sábado, 29 de diciembre de 2012

Los enigmáticos edificios prehispánicos circulares del Bajío.

 Una vez lo dije (escribí) por aquí, eso de que México es tan grande y tiene tanto dentro de sí que nos da miedo. Razón por la cual muchos prefieren ignorarlo, cosa lamentable. Esta idea me viene ahora a la cabeza porque cuando no puedo vagar físicamente  lo hago desde la moderna virtualidad que la teconología nos ofrece y qué mejor que hacerlo que estando en la placidez de la cama y desde allí usando el ojo del que creo es ya "el Gran Hermano" (no el programa de TV sino el de la novela) ahora veo algunos de los sitios arqueológicos del estado de Guanajuato y me brinca una duda:  ¿por qué acá hubo construcciones circulares ? Hasta donde recuerdo se dijo durante muchos años que, fuera de los templos de Ehécatl y el Observatorio en Chichén Itzá, no se había utilizado más la planta circular. La duda se vino abajo, colapsó, cuando fueron descubiertos los vestigios de Guachimontones en las cercanías de Tequila, Jalisco.

Hace más de un siglo, en 1896, don Pedro González, nacido en Salamanca, Guanajuato, por razones de su trabajo y, más bien, por el gusto que tenía por la historia y la geografía, se volvió, al paso del tiempo, una fuente inagotable de datos a los que, además de los geográficos e históricos, debemos incluir los estadísticos para cada uno de los municipios del estado de Guanajuato. Fue él quien mencionó por primera vez la existencia de los  vestigios en Apaseo, Salamanca y Uriangato. El dato lo retoma la arqueóloga Beatriz Braniff y luego vendrían más (desconozco sus nombres) que hicieron estudios de las regiones mencionadas por Pedro González.

Las tres imágenes que hemos visto corresponden al sitio denominado Tzché en las cercanías de San Bartolo o Baños de San Bartolomé, a un costado de la Hacienda de San Nicolás Aguascalientes, junto al rancho San Vicente, todo esto en el municipio de Apaseo el Alto, Guanajuato. ¿Qué es ese redondel? ¿Acaso fue el cortijo de la Hacienda en el siglo XVII? ¿Fue este un recinto ceremonial que formaba parte del sitio junto con las 7 pirámides que están ya casi desaparecidas? Quizá exagero un poco y más bien esto fue una plaza de toros de mediados del siglo XIX que, aprovechando las piedras que fueran de calzadas, patios y templos, la levantaron justo allí. La duda queda.

 Ahora estamos posicionados en la parte norte-centro del municipio de Salamanca, donde inician las colinas que más al norte se integrarán a la serranía de Guanajuato. Nos ubicamos entre los ranchos de Los Cenizos y Los Razos. Allí se localiza otro punto mencionado por don Pedro González, así como por Beatriz Braniff, de él hace poco te comenté más datos. Y vemos que, dentro del reciento hay nuevamente un redondel. ¿Por qué estos círculos?

Nos movemos ligeramente a la parte sur del estado, llegamos a la zona arqueológica denominada Peralta y encontramos un enorme patio hundido y esa forma circular ubicada estratégicamente, desde allí se denomina buena parte del Bajío, se encuentra perfectamente orientada.

 Al ver desde el satélite la zona arqueológica de Plazuelas, en el municipio de Pénjamo, no aparece allí ninguna construcción circular, en cambio vemos al sur un gran Juego de Pelota. Leo en la página electrónica del INAH sobre Cañada de la Virgen, otro sitio arqueológico guanajuatense en el municipio de San Miguel de Allende: "Resalta, igualmente, el Complejo D, o Casa del Viento. La estructura circular con rampa de acceso nos remite a una veneración ancestral; testimonio de esto fue el hallazgo del Entierro 14, que se asocia a la segunda etapa constructiva y que, al igual que los otros entierros registrados, la inhumación estuvo vinculada al sacrificio ritual concretado en la abundancia de “cerámicas matadas”, una práctica cultural para sellar el evento fúnebre.   El contexto ceremonial incluye también el Complejo C –que aún no ha sido excavado–. Se trata de un patio hundido de menores dimensiones que los mencionados, con plataformas que lo circundan.  Además,  en apariencia este espacio tuvo un uso comercial y de almacenamiento".
  
Tendremos que añadir un sitio más, quizá el más conocido o del que más se ha hablado, Chupícuaro, en las cercanías de Acámbaro, al sur-este del estado de Guanajuato, sitio al que no he ido y del que quedará el enigma pues algunas de sus construcciones quedaron ahogadas por las aguas de la Presa de Solís. Y la lista la agrandamos pues en la región de Uriangato, también al sur del estado, pero en la parte centro o centro-poniente, se ubican varias yácatas de las que no hay muchos datos: Cupuato, Charándaro, Pikuato, entre otros.

"En Curumbatío había, no hace muchos años, unos depósitos de cerámica antigua, llamados por los lugareños, "las minas de los monos", por la gran cantidad de las figuras antropomorfas que allí se sacaban, sin otro objeto que servir de juguetes a los muchachos, que sin conocer su valor arqueológico, pronto los quebraban, perdiéndose así estos vestigios que convenientemente estudiados, pudieran ofrecer algún dato de interés, que revelaran el lejano origen de quienes lo hicieron". (1)

Y ni hablar, la idea arqueológica de México ha cambiado, ahora Guanajuato también es un sitio del llamado "turismo arqueológico" pues a la abundante (por fortuna) lista se agrega El Cóporo en el municipio de Ocampo, al noroeste del estado.

Fuente:

1.- Ortíz Ortíz, Alfonso. Moroleón, tiempo y espacio. Edición del autor. Moroleón, 2008.

1 comentario:

  1. Excelentes artículos no cabe duda. Como comentario, en Plazuelas de hecho sí existe una estructura circular que no ha sido excavada, está ubicada unos cientos de metros al oriente del conjunto principal. La estructura es conocida localmente como "El Cajete". Hasta el momento se ha detectado y documentado la presencia de elementos circulares en unos 12 sitios en el Bajío.

    Las formas circulares en el Bajío son relativamente comunes porque se trata del principio arquitectónico ordenador del espacio en los sitios, de la misma forma que los patios hundidos, que funcionaban como lugares públicos de reunión en torno a los cuales se construían los asentamientos. Esta característica circular se heredó de la Cultura de Tumbas de Tiro del occidente, pues comparten un pasado común con Chupícuaro.

    Además las plantas circulares son las expresiones de arquitectura monumental incipientes de ésta última, que a su vez fue el antecedente cultural directo de muchas otras tradiciones culturales, como la Tradición Bajío o Cultura de Patios Hundidos. Los primeros patios hundidos fueron construidos de forma circular en Chupícuaro, se desplantaban bajo el nivel del suelo natural, por lo cual no los vemos a simple vista. Posteriormente, a inicios del Clásico la arquitectura monumental evoluciona hacia formas cuadrangulares o combinaciones de ambas. Las plazas hundidas se difunden entonces a lo largo y ancho del territorio nacional por los intercambios culturales.

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