"Para representar los mexicanos al mes pintaban una rueda dividida en veinte figuras significativas de los veinte días , como se muestra a nuestra lámina la cual es copia de la que se halla en la Relación Cristiana de Valadés, que es la única que hasta ahora se ha publicado. Para representar el año pintaban otra rueda dividida en 18 figuras de los 18 meses y frecuentemente pintaban en el centro de la rueda la imagen de la luna. La imagen que presentamos en la lámina del año está tomada de Gemelli Carreri, la cual es copia de una pintura original que poseía el Dr. Sigüenza y Góngora. El siglo se representaba en una rueda de 52 figuras o, por mejor decir en cuatro figuras repetidas 13 veces. Solían pintar en contorno de la rueda una serpiente que formaba cuatro espiras expresivas de los cuatro vientos cardinales, y del principio de los cuatro periodos..."
Así lo anota Francisco Javier Clavijero en su Historia antigua de México y volvemos a ver ese tema que tanta obsesión me causa: el calendario y la medida del tiempo. Hoy el calendario gregoriano nos dice que es el último día del año, hoy habrá celebración en muchos sitios, de hecho ya los hay pues el tiempo no es estático, se mueve, el planeta al igual se mueve y todo, todo lo que hay en torno a nuestra vida se está moviendo. En estos momentos mis dedos se mueven, mis ojos, mis párpados. Mi corazón no deja de bombear, la sangre de circular, algunos de mis órganos se están moviendo, el estómago sigue procesando lo que anoche cené, mis ojos se mueven... somos movimiento constante, somos tiempo. Hoy yo celebro otra cosa, celebro cuatro años, de esos que dividimos en doce meses y 52 semanas, de haber iniciado este espacio, este Bable. 1460 días más 1 puesto que el 2012 fue bisiesto.
Con todo ese cúmulo de ideas generadas en torno a una falsa interpretación del Calendario Maya me quedo con una sola cosa que no acabo de entender cabalmente, pues, lo vemos en esta imagen y en los extraordinarios dibujos aparecidos en Clavijero, en donde, al contrario de las manecillas del reloj, los calendarios de los antiguos mexicanos giraban en forma invertida... o, en todo caso, las manecillas del reloj giran en forma invertida a como lo hace el tiempo en el calendario azteca. Y sí; eso tiene mucho más sentido, pues si me paro viendo hacia el Norte, la tierra se moverá de izquierda a derecha (Este-Oeste). Nota para los observadores: la flecha azul marca en la rueda del tiempo maya un sentido igual a las manecillas del reloj, pero la gran rueda, la de la cuenta larga, gira en modo invertido.
Se dice que eran 3 calendarios los que los antiguos mexicanos manejaban; uno de ellos era el de las celebraciones, el llamado Tonalpohualli que era la fórmula matemática de 13 x 20 = 260; 260 es un número de gran fuerza, ya que hay 9 lunas llenas dentro de esos días. 9 que simboliza el punto de origen de todo ser humano.... mismo camino que tendrá que recorrer cuando muere. Para que lo entiendas mejor: ¿cuántas misas le hacemos en nuestra tradición Católica a un muerto?, sí efectivamente, 9; él está regresando al punto de origen. Alguien dijo hace mucho, mucho tiempo, que no es posible encontrarle la cuadratura al círculo... yo creo que alguien si lo logró, sólo que, para hacerlo encuadró al círculo, es decir, encuadró al tiempo. (Considerando que el tiempo es redondo).
El segundo calendario era el solar, ese lo entendemos mejor pues es el que seguimos utilizando en nuestra época, en nuestra nueva Era que dicen comenzó el 21 de diciembre de 2012... ¿cuál Era comenzó y cuál terminó? eso no lo sé, lo que recuerdo haber leído por allí es que la Era que terminó será recordada como la que fue donde el hombre aprendió a escribir, entendiéndose esto en el mayor de los sentidos posibles. Pero, no nos compliquemos, mejor veamos el calendario solar, ese que nuestros antiguos mexicanos interpretaron con la fórmula 18 x 20 = 360 + 5 días inexistentes = 365 y lo traducimos a un lenguaje que pretendo más sencillo y que ha estado vigente en nuestra tradición mexicana desde poco después de que llegaron los españoles, es decir, desde el 13 de agosto de 1521. Que era el 1 Coatl (dato por confirmar).
Mi función no es la de evangelizar, es más, yo no voy a misa, pero sí me conozco al menos 2 mil templos de los 14 mil que hay en México. Desde hace varios años compro puntualmente (mañana lo haré) un Calendario de Galván pues a través de él he podido ir identificando cómo fue que se nos cambiaron las celebraciones antiguas, en donde se cortaban cabezas y abundaba la sangre, amén de bailar, cantar, comer, y decorar galanamente el recinto. El resultado es esto que ves ahora y que, si este año que está por comenzar me favorece, seguro es que avanzaré un poco más en su entendimiento. Eso que ves ahora en uno de mis dibujos (te comento que tengo cuadernos y más cuadernos en los que anoto el bosquejo de lo que tú lees en cada una de las entradas de El Bable), es mi rueda del tiempo, por así decirlo, la cuál me ha llevado a interpretar cosas que por obvias se han ido perdiendo. Si no las leíste lo puedes hacer buscando en la columna a la derecha los meses de julio y agosto de 2012, allí están.
Ahora soy más ambicioso, pienso que el tiempo es, efectivamente circular, y que está contenido en un cuadrado y todo se desarrolla allí adentro. Ahora vemos al mítico Aztlán, sitio que, yo siendo del Bajío, me agrada pensar que se refiere al cerro del Culiacán, el cual, si no estuviera la refinería de Salamanca en donde está, lo podría ver desde la ventana de mi casa y desde la ventana de cualquier casa, pues el cerro sobresale de todo. El calendario en la tradición mexica se identificaba con 4 cosas: Tochtli, Acatl, Técpactl y Calli, es decir, Conejo, Caña, Pedernal y Casa. Asociados cada uno a un rumbo, sea N que S, E u O. Las deidades también estaban asociadas a los 4 putos cardinales, así Tezcatlipoca al Norte, Huitzilopochtli al Sur... espero dentro de poco saber quién era el Oriente y quién el Poniente. Las personas que fueron a mi plática en Teocaltiche entenderán todo esto mejor, pero sí tu que lees El Bable desde hace 4 años entenderás también todos estos conceptos... y los que faltan.
Y para acabar por ahora, que mejor escena que un Arcángel Miguel venciendo al demonio y rodeado, claro está, de los cuatro puntos cardinales... Ideas, puras ideas calendáricas y numéricas en este IV Aniversario.
Numeralia a las 12:00 horas del 31 de diciembre de 2012 en EL BABLE:
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