jueves, 1 de noviembre de 2012

Altar de Muertos del Bable, 2012.

 Una vez más cumplimos con la tradición de la "ofrenda", modo coloquial de llamar al Altar de Muertos que sigue sorprendiendo al mundo por esa idea muy nuestra de rendirle culto a los muertos en este día. Son ya montones de altares los que he levantado, este es el cuarto que te comparto a través de El Bable, son también muchos los artículos que he publicado en torno a esta tan singular tradición. Creo que es en el libro de Clavijero, sobre la Historia de la Nueva España, en donde mejor explicado está como era que se pensaba era  el trayecto hacia el Mictlán que un alma hacía luego de morir y es en esa base que se han ido desarrollando en la actualidad los Altares de Muertos.

 Se pensaba que el alma del muerto necesitaba de un guía, ese era un perro, al ir avanzando por el oscuro camino se le presentaban varios problemas, uno era cruzar los collados, esos montes agrestes que dejaban un pequeño paso para seguir hacia el Mictlán, segurían luego por una zona en donde "el viento era tan frío que cortaba como afilada navaja". Llegarían al punto en donde el camino terminaba bruscamente porque llegaban al río Chinaguapan, era solo cosa de cruzar para estar ya en el Mictlán. 

 Cada región de México tiene su manera de levantar el altar, cada región lo va adaptando de acuerdo a lo que la naturaleza provee regionalmente. Hace poco veía por el Canal 22 una entrevista que le hacían al mayordomo de las festividades de Santiago Apóstol en alguna comunidad del Estado de México y ante la pregunta del por qué se le nombraba Santiago el mayor a Señor Santiago, su respuesta fue directa y sin titubeos: porque es nuestro santo patrón. Claro es que en la tradición en que este hombre está inmerso desconoce que hubo dos Santiagos, ambos apóstoles, uno de mayor edad que el otro, de allí que se les diferencie por mayor y menor. Esto lo comento por aquello de la tradición del Altar de Muertos en la que yo me baso y en la que creo es la relación más confiable y documentada, la del jesuita Francisco Javier Clavijero.

 Ahora te explico mi altar: los frascos contienen arena, piedras, tierra... están acomodados de tal modo que representan los collados por donde va el camino al Mictlán. Ese no es un camino precisamente placentero, por lo tanto no es plano, son piedras una encima de la otra que hace difícil su tránsito. Esos pequeños frascos que van zigzagueando contienen agua, representan al río que se cruza antes de llegar al Mictlán, observarás que luego de atravesarlo el camino se vuelve plano, claro es, si ya se llegó al paraíso.

 Aquí aparecen esos trozos de vidrio que representan el viento helado que corta y hiere la piel y que es lo que se va  sintiendo al caminar rumbo al Mictlán... a lo largo del camino van apareciendo plantas, estas son aromáticas: manzanilla, ajenjo, gordolobo, limón, ruda... esto simboliza que el muerto mantiene solo un sentido, el del olfato y es el modo en que se va conduciendo por el camino tortuoso, claro, con la guía del perro.

 La ofrenda que le hago al muerto, en este caso mi abuela, consiste solo en dos cosas, una la fruta, la otra un par de bebidas que sé con gusto las tomaría... evito la comida por razones de espacio y porque a mi lo del cocinar no se me da. Hay una estampa de San Ignacio de Loyola, que mejor relación de Clavijero podemos tener que al Padre General Fundador de la orden.

 Verás por ahí una cruz de sal, esta simboliza el recuerdo. La sal es el mejor preservante natural que hay, y debajo de ella aparece una especie de V abierta que está hecha de ceniza, recordando que polvo somos y en polvo nos convertiremos... además está apuntando hacia el Norte. También hay por ahí una toalla y un jabón, esto es porque el muerto viene además de cansado del largo camino, sucio, empolvado... que mejor modo de recibirlo que dándole de beber agua fresca y con lo necesario para refrescarse pues, esta noche estará -dice la tradición- con nosotros.







                            






Si te interesa ver los otros Altares de Muerto que he levantado y leer sobre el tema, entra en la carpeta de abajo que dice Muertos y te aparecerá la larga lista...


3 comentarios:

  1. Imposible era faltar a esta visita. Ya que no pude admirarlo en directo, agradezco mucho poder ver cada elemento como protagonista de una a una de las fotografías, pues según la disposición que le has dado a cada uno, con su respectivo significado, no puedo hacer otra cosa que reconocerte que te quedó maravilloso.

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  2. Había leído y oido comentar sobre las costumbres de tu país al celebrar el Día de los Muertos,pero no había tenido la oportunidad de ver los altares,es impresionante la dedicación con la que se elaboran,y la representación que explicas tan detalladamente.
    Ayer le decia a Tere que en mi país solo se acostumbra visitar los cementerios,que todos se concentran allí,a llevar flores y rezar en las tumbas de sus familiares,eso sí es un día de mucho comercio ventas de flores y velas encontramos a lo largo de las calles y caminos.
    Los altares se acostumbran realizar durante las nueve noches que siguen a la muerte de un familiar y el noveno día se hace uno más grande,esto cuando se trata de pueblos,porque en las ciudades las novenas se hacen en capillas construidas para tal fín o en las Iglesias...muchas costumbres se han ido desapareciendo.
    Que bueno conocer las tradiciones y costumbres de otros paises.
    Gracias
    Nelly

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  3. Como pasa el tiempo. Me tocó ver tu altar del año pasado, tienes el sentido de la estética en el alma, y con la cámara fotográfica desfías "al más pintado". Saludos Benjamín.

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