viernes, 30 de noviembre de 2018

Breve historia del Pulque

 Como en todos los pueblos primitivos, la historia de los que habitaron el Anáhuac está llena de tradiciones legendarias, unas de cierto valor etnográfico y otras que solo florecen en el campo del lirismo. Entre estas últimas leyendas debe contarse la que hace surgir en la historia el agave mexicano, durante el imperio del octavo monarca tolteca Tecpancaltzin, que subió al trono de Tolán en 987 de la Era vulgar.
   Se cuenta que á los diez años de su reinado (997 d. E. V.) llegó á su corte un noble, Papántzin, con su hija Xóchitl (flor) la que presentó al monarca un vaso con la miel del Maguey, de la que todos gustaron embriagándose. Prendóse Tecpancaltzin de la joven, la hizo raptar, y la escondió en la cima del cerro Palpan, donde había una fortaleza real y donde ella tuvo un hijo al que se le puso el nombre de Meconetzin (hijo del Maguey).
   Este bastardo subió al trono á la muerte de su padre, lo que trajo una guerra civil que originó la destrucción del gran pueblo tolteca, que, olvidando sus virtudes primitivas, se había corrompido. Según esta tradición popular, desde el descubrimiento del pulque se contarían hoy 901 años. Pero esto no está comprobado.
   La embriaguez fue un vicio común en todos los pueblos anteriores á los toltecas. Los quinámes, los ulmecas, los zapotecas y los xicalancas que trasmigraron por el Anáhuac y el alto llano par a perderse por el Este y el Sudeste se embriagaban ya, con el licor del Maguey sin duda, pues en las comarcas que recorrieron esas tribus y cuantas salieron de la gran familia náhuatl no se producía otro licor embriagante que la savia del Maguey, y esos pueblos no conocían la destilación alcohólica ni los vinos de uva.
   La novela de Xóchitl no precisa, por tanto, la fecha en que se descubrió la fabricación del pulque. La historia ayudada por una crítica severa ministra los únicos datos ciertos sobre esa planta, que brevemente voy á presentar.

   El "Metl " ó Maguey es sin duda originario de la América y desde la más remota antigüedad se cultiva en el Alto Llano para la extracción del aguamiel y la fabricación del pulque. Pero no solo en la Mesa Central existe esta planta, sino que se extiende en una inmensa zona del Continente Americano, desde los 34° de latitud Norte al 6° de latitud Sur. Sus productos como materia textil son superiores al "abacá" de Manila y como planta sacarina rivaliza con la vid. Las razas que habitaron el Anáhuac explotaron hasta donde sus rudimentarias industrias lo permitían los productos del Maguey. Veamos lo que sobre esto dicen documentos perfectamente auténticos.
   Hernán Cortez, en la segunda de sus cartas dirigidas al Emperador Carlos V, á raíz de la conquista, hablando de lo que vio en el mercado de Tlaltelolco, dice: "Venden ["los indios"] miel de abeja y cera y miel de cañas de maíz, que son tan melosas y dulces como las de azúcar; y miel de unas plantas que llaman en las otras y éstas (regiones sin duda) "Maguey" que es mucho mejor que arrope; y de estas plantas hacen azúcar, y vino, y que asimismo venden."
   Uno de los compañeros de Cortez, dice: "También sirve [el Maguey] para hacer vestidos de los hombres y mujeres, zapatos, cuerdas y sirve también para techar casas." Y Motolinía, el gran fraile que tanto estudió las lenguas y las antigüedades americanas, afirma que las pencas del Maguey hechas pedazos, servían á unos artífices, llamados "amentecatl, "para hacer sobre ellas sus preciosos mosaicos de pluma y oro.
   Acosta llama á esta planta, aunque impropiamente, "él árbol de las maravillas," y dice que los indios la emplean tanto en las artes y en la economía doméstica, como en los sacrificios que ofrecían á las sangrientas divinidades mexicanas; Esto lo confirma nuestro sabio historiador Orozco y Berra que, apoyándose en autoridades tan competentes como Torquemada, Sahagún y el Padre Durán, dice en su historia antigua de México: "En la fiesta "Pancuetzalistli" bebían el "motlaloetli" ú octli [pulque] azul, porque lo toman de ese color: en la fiesta de Atemoztli daban el vino á las mujeres, como si fuera prevenido en el ritual; en la fiesta de Yzcalti al licor tomado le daban el nombre de "tezcalcehuelo." Ninguna olla de vino nuevo se comenzaba sin ofrecer un tanto á Yxtliton. Ometochtli era dios del vino y del juego; cuando echaban el ocpatli al aguamiel, y ésta, empezando á fermentar, hacía espuma, encendían braseros, les ponían copal y zahumaban el "octli" en honra del dios. Componían el pulque con miel ó chilti, frutas, yerbas y otros ingredientes, según el gusto ó la sazón."

