No esperes leer aquí la reseña de los grupos que se presentaron en este sexto Festival de Jazz de Real de Catorce, sucedió que, por coincidencias de la vida, llegué a Real de Catorce justo el día en que se realizaba el Festival, lo que vi fue un pueblo extraordinariamente hermoso, hospitalario, medianamente limpio, todo construido en piedra, lo que le da un toque único. Piedras en los muros, piedras en las calles, empredrados "como los de antes". Me comentaron que regularmente hay poca gente, que estaba viendo algo que normalmente no se da por ahí, la gente atraída por el Festival.
Era un sábado, caminamos luego de una espléndida comida en un restaurante que se anuncia como "Cocina Rústica Italiana", allí tuve mi afortunado encuentro con los cabuches y con el mezcal, combinación ideal que te compartiré (la foto) cuando publique el
artículo relacionado con la comida en esta "tirada a perder"; ese restaurante
El Cactus es en verdad bueno, excelente, y precios accesibles. Si vas por allá es una escala obligada. Y fue justo allí, en El Cactus que supimos qué hacer y qué no hacer en ese día que estaba el pueblo abarrotado, así que, luego de comer, fue cosa de buscar el hospedaje, nos instalamos, dejamos las cosas y el Festival comenzó. Para allá nos fuimos.
Creo eran las seis de la tarde, anunciaron los grupos y la sesión se prolongaría por al menos siete u ocho horas, así que vimos a este grupo de la imagen que no sé si era el primero o el segundo que se presentaba, bastante bueno, con su música sincopada. Acabó su presentación y mientras se alistaba el siguiente grupo me fui a conocer la parte que supongo era la norte de pueblo, por el rumbo del panteón y las imágenes que fui viendo (y captando con la cámara) de pronto me dejaron sin palabras.
Los precios de comida y alojamiento son de una amplia variedad, no esperes encontrar hoteles de menos de 300 pesos, los hay hasta de 3 mil; en el lugar en el que te quedes lo disfrutarás, de eso estoy seguro pues el encanto del pueblo va más allá del título de "Mágico" que Sectur le otorgó. De comidas.. ni hablar, la gama comienza en los puestos de gorditas que hay en rededor de la plaza y acaban en los restaurantes "de postín". En bebidas, el mezcal (insisto) es algo extraordinario, la marca que por el rumbo se produce es la de Laguna Seca es excelente, Hay una cantina, que fue donde se filmó la película de La Mexicana, a la que no le han movido ni el polvo de la barra, es una buena experiencia tomar algo allí, (por tomar algo me refiero a tomarse una cerveza, más no hay) o, en todo caso, jugar billar, hay dos mesas. Otra vez diré que sale de sobra lo que te pueda contar de Real de Catorce, pues, (al modo) las fotos hablan por sí solas, mira: