miércoles, 3 de julio de 2019

El convento de San Jerónimo en la Ciudad de México

   La Orden de San Jerónimo (Latín: Ordo Sancti Hieronymi), (sigla O.S.H.) es una orden religiosa católica de clausura monástica y de orientación puramente contemplativa que surgió en el siglo XIV. Siguiendo el espíritu de San Jerónimo, un grupo de ermitaños castellanos encabezados por Pedro Fernández Pecha y Fernando Yáñez Figueroa resolvieron sujetarse a vida cenobítica y la orden, sujeta a la regla de san Agustín, fue aprobada en el año 1373 por el papa Gregorio XI que residía en Aviñón en el momento. Se trata de una orden religiosa exclusivamente hispánica, puesto que solo se implantó en España y Portugal, y estuvo muy vinculada a las monarquías reinantes en ambos países.

   La Orden de San Jerónimo prescribe una vida religiosa de soledad y de silencio, en