   Hablando el mismo Sr. Orozco de otros usos que hacían los indios de las partes del Maguey se expresa así: "Las púas terminales de las hojas servían en las penitencias religiosas; se empleaban como punzones, de clavo en las paredes y maderas, de alfileres par a retener lienzos gruesos, y en algunas especies se arrancaban unidas á las fibras de la planta, y entonces servían de aguja é hilo á la vez. Las hojas y pencas frescas servían á las molenderas par a recibir la masa, á los albañiles par a arrancar el barro."
   Concretándome ahora al descubrimiento del pulque, haciendo abstracción de la leyenda de Xóchitl, que no comprueba qué á la hija de Papantzin se debe esta invención, relataré lo de un ilustrado ingeniero, el Sr, Segura, hace observar sobre una monografía sobre el Maguey. Nada se sabe sobre la época en que los mexicanos descubrieron extraer el aguamiel ó el finamiento del Maguey; su origen está envuelto en la fábula. Los mexicanos en religión no solo profesaban el sabeísmo sino que eran politeístas y tenían muchos dioses que presidían los diversos actos de su vida.
   Tenían pues un dios par a el vino que llamaron Toltecatl, Omextli, Ometochli, Texcatzoncatl, etc. En esta teogonía impera un a confusión indescifrable. Sahagún refiriéndose á los Olmecahuixtoli dice: "Estos mismos inventaron el modo de hacer el vino de la tierra; era mujer la que comenzó y supo primero agujerar los magueyes par a sacar la miel de que se hace el vino, y llamábase Macavel, y el que halló primero las raíces que echaban en la miel se llamaban Pantecatl. Los autores del arte de saber hacer pulcre, así como se hace ahora, se decían Tepuztecatl, Quatlapanqui y Tliloa, todos los cuales inventaron la manera de hacer el pulcre, en el monte llamado Chichinahuia, y porque el dicho vino hace espuma, también llamaron al monte Popopocaneltepetl, que quiere decir monte espumoso."

   Después de recorrer estos extractos históricos veamos la hipótesis que formula el Sr. Segura sobre la manera como debe haberse descubierto el pulque. Dicho Señor, supone que se debió á un fenómeno de observación; sabido es de las gentes de campo que en los magueyales abunda un roedor del género "arbícola " conocido entre nosotros con el nombre de "metoro”. Este animal sabe con su admirable instinto la época en que el Maguey está en sazón, y entonces lo perfora y se bebe el aguamiel de la que gusta en exceso.
   Quizá alguno observó frecuentemente á este roedor, notó que de la perforación hecha por él brotaba un líquido blanco, dulce, fermentado y espumoso, lo probó y al ver que era sano y agradable, rompió el tallo del Maguey y encontró así el secreto de la fabricación del licor. Pero esto no es más que una hipótesis, y lo que en realidad puede afirmarse es que se ignora del todo á quién se debe tan precioso descubrimiento.

   Para terminar con la parte histórica del Maguey, á fin de concretar este punto y no incidir en repeticiones inútiles, consagraré unas líneas á las etimologías de las palabras Maguey y pulque, únicas usadas hoy.
   La palabra Maguey es un a corrupción hecha por los españoles de la que usaban los indígenas para designar esta planta: los aztecas la llamaban "metí". En cuanto al "pulque", se nota que este nombre en los primeros historiadores de México, como Sahagún, está adulterado, escribiendo aquéllos pulcre,  lo que sorprende tanto más cuanto que en los idiomas náhuatl no había r, y solo se encuentra esta letra en el tarasco.
   Tampoco pulque es voz de origen araucano como pretende Clavijero. Parece que se deriva de una palabra náhuatl "poliuhqui-uctli”, pulque corrompido. Pero esta frase era de difícil pronunciación para los españoles, quienes comenzaron por cometer un apocoque convirtiendo el primer componente en poliúh y agregando la última sílaba del componente segundo.
   Quedó pues "poliúhtli", demasiado lingual para los conquistadores, que siendo extremeños ó andaluces trocaron la ti por r, y continuando en sus alteraciones de pronunciación acabaron por decir pulcre.
   Estas son las teorías filológicas sobre nuestro licor nacional, que consigno porque circulan con algún valor en el campo científico, sin que yo me atreva á otorgarles una sanción definitiva.

