martes, 6 de agosto de 2013

Francisco Eppens, el artista plástico que rediseñó el Escudo Nacional.

   De pronto nos vamos encontrando con más y más artistas plásticos mexicanos que desarrollaron ese Arte Repúblicano que caracterizó a nuestro país a lo largo de la década de los treinta y que se tradujo en algo que creo se llama Arte Revolucionario, entendiendo por Revolución a la influencia que en las artes plásticas europeas se manifestó en lo que allá estaba sucediendo en la etapa conocida como la pre guerra o entreguerras. En Europa los cartelones, dibujos y anuncios propagandísticos del nacionalsocialismo, del comunismo y del fascismo se desarrollaban continuamente, al poco llegaron a México y aquí se llenaron de color y de formas alusivas a la vida nacional.

  Muchas veces asociamos a Rivera con todo aquello que incluya alcatraces, sin duda que fue él quién comenzó a identificarlos con un nacionalismo, pero hubo otros que también brillaron con su obra haciendo uso del tema nacionalista, esto que ahora vemos fue pintado por el potosino Francisco Eppens que más que ser influenciado, él influenció y marcó una época en las artes plásticas de nuestro país, logrando un sello propio, característico, único y verdaderamente fantástico en sus dibujos que fueron, más adelante, impresos en los Timbres para el pago de contribuciones y derechos y, luego, en Sellos Postales que son auténticas obras de arte. Vamos por partes.
  Tenemos aquí dos ejemplos, de los años treinta, uno de 25 centavos, el otro de 5; en ambos se manifiesta la idea que entonces había (tiempos de Lázaro Cárdenas) de impulsar las comunicaciones terrestres en la península de Yucatán, más específicamente en el aun Territorio de Quintana Roo, las carreteras (en el de 25 centavos) y los ferrocarriles, (en el de 5 centavos). Efectivamente, ya desde entonces había la idea de construir una vía férrea entre Campeche y Chetumal, ahora sabemos que en la actualidad se quiere construir una entre Mérida y Playa del Carmen.

   En los treinta sucedían varias cosas en México, había ya concluido el poder que ejerció el llamado "consumador de la Revolución", Plutarco Elías Calles. Se vivía una calma chicha en las relaciones estado-iglesia luego del agresivo enfrentamiento que hubo a lo largo de los años veinte que conocemos como Guerra Cristera. Se daba el movimiento de expropiación de bienes, primero con las Haciendas a lo largo y ancho del país, lo cual trajo por consecuencia el Reparto Agrario, y la expropiación petrolera. De todo esto el arte no era ajeno, Eppens lo manifestaba así en sus dibujos.

  Centrales obreras y centrales campesinas comenzaban a crecer, las ideas del socialismo y/o comunismo permeaban ya la mentalidad mexicana, Eppens las manifestaba en los dibujos que aparecían en la Revista de los Trabajadores, Lux, en sus ediciones de los años treinta.

  Al inicio de la década de los cuarenta, el fantasma de la guerra azolaba a todo el mundo y la palabra Victoria era imprescindible en todo anuncio que un gobierno a favor de la paz, como lo era México; en él se manifestaba por un lado la fiereza de la patria que no participando en la guerra, muy por el contrario, en la paz  y era esa paz la que acá se vivía, que se usaba  para promocionar turísticamente a nuestro país. Este es un póster en el que el Departamento de Turismo y la Asociación Mexicana del Turismo publicaron haciendo uso de uno de los estupendos dibujos de Eppens.

   Pero hubo algo en lo que Eppens destacó, fue maestro y dio pie a la creación de una verdadera escuela de dibujo enfocada específicamente al diseño de Sellos Postales de los cuales hay soberbias muestras en la filatelia mexicana, como es el caso del emitido el 1 de diciembre de 1940, día de la toma de posesión de la Presidencia de la República por Manuel Ávila Camacho. Eppen lo interpreta como la toma del timón de mando de la nave que se llama México.

  Eppen llega a ser tan importante en lo relacionado al dibujo específico para estampillas o sellos postales que le es permitido firmar sus obras, mismas que las podemos ver en alguno de los ángulos , como en este caso, en el inferior izquierdo. Aquí notamos que, siendo 1949 se notaba apenas un dejo de Noveau y Decó que había sido ya transformado a un estilo Republicano de gran nacionalismo. Los siguientes son Timbres, esos que se usaban para el pago de derechos y contribuciones, en ellos observamos el lápiz de Eppen aunque, a diferencia de los Sellos Postales, no aparece su firma.







