa El Médano, Cabo San Lucas.

Cabo San Lucas, 1951.- Parece que fue ayer... pero no lo es, esta fotografía fue tomada por Howard E. Gulick en uno de los varios viajes que hizo a lo largo de la Península de Baja California y su trabajo fotográfico nos deja una gran herencia en la que podemos apreciar lo que fue, hace 61 años, esta zona de México.

Cabo San Lucas, 2012.- La belleza del lugar sigue, claro es. Lo que ha aumentado mucho, o totalmente, es la oferta turística con que en la actualidad cuenta.

Nota para los que entran por primera vez a El Bable:
La sección "Antes y ahora" trata de todo tipo de cosas sucedidas en México en las que, a través de dos fotografías vemos el cambio que ha habido en nuestra vida o en nuestro entorno, con textos cortos, del estilo twitt,  Con pocos caracteres y directos y al grano. Si te interesa verlos, abajo aparecen las etiquetas, desde allí te los podrá ordenar para ver exclusivamente estos temas.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Uno de los días más hermosos que he visto en mi vida.

 Comenzamos este viaje virtual el martes 25 de septiembre, día en que estaba ya la alerta de la posible entrada a tierra firme (la península de Baja California), del huracán Miriam. Las probabilidades eran pocas, pues el huracán mantenía un movimiento noroeste, es decir, se metía más en el Pacífico, como quiera, ese día fui acompañando a unos amigos a la Sierra, ellos a trabajar, yo a fotografiar y gozar del panorama.

 Estando arriba, en la Sierra, el aguacero se soltó. Rayos cayeron cerca del camino por donde pasábamos, cada que uno de ellos rompía el eco que forman los valles de la sierra lo potencializaba y nos dejaba ver la fuerza de la naturaleza. En el camino de regreso la lluvia fue intermitente.

 Ya estando en San José de vuelta, el cielo estaba cubierto, algo extraño se veía en el entorno. En la toma vemos lo que habitualmente es un atardecer, solo que, esta vez los tonos rojizos y amarillos no se hicieron presentes debido a las nubes.

 Y... a la mañana siguiente, como en los cuentos de hadas, apareció un arco iris en rumbo poniente, pues al oriente, evidentemente, que el sol estaba saliendo... Pero el sol sólo apareció por media hora, luego se cubrió, ahora teníamos encima no a Miriam, que ya estaba bien lejos, sino a Norman.

 Un buen día, una amiga, poblana ella, fotógrafa también, me prestó su cámara digital, era la primera vez que yo usaría un artefacto de tal tipo, y no creas que eso sucedió en el siglo pasado, sino hace 5 años, me dio el consejo más valioso que mortal (no digo cristiano, conste), me ha dado: "Cuando muestres una fotografía nunca debes dar explicaciones, ella debe hablar por sí misma". Con esa base, cierro la boca, no escribo más y te comparto las fotos que ese día hice. Fue el miércoles 26 de septiembre.














 A este punto creo necesario hacer una explicación pues la foto que a continuación verás la tomé el 20 de abril de este año, hace 5 meses, y eso que ves es el panorama habitual de un sitio localizado en el desierto. Creo que ahora comprenderás la razón por la cual mi exaltación (casi exultante) de lo que significan los cambios drásticos, dramáticos, de la naturaleza en esta parte de México.

Aquí lo tienes, esto es lo que veo desde mi ventana desde enero hasta septiembre... todo seco, lo verde de la derecha es el parque que Fonatur mantiene a lo largo del año. Ahora observa bien:

En esto se transforma, más palpable y evidente no puede ser, ahora entenderás la razón (si es que leíste los artículos anteriores relacionados a este tema), el por qué la gente local se refiere a la lluvia como "el llover bonito". Pero las cosas no terminan aquí, ni así.

 De aquí comienzan las tomas que hice ayer, viernes 28 de septiembre, día que considero el más bello que he visto en San José del Cabo, Baja California Sur.







 Y además fue el día previo a la luna llena, la décima luna llena del 2012... Ojala nunca perdamos la capacidad de asombro.