Fuente:

El maguey. Memoria presentada por el General Pedro Rincón Gallardo, Presidente de la Comisión Agrícola Mexicana en el Congreso Internacional de Agricultura que funcionó en la ciudad de Forth Worth, Texas. 6-14 de diciembre de 1898. Imprenta particular de la Sociedad Agrícola Mexicana. México, 1901. pp. 7-14

jueves, 29 de noviembre de 2018

Concluyendo con la lista de Pueblos Mágicos de México

  Claudia Ruiz Massieu y Enrique de la Madrid fueron los Secretarios de Turismo, la primera de 2012 a 2015 y el segundo la reemplazó, para mañana, 30 de noviembre, terminará su función; ella agregó 29 poblaciones a la lista de Pueblos Mágicos y él 10, quedando en la actualidad un total de 111 con el título y prerrogativas que el programa ofrece. Los agregados son:

  En 2015: Atlixco y Huachinango en Puebla. Huautla, Manzute, Mitla y Teposolula en Oaxaca. Isla Mujeres y Tulúm en Quintana Roo. San José de Gracia en Aguascalientes. Candela y Guerrero en Coahuila. Palenque en Chiapas. Casas Grandes en Chihuahua. Aculco, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides, Ixtapan de la Sal y Villa del Carbón en el Estado de México. Tecozautla en Hidalgo. Mascota y Talpa en Jalisco. Sayulita en Nayarit. Linares en Nuevo León. San Joaquín en Querétaro. Mocorito en Sinaloa. Tlaxco en Tlaxcala. Cosomatepec, Orizaba y Zozocolco en Veracruz.

   Para el presente año, 2018, se agregaron 10 más: Melchor Muzquiz, Coahuila. Nombre de Dios en Durango. Comonfort en Guanajuato. Zimapán en Hidalgo. Tlaquepaque en Jalisco. Compostela en Nayarit. Amealco en Querétaro. Aquismón en San Luis Potosí. Bustamante en Nuevo León y Guadalupe en Zacatecas.

Para tener mayor información sobre requisitos y operación de un Pueblo Mágico, entra aquí.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Continuando la lista de Pueblos Mágicos de México

  En la entrada anterior vimos los nombres de las poblaciones que adquirieron la denominación de Pueblos Mágicos desde el año de creación del concepto (2001) hasta el 2005, llegando a 23. Para el año 2006 son agregados los de Coatepec y Papantla en Veracruz, Asientos en Aguascalientes, Cuitzeo en Michoacán, Santiago en Nuevo León, Todos Santos en Baja California Sur y Bacalar en Quintana Roo. Tres más serán incluidos en la lista para 2007: Jerez, Zacatecas; Mier, Tamaulipas y Huamantla en Tlaxcala. La lista sumaba 33 Pueblos Mágicos.

   Eran tiempos de la presidencia de Felipe Calderón, hasta marzo de 2010 seguiría como Secretario de Turismo Rodolfo Elizondo, para luego pasar a cargo de Gloria Guevara Manzo hasta concluir el sexenio, por lo que el programa de Pueblos Mágicos siguió un desarrollo regular, con el creador del mismo y ya en manos de la mencionada dama, se repartiría a manos llenas los títulos y sus consecuentes beneficios. Así en 2008 es solamente una población la que entra en la lista: Calpulalpam en Oaxaca. En 2009 será El Fuerte en Sinaloa.