  Dibujante y pintor. Ahora lo veremos como muralista. Quizá lo más conocido de él, por así decirlo porque su nombre no es del todo conocido, pero sí muy conocido es este diseño que realizó para ser colocado con mosaicos del tipo veneciano, hechos en Cuernavaca en el edificio de Medicina de la UNAM, con esto lo que estamos viendo es que, dentro de la producción de Eppens, hay algo que está dentro del catálogo del Patrimonio de la Humanidad.

  Tú que lees El Bable llegas aquí porque te gusta el arte de México, la Historia de México, la cultura de México y, si a estos tres conceptos los integramos en uno solo: la cosa de los símbolos y sus significados, aunados a la cosmogonía de nuestros ancestrales aztecas, nos da por resultado un impresionante concepto desarrollado por Eppens en este mura de la Facultad de Medicina de la UNAM. Te invito a leer este artículo en donde nos da una puntual interpretación a la obra de Eppens.

    Esta es la firma del maestro Eppens; él siempre tuvo a bien firmar su obra.

  Y ya para concluir pasamos al tema medular. La obra más conocida de Eppens de la que más bien pocos saben que él es el autor, me refiero al escudo nacional; solo que, antes de que imagines cualquier cosa, vamos por partes. 

  A mediados de la tercera década del siglo XX, digamos que 1925, la correspondencia oficial llevaba, como lo sigue llevando en nuestros días, el Escudo Nacional, éste era, como marcaba la época, un poco barroco, más que estilizado, pues se le daba el fondo y la dimensión a las pencas del nopal, a las plumas del águila, incluso a la actitud de la serpiente es más caricaturesca. El tipo de letra usado es también uno muy distinto al que luego se implementaría, cuando entra, justo, el Arte Republicano.

  Para los años cuarenta vemos que esa estilización se comienza a dar, la letra es la que ya está de moda, haciendo la O un poco más pequeña que el resto de las letras. Las plumas del águila se van definiendo más, se busca un solo trazo, algo más sencillo. Habrá que notar que en este ejemplo, a cada lado de México D.F. aparece el símbolo de la atadura de los años, el que se usaba en las ceremonias del fuego nuevo en el cerro de la Estrella. Por cierto, si lo tuyo es el diseño y eres buen observador, recordarás que ese diseño fue en el que se basaron los artistas de Carlos Salinas de Gortari para hacer su emblema de Solidaridad que vemos por muchas autopistas del país.

  En los años cincuenta el Escudo Nacional seguía siendo el mismo, pocos, o nulos ajustes se habían dado, Eppens seguía produciendo dibujos para estampillas o Sellos Postales.

  Para la década de los años sesenta el Escudo Nacional había evolucionado ligeramente, en realidad solo la tipografía cambió pero el dibujo del águila era el mismo y fue precisamente cuando, Luis Echeverría Álvarez, Secretario entonces de Gobernación, solicita al artista potosino Francisco Eppens la realización del nuevo Escudo Nacional, es decir, la adecuación a un diseño moderno y de fácil reproducción.

  Y fue entonces que don Francisco Eppens ejecuta el rediseño y adecuación del emblema que todos los mexicanos conocemos muy bien. Nuestro Escudo Nacional.

  Pero... shit happens, como dicen en Estados Unidos, y llegó Vicente Fox en ese cambio de milenio, año 2000 y de un plumazo mandó borrar poco más de la mitad del Escudo Nacional y comenzó esa que bien podemos denominar como leyenda urbana del "Águila Mocha".


  Terminado el sexenio de Fox se recuperó el diseño de Francisco Eppens, obra de la cual no creo necesario hacer más comentario, solamente reconocer fue él quien nos dejó una obra tan importante, como lo es el Escudo Nacional, pero siempre tendremos en cuenta que su obra fue vasta, abundante y variada.


  "En 1935, el joven Francisco Eppens, de veintidós años, ingresa a los TIEV, entonces ubicados en el Palacio Nacional. Desde entonces diseñó las estampillas postales y timbres fiscales con los motivos que le señalaban, inspirados en los lineamientos y programas de la dependencia estatal; por ello constituyen una crónica visual que da cuenta de la gestión gubernamental de Lázaro Cárdenas del Río, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés". Para seguir leyendo este artículo entra aquí.


2 comentarios:

  1. muy bueno benjamín. saludos de aguascalientes.-

    atte: Luis Jesús

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  2. Grata sorpresa Benjamín, como potosino me da doble gusto saber quién fué el autor de nuestro escudo.

    Saludos desde la capital de las tunas San Luis Potosí.

    Felipe

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