miércoles, 15 de mayo de 2019

La hacienda de La Providencia, San José del Rincón, Estado de México


LA PROVIDENCIA. — Hacienda de cereales y zacatón.- 
Propietario: D. JUAN DE LA FUENTE PARRES 

  Si para dar idea á nuestros lectores de la importancia que en el Estado de México tienen las haciendas de campo á que hemos aludido, necesitamos describir alguna de las principales, justo es que empecemos por La Providencia, la más valiosa, sin duda, por las cuantiosas cosechas de cereales que produce, por lo esmeradamente atendida que se encuentra y, sobre todo, porque en ella nació y tiene su foco principal una tan productiva industria cual es el preparado de la raíz de zacatón.

   Hállase la hacienda enclavada en términos del distrito de Ixtlahuaca y comprende aproximadamente ochenta kilómetros cuadrados de terreno, en magníficas praderas, feraces colinas y bosques tupidos de árboles seculares, por entre los que corren multitud de arroyos que para el agricultor tienen una importancia capital, porque ellos llevan la vida y el verdor á sus campos y aseguran sus cosechas.

   Dejando el ferrocarril en la estación Flor de María, de la línea del Nacional Mexicano, se llega por un buen camino que atraviesa el antiguo pueblo de San Felipe del Obraje, hoy justamente llamado del Progreso, y por medio de fincas lozanas y paisajes bellísimos, á los terrenos de La Providencia. Desde mucho antes distingue el viajero el alegre caserío de la hacienda: la hermosa casa habitación con sus amplias arcadas, la iglesia ojival, construida de piedra blanca y con airosa torre de tres cuerpos; la casa escuela sostenida por el propietario Sr. Parres, el cuartel de gendarmes, los graneros, los almacenes para el zacatón y otras varias dependencias, todas edificadas con piedra y material, en estilo moderno y de buen gusto.

   Rodean este grupo de construcciones los grandes plantíos de cebada, maíz y trigo, cercados con fuerte valla de alambre cuyos postes pintados de blanco revelan el cuidado que allí se pone hasta en los más pequeños detalles para dar bonito aspecto á la propiedad. En aquellos fértiles campos se cosechan anualmente millares de cargas de los mencionados granos, cuyas siembras no se pierden nunca porque están al abrigo de los hielos por un fenómeno bien extraño, comprobado muchas veces.

   Más allá se perciben las lomas y los ribazos, salpicados con el zacatón cuya verde cabellera de hierbas oculta un tesoro en sus raíces, y por último, limitan el horizonte los umbríos bosques donde crece el ocote, el encino, el oyamel y otros gigantes de las selvas, por los que corre el misterioso hilo eléctrico que une telefónicamente la hacienda á la ciudad de México; línea la más extensa tal vez del país y que alcanza á 200 kilómetros.

   Los ganados vacunos y lanares, pastan en los prados animando el paisaje, mientras numerosos peones practican las labores en la generosa tierra, arando unos, con los aparatos modernos tan diferentes del rutinario arado de madera, y arrancando otros con soberano esfuerzo, la mata de zacatón que se adhiere al suelo tenazmente; y si es época de trilla, allá vemos también humear la máquina de vapor y oímos rechinar la trilladora mecánica, símbolos del progreso introducido al fin en la moderna agricultura.

   La producción de esta hacienda modelo se divide en tres clases: la pecuaria, cuyos ganados merinos dan á las fábricas de tejidos del país un contingente anual de quinientas á ochocientas arrobas de lana de superior calidad; la agrícola, que ya hemos dicho produce millares de cargas de maíz, de trigo y de cebada, así como legumbres, frutas y maderas que se explotan siguiendo un inteligente método de replantación; y finalmente, la preparación del zacatón, laboriosa contra lo que suele creerse, cuyas dificultades empiezan al arrancar la raíz del suelo y continúan en la delicada operación de fumigarla ó sea hacerla inhalaciones de azufre para que adquiera ese hermoso color amarillo barnizado sin el cual no puede entregarse á los mercados.

   Vacilamos en asegurar cuál sea de estas tres producciones la que mayores rendimientos alcanza para el Sr. Parres; pero nos inclinamos á creer que la más importante de ellas es el zacatón, que se exporta en fardos á los Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania, donde se convierte en escobillas, cepillos y otros múltiples objetos que con dicha raíz se fabrican. Sabemos, sí, que de todo el zacatón mexicano, es la marca de la hacienda La Providencia la preferida en el extranjero y la que mayor precio alcanza.

   No es menor de medio millón de pesos el capital empleado por D. Juan de la Fuente Parres en su negociación agrícola, cantidad distribuida con talento y método en todo lo útil y en nada superfluo.
Par a concluir diremos que es el Sr. Parres la providencia de aquellas buenas y numerosas familias que pueblan la hacienda: se ha constituido necesariamente en autoridad que gobierna únicamente haciendo el bien, proporcionándoles todos los beneficios de la vida civilizada, entre ellos el de la educación, que reciben los niños de los peones en una escuela admirablemente surtida de útiles y textos e idóneamente dirigida.

  Lamentamos carecer de vistas fotográficas de La Providencia, para ilustrar nuestra breve descripción, dando á nuestros lectores más aproximada idea de las bellezas que encierra; y terminamos con nuestras felicitaciones al Sr. Juan de la Fuente Parres, cuya actividad, inteligencia y sacrificios se ven recompensados con el éxito obtenido.

Nota: En la actualidad los vestigios de esta hacienda corresponden al municipio de San José del Rincón, Estado de México.

Fuente:

Figueroa Domenech, J. Guía general descriptiva de la República Mexicana. Tomo II. Ramón de S. N. Araluce, México, 1899. pp. 318-322

2 comentarios:

  1. Me gustaría saber un poco mas de esta hacienda. Así como cual fue su función en época revolucionaria. Aunado aeso diefiero con tigo en tu penultimo parrafo donde afirmas que los hijos de los peones asisten a la escuela donde se les dota de utiles, ya que los utiles los imparte el estado mexicano. sin mas por el momento agradesco el tiempo brindado, Saludos cordiales

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    1. El mayor edolendorde la hacienda la PROVIDENCIA, ES EN 1990,su dueño JUAN DE LA FUENTE PARRES, oriundo de Asturias España.
      Fue un benefactor de esta zona, mejoro las condiciones de trabajo y salario de los trabajadores. Dio educación a los hijos de los trabajadores.
      Te recomiendo buscar y leer:
      - MEMORIA AGRARIA MEXICANA.
      - LOS NEGOCIOS CULTURALES DEL ASTURIANO JUAN DE LA FUENTE PARRES.


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