   Fue justo en el 2009 cuando se hace una reflexión sobre el programa de Pueblos Mágicos y se llega a una tajante conclusión: "Las localidades de Mexcaltitán, Nayarit; Tepoztlán, Morelos, y Papantla, Veracruz, serán retirados del programa turístico Pueblos Mágicos por inclumplir criterios de orden y calidad, informó este jueves el titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Rodolfo Elizondo Torres." (La Jornada). En 2010 se agregan 5 más, (Santa Clara del Cobre en Michoacán; Tapijulapa en Tabasco; Palizada, Campeche; Jalpan, Querétaro y Malinalco, Estado de México), concluyendo la gestión de su creador, con 40 Pueblos Mágicos, pero la señora Guevara Manzo se encargará de duplicar la suma, pues, para final del sexenio calderonista llegaron a ser 90 el total de Pueblos Mágicos.

   Es de este modo que en 2011 son declarados 10 Pueblos Mágicos: El Oro en el Estado de México. Zacatlán en Puebla. Teúl en Zacatecas. Tlayacapan en Morelos. Mineral de Chico, Hidalgo. Cadereyta en Querétaro. Tula en Tamaulipas. San Sebastián en Jalisco y Xilitla en San Luis Potosí. Haciendo para entonces un total de 49.

  La explosión se daría en 2012 con la creación de 32 nuevos Pueblos Mágicos: Valladolid, Yucatán. Lagos de Moreno, Jalisco. Sombrerete, Pinos y Nochistlán en Zacatecas. Angangueo, Tacámbaro, Jiquilpan y Tzintzuntzán en Michoacán. Cuatro Ciénegas, Arteaga y Viesca en Coahuila. Mapimí, Durango. Magdalena, Sonora. Pahuatlán, Xicotepec, Chignahuapan, Tlatlahuitepec y Cholula en Puebla. Loreto, Baja California Sur. Metepec, Estado de México. Chiapa de Corzo y Comitán en Chiapas. Huichapan, Hidalgo. Tequisquiapan, Querétaro. Bstopilas, Chihuahua. Tecate, Baja California. Calvillo, Aguascalientes. Jalpa de Cánovas, Salvatierra y Yuriria en Guanajuato. Así como Jala en Nayarit.

Las fotografías de esta entrada son del Pueblo Mágico de Mineral de Pozos en Guanajuato.

martes, 27 de noviembre de 2018

Los primeros Pueblos Mágicos que hubo en México

    Fue en el sexenio de Vicente Fox que la Secretaría de Turismo, con su Secretario, el duranguense Rodolfo Elizondo Torres, lanzó el programa Pueblos Mágicos. Los tres primeros en recibir esa categoría fueron Mexcaltitlán, Nayarit; Huasca de Ocampo, Hidalgo y Real de Catorce en San Luis Potosí, era el año 2001. para el 2005, a un año de concluir el mencionado sexenio, la lista había aumentado a 23, para llegar a 30 en el fin del sexenio, es decir en el 2006. El referido Secretario escribía en 2005 que...

   "El programa Pueblos Mágicos de México, a cuatro años de su creación, se ha consolidado como un instrumento estratégico para fortalecer y posicionar a las localidades mexicanas que se distinguen por sus singulares atractivos naturales y culturales.

  La integración del programa, que responde a una estrategia de desarrollo y diversificación de la oferta turística para mejorar la competitividad de México, ha conseguido a la fecha posicionar a 23 extraordinarios pueblos mágicos en el mapa turístico nacional e internacional.

   El Programa Pueblos Mágicos va más allá de lograr un aprovechamiento turístico aislado, plantea un desarrollo integral de la estructura turística con el fin de contribuir al fortalecimiento del turismo local y asegurar su sustentabilidad.

  Esta publicación describe, sin duda alguna, la magia de 23 localidades que han logrado por sus propios atributos, y al mismo tiempo por un trabajo coordinado, entre el gobierno federal, los gobiernos locales y la sociedad conseguir la distinción de ser los Pueblos Mágicos de México.

   En el año 2002 se agregarían a la lista los siguientes: Tepoztlán, Morelos; Taxco, Guerrero; Tepotzotlán, Estado de México; Tapalpa, Jalisco; Comala, Colima; Pátzcuaro, Michoacán; Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende en Guanajuato. Cuetzalan, Puebla e Izamal, Yucatán. En 2003 se incluirán Tequila, Jalisco y San Cristóbal las Casas, Chiapas.

   Para el año de 2004, la lista aumentaría con: Real del Monte, Hidalgo y Parras de la Fuente en Coahuila. En 2005 son las siguientes poblaciones las que logran la denominación de Pueblo Mágico: Valle de Bravo, Estado de México; Mazamitla, Jalisco; Álamos, Sonora; Tlalpujahua, Michoacán; Cosalá, Sinaloa y Bernal en Querétaro.

