Así, en este tipo de escenas, vemos al
lirio acuático como un elemento agradable, parte del paisaje que es tan común en el Bajío que ya sabemos cuando habrá y cuando desaparecerá (o casi), es tan común ver invadidos los canales de estos rumbos con lirio acuático pues se convirtió en una plaga. Incluso hay el dicho que reza: "ya desfogaron Solís pues comenzó a bajar lirio". Solís es el nombre
de la presa en la que se regula el agua que entra al estado de Guanajuato. En Solís es habitual ver enormes cantidades de lirio. En la foto es la laguna de Yuriria, que tiene el mismo problema.
Este es un canal que pasa por la parte norte de la ciudad de Salamanca, el canal de Sardinas, el cual se cubre totalmente de lirio, como lo vemos en la imagen.
El lirio no es planta autóctona, fue introducida -dicen- en la década de los noventa del siglo XIX a México por el entonces Ministro de Fomento, general
Carlos Pacheco, amigo de Porfirio Díaz; por un lado como planta de ornato para estanques urbanos, pero también para fomentar el desarrollo de ciertos peces que fueron también introducidos en la época. Quizá fue del norte de Argentina que trajeron el lirio, de los
Esteros de Iberá.
Poco antes, cuando la Exposición Mundial de Nueva Orleans, algunos lirios fueron llevados para decorar algún pabellón, tal vez el de Brasil, ya que es de la Amazona de donde es originario y, ocurrió que se difundió de tal manea que igual se volvió una plaga. ¿Quizá el pabellón argentino?
Para leer más sobre el tema,
entra aquí. El Universal publicó una nota en mayo de 2017 diciendo del aprovechamiento que se puede hacer del lirio y volverlo benéfico, lo puedes
ver aquí.