lunes, 27 de septiembre de 2010

Ex convento Franciscano de San Pedro y San Pablo en Zinapécuaro, Michoacán

Uno de los tantos lugares de Michoacán que tienen una cierta abundancia de todo es Zinapécuaro, en el noreste del estado, colindando con el estado de Guanajuato y muy cerca del lago de Cuitzeo, de allí que exista a lo largo del año la pesca que se obtiene de ese lago, manteniendo la tradición tarasca del charal, entre otros pescados.


No muy lejos de allí persiste la herencia dejada por los evangelizadores que trajeron al nuevo mundo los primeros árboles frutales que encontraron el clima ideal en esta zona de Michoacán: duraznos y peras, entre otros.


Tiene Zinapécuaro una larga tradición en lo que se refiere al peregrinaje. Durante la época en que el Calzonci gobernaba, en el esplendor tarasco, era aquí donde se tenía uno de los principales adoratorios, el dedicado a Cuerauáperi, de ello ya te he dado cuenta aquí en El Bable, pues es en Araró en donde se localizaba el mencionado sitio, mismo que, luego de la evangelización y el consecuente sincretismo nos muestra en la actualidad los rituales al Cristo denominado Señor de Araró.


Existe en Zinapécuaro un interesante recinto levantado por los franciscanos, cuando estos estaban por cumplir diez años en la Nueva España. Es el templo y convento de San Pedro y San Pablo. Hay algo sumamente interesante en este templo, lo cual es el uso de la obsidiana, piedra que abunda en la zona, como elementos decorativos dentro de la torre del templo, lo encontramos también en algunas partes del empedrado del atrio.


“Entre 1530 y 1536 inicio la construcción del templo y convento a cargo de los frailes franciscanos, concluyéndose en siglo XVII. Presenta atrio delimitado con barda almenada, y en su centro se ubica una antigua cruz atrial de piedra. El templo presenta fachada con remate en forma semi triangular, posee un acceso en forma de Nártex (porche o vestíbulo) con arco de medio punto, pequeña ventana coral en forma rectangular, en la parte superior de la fachada se ubica un reloj. Posee una torre de planta cuadrangular de dos cuerpos que tiene un remate octagonal y cupulin. En su interior el templo presenta una nave techada con bóveda de cañón, en sus muros se ubican retablos neoclásicos del siglo XIX. El templo está dedicado a San Pedro y San Pablo y funciona como parroquia. Junto al templo se ubica el convento que presenta un Claustro cuadrangular de dos niveles con corredores de techo de viguería”. (Wikipedia)


Si bien la fachada es sencilla, encontramos una fuerza y equilibrio en sus formas, con el triángulo, que si bien, no está completado pues se abre en la punta superior, nos está indicando que es arriba, hacia arriba en donde está el verdadero y absoluto poder… Si llegas a esta ciudad, no te pierdas, además de la visita a Araró, al pueblo de Ucareo, recuerda que en las cercanías existen aguas termales, especialmente en la zona denominada Los Azufres. Te dejo unas fotos más.














2 comentarios:

  1. Aproximadamente unos 20 años estuve por allá, tengo recuerdos muy gratos. Fui de visita porque unos de los sacerdotes que estaban ahí es familiar mío, me refiero al padre Alfonso Figueroa. Saludos desde Mty NL

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