  Cabe mencionar que algunas de las poblaciones enlistadas lograron el título de Patrimonio de la Humanidad. Tepotzotlán en 2010 como parte del Camino Real de Tierra Adentro. San Miguel de Allende recibió el título en 2008. Si bien Tequila no es una ciudad del Patrimonio de la Humanidad, el rededor de ella sí lo es, también fue en 2008 que el Paisaje de agaves y antiguas instalaciones industriales de Tequila lo recibieron. Algo parecido ocurrió en Bernal, Querétaro, en el que la población no es patrimonio de la humanidad pero sí lo es como Lugar de Memoria y Tradición, título adquirido en 2009.

  Todas las imágenes que van en esta entrada corresponden al Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Por cierto, el Mariachi también está catalogado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2011.


lunes, 26 de noviembre de 2018

De bandidos y asaltos en tiempo de Santa Anna... 1840 ca.

  Cuando hice la convocatoria, que nada tiene que ver con estos tiempos que nos tocaron vivir de consultas, fue para darle el lugar que merecen, que les corresponde, a los seguidores de El Bable, especialmente en estas ante vísperas y vísperas del X Aniversario, preguntando qué tema gustaría que tratara. Alguien levantó la mano y propuso sobre los asaltos a las diligencias, así que, hurgando por ahí, encuentro esto que escribió Albert Gilliam al respecto:

   Así avanzamos dos o tres cuadras; de repente doblamos una esquina y en ella vimos a varios hombres embozados que se estacionaban a lo largo de la banqueta; cuando pasó el chocheo, uno de ellos le dio la señal de que se detuviese. Nuestro buen hombre no le hizo caso y siguió su marcha, dando un latigazo a los caballos; uno de los miembros de la banda no pareció dispuesto a dejarnos pasar y sacó una carabina con la que apuntó al cochero. El pobre diablo tuvo que detenerse y seis individuos se nos acercaron llegando a cometer la osadía de encaramarse sobre la diligencia. Al meter su cabeza por la ventana uno de los ladrones se encontró con la boca de mi pistola y, cortesmente, me preguntó si se trata de la diligencia que iba hacia la capital. Se le respondió que la nuestra iba camino de Guadalajara; se nos dejó partir sanos y salvos. Todo el resto de la noche conservé mis manos sobre la pistola, dispuesto a pelear apenas oyese la terrible amenaza: “boca abajo”, que era tan común en México.
  Aproveché la ocasión para bajarme del carro, y lo primero que vi fue al conductor mirando hacia atrás con mucha atención; yo dirigí también mis ojos hacia ese lugar. A poco, advertí que seis hombres bien montados avanzaban a toda velocidad hacia nosotros. Mi amigo movió la cabeza y el cochero continuó reparando lentamente la avería. Tres de los hombres desmontaron cerca, los otros se dirigieron hacia nosotros y se colocaron junto a mí.
   No fue muy difícil descubrir de que se trataba, y yo no estaba desprovisto para enfrentarme a una emergencia de ese género: en cada una de mis bolsas llevaba yo una pistola de doble cañón y un cuchillo. Puse mis manos sobre las pistolas, tomando la determinación de no empezar la ofensiva, sino de vigilar a los atacantes. El jefe de los bandidos –así l imaginé- empezó a hablar con mi amigo, en tanto que los otros cinco me rodeaban. Pude advertir que la conversación giraba en torno mío; me alejé unos pasos de mis guardianes pero me siguieron, en tanto que mi amigo me hacía indicaciones con la cabeza. El cochero había acabado de reparar su coche y esperaba calmadamente el fin de la aventura. Los bandidos se alejaron y nosotros montamos en la diligencia y seguimos hacia Querétaro. En esa ciudad pude saber, gracias a un intérprete que mi amigo evitó que nos robasen asegurando a los bandidos que no teníamos dinero, o por lo menos apenas el suficiente para pagar nuestros gastos hasta Lagos, y que además, siendo yo extranjero, estaba provisto de una buena pistola por lo que tendrían que arriesgarse para asegurar una pobre suma. Mis sirvientes y el intérprete continuaban ejercitando sus ojos dirigiéndolos a la retaguardia y examinando detenidamente la llanura. Marcelino comentó que si bien no tenía bienes que perder, los ladrones nunca desperdiciaban la ocasión de insultar a los pobres criados, llamándoles perros perezosos y azotándoles fuertemente, en tanto que el amo era tratado gentilmente, agradeciéndole que fura tan industrioso y capaz de amasar tan magníficas fortunas.
   Los bandidos nos lanzaron miradas impertinentes, examinando nuestras caras y nuestro equipaje pero sin hacer ningún signo hostil. Si lo hubiesen hecho, tanto mi compañero como yo hubiésemos defendido nuestras vidas y nuestros enseres, pues estábamos bien preparados para encuentros de este tipo. Pensábamos dividirnos el campo de acción controlando con nuestras pistolas al enemigo. Escapamos del peligro quizá porque viajábamos en el coche del sacerdote y también porque éramos extranjeros.
   Este estado de cosa imperante en un país que se dice civilizado y cristiano, y que permite costumbres bárbaras y deshonestas, ha de asombrar a los otros reinos de la Cristiandad; pero multitud de viajeros han confirmado esta verdad, viajeros que han tendido como yo, la osadía de atravesar el territorio de este desdichado país. Es muy peligros exponerse a viajar por aquí si no se toman las precauciones necesarias para defenderse en caso de ataque…
  En cada lugar que parábamos se nos contaban historia de robos y asesinatos. Los ladrones en México son tan abundantes como los mosquitos en el Mississippi… sentí que mi deber era estar preparado para recibirlos como se merecían… habíamos recorrido dos leguas cuando encontramos los cadáveres de dos hombres que habían sido asesinados el día anterior: uno de ellos había recibido un tiro, mientras que el otro mostraba múltiples heridas de sable.

