jueves, 29 de octubre de 2009

El más antiguo de los panteones de San José del Cabo, BCS

En la punta de la península, San José del Cabo son varios los panteones que existen, el principal ahora llamado Municipal, se encuentra a pocos metros de la playa, cuando inició la secularización de los panteones a raíz de las Leyes de Reforma, fue en 1860 que los panteones dejaron de ser controlados por la iglesia, inició el Registro Civil y los sacramentos dejaron de ser oficiales para pasar a ser un ceremonial religioso, no obligatorio para aquellos que profesaran la fe Católica.

Esto no pudo haberse hecho de un día para otro, si consideramos que en nuestros días la península en ocasiones recibe con algo de retraso la información de lo que acontece en el centro del país, más aun pudo haber sido en el siglo XIX, cuando las comunicaciones eran por escrito traídas en carretas que llegando a la costa hacían el recorrido por el Mar de Cortés, cosa extenuante y que llevaba mucho tiempo, en resumen, aquí llegaban las disposiciones oficiales con algo de atraso.

La Misión de San José que fuera levantada por los Jesuitas en 1770 fue cambiada de su lugar original, esto a raíz de la destrucción que sufrió al poco tiempo de haberse construido. Cuando se ubicó el lugar en donde se levantó la nueva Misión fue a la orilla de una hondonada con fácil acceso al estero, que era la fuente de agua dulce que hacía posible la vida en esta zona. Era la Aguada Segura conocida por los marineros experimentados como el lugar de abastecimiento luego de hacer el largísimo viaje desde Filipinas. La misión fue abatida por varios huracanes, uno de ellos destruyó de nueva cuenta el templo, lo podemos ver en la primera foto, esto ocurrió en la primera década del siglo XX, desconozco la fecha exacta.

Y fue aquí, en la Misión de San José donde se ubicó el primer panteón, como lo marcaba la tradición, en los terrenos colindantes con el templo. Quizá los de la parte norte fueron en algún momento panteón, allí es donde actualmente se levanta la casa de la misión, del lado sur (que se ve en la foto) sí que lo fue, allí se localizaban varias tumbas, se desconoce el nombre y origen de muchos de los que fueron sepultados, no fue hasta la remodelación que el centro de San José sufrió a raíz de la entrada de Fonatur a Los Cabos que hubo la necesidad de remover lo que contenía esa pequeña loma que se formó con el paso del tiempo y que era contenida con la barda perimetral. La que si desapareció totalmente fue el arco de la puerta de entrada que formaba la mencionada barda, lo puedes ver en la segunda foto.

De lo poco que queda, o mejor dicho, de lo único que queda encontramos tres lápidas, una de ellas totalmente ilegibles, las otras dos dando testimonio de quién reposa y en que fecha sucedió su deceso. Mexicanos y extranjeros, San José del Cabo, o lo que ahora conocemos como Los Cabos, ha sido desde su origen punto de atracción a gente venida de todos lados, la prueba la tenemos tan solo con las dos lápidas que se rescataron durante la remodelación por el año de 1977.


Si te interesa saber más sobre la secularización de los panteones, entra en este enlace:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/05/secularizacion.html

Si quieres ver sobre la Aguada Segura, entra aquí:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/01/anuiti-aguada-segura-san-jose-del-cabo.html

2 comentarios:

  1. YO PUSE LAS LAPIDAS EN LA PARED HACE MUCHOS AÑOS LAS ENCONTRE EN UN HOYO QUE HICIMOS PARA UNOS COLUMNAS DE LA IGLESIA, POR ORDENES DEL PADRE DANTE BRONZZATTO , CECILIO LOPEZ GONZALEZ

    ResponderEliminar
  2. Estimado Cecilio:

    Todo esto surgió debido a que una delegación de franceses que embuidos por el Año de la Astronomía, 2009, fueron a San José del Cabo con la idea de encontrar la tumba de Jean Baptiste LeChapel (o algo así) que fue el UNICO francés aceptado por la corona española para que visitara México en el siglo XVIII. De eso me enteré de reboté y por conclusión luego de hablar con uno de los guardias del panteón y una chica de la localidad que me comentó sobre estas incrustaciones detás del templo...

    Gracias por tu comentario, saludos.

    ResponderEliminar