Para leer más sobre el autor, entra aquí.

domingo, 25 de noviembre de 2018

De la rosa, sus evoluciones y su significado

  Tengo la idea de que estas representaciones, en algún momento, fueron conocidas como "evoluciones", el fueron igual lo puedo cambiar a algo en primera persona, pues, en el tiempo que viví por el rumbo de Loreto, Baja California Sur, y me adentré lo más que puede a la espiritualidad jesuita, de algún modo asocié esa forma, como de rosa, como de movimiento, como de giro, con algo que entendí (o así lo quise entender) en una evolución mental ligada a la espiritualidad y el asunto religioso, pues, partiendo de la Cruz, si ésta se moviera, generaría esa forma. Esto, insisto, es una apreciación estrictamente personal, con gusto la comparto. Ahora veo que la forma se asocia a una rosa, y consultando encuentro que...

  El parangón de las flores en la tradición occidental; símbolo místico del corazón, el centro y la rueda cósmica, y también de amor sagrado, romántico y sensual. La rosa blanca es emblema de inocencia, pureza y virginidad; el rojo simboliza pasión y deseo, belleza voluptuosa. Ambos son símbolos de perfección e imágenes de la copa de la vida eterna. Con este significado, los pétalos de rosa se esparcían en las tumbas durante el festival romano de Rosaria y los emperadores romanos usaban guirnaldas de rosa como corona. La mortalidad se simboliza mediante la rosa abierta y la rosa roja puede significar sangre derramada, martirio, muerte y resurrección. 

  El mito romano vinculaba la rosa roja por su color con el dios de la guerra, Marte, y su consorte Venus (Afrodita en la mitología griega), y con su amante asesinado Adonis. Según una versión griega del mito, Adonis fue atacado fatalmente por un jabalí silvestre. Mientras corría al lado de su amante, se cortó el pie como las espinas de una rosa blanca, las gotas de su sangre la volvieron roja. La rosa también era un emblema del sol y el alba y estaba vinculada con el dios griego Dionisio, la diosa Hécate, las tres Gracias y las Musas.

  Para la cristiandad, la rosa rojo sangre con sus espinas era un símbolo conmovedor del sufrimiento de Cristo y de su amor por la humanidad. Esto se convirtió en la imagen central de lo oculto y de la sociedad cabalística Rosacruz en el siglo XVII, cuyo emblema era una cruz formada por una rosa o una cruz de madera con una rosa central o rosas en las intersecciones de los brazos. Los pétalos de muchas capas simbolizaban las etapas de iniciación, la rosa central representa el punto de unidad, el corazón de Cristo, la luz divina, el sol en el centro de la rueda de la vida. La roseta (la flor vista desde arriba) y la rosa gótica también tienen simbolismo de la rueda, connotando el desenvolvimiento del poder generativo; el equivalente occidental del loto emblemático. 

  En el simbolismo relacionado de la francmasonería, tres rosas de San Juan representan la luz, el amor y la vida. La Virgen María es la Rosa del Cielo y la Rosa Sin Espinas carente de pecados, una referencia a su pureza sin defecto. Las guirnaldas de rosas también eran símbolos de virginidad en Roma. Una rosa de oro es el emblema del Papa. Un simbolismo secundario importante de las rosas es la discreción; diversas narraciones explican esto. 

  En un mito romano, cupido detiene los rumores sobre las infidelidades de venus al sobornar al dios del silencio con una rosa. Otra explicación es que las guirnaldas de rosas que usaban en las parrandas dionisiacas (bacanales para los romanos) tenían la finalidad de moderar la ebriedad y el habla vaga. Más adelante, las rosas se colgaban o pintaban sobre las mesas de consejo o de banquete como señales que la conversación era sub rosa (privada, no pública). 



Fuente:

Tresidder, Jack. Diccionario de los símbolos. Grupo Editorial Tomo. México, 2003. p.205

sábado, 24 de noviembre de 2018

Simbolismo de la nave o barca en el arte religioso.

  Barcos o barcazas de la muerte simbolizaban el viaje al más allá. También es símbolo de la búsqueda y el paso a otros estados de ser. En el mundo antiguo, los barcos a menudo simbolizaban el viaje de los cuerpos celestes, la luna creciente del dios babilónico de la luna que navegaba el espacio o el barco egipcio del sol en su paso nocturno por el inframundo. Se proporcionaban barcos funerarios para los muertos en Egipto y en otras tradiciones, en especial en la costumbre vikinga de inmolar a los caudillos en barcos. El barco con mástil y ancla como signo críptico de la Cruz fue un símbolo primitivo de Cristo y de la Iglesia como imagen de seguridad en mitad de las tormentas de vida. Las iglesias eran barcos simbólicos, con la nave transportando pasajeros arbotante y remos y una cúspide como mástil. En el arte, el barco es atributo de San Pedro y de la Fortuna, al ser los barcos emblema de prosperidad incierta, como en la expresión: “cuando llegue mi barco”. El Barco de los tontos, un tema de la literatura y el arte, es una alegoría de viajar hacia metas materiales más que espirituales.

  Arca. Salvación, redención, conservación, santuario, regeneración. La historia de un navío con forma de caja que preservaba la continuidad de la vida de las aguas del diluvio se encuentra en la mitología de muchos pueblos, en todo el mundo. Especialmente notable es la Épica de Gilmanesh de Mesopotamia. Pero el simbolismo hebreo y cristiano del arca es tal vez el más rico. El arca puede representar la Iglesia (que transporta santos y pecadores), a María dando a luz a su hijo, o a Cristo como el Redentor. El Arca de la Alianza de los hebreos, un cofre de acacia dorada, simbolizaba la promesa de la protección divina. En el simbolismo más secular, el arca es la tierra vagando por el espacio; en psicología representa la matriz.



  Habrá que notar que en el caso de esta barca, labrada sobre la madera de la puerta de la parroquia de San Pedro Pozos, Guanajuato, asocia al apóstol con este símbolo debido a que se dice que era pescador junto con su hermano. El atributo era una barca pero, al representar más bien una carabela, nos refiere a su grandiosidad y posición relevante dentro de los apóstoles como la "piedra" donde se fundó la Iglesia Católica. Las otras imágenes de barcas las tomé en el templo de Santa Ana en San Miguel de Allende y en el templo de Santo Domingo en Querétaro.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Los pisos y sus tendencias decorativas de finales del siglo XIX

   Los pisos fueron, hace un tiempo, parte esencial del decorado de una casa; lo siguen siendo en la actualidad pero, hay una gran diferencia entre la tendencia actual, a lo que fueron esos magníficos diseños del último cuarto del siglo XIX y primero del XX, para muestra tenemos los siguientes:









   Este y el siguiente son actuales, conservan una enorme influencia de los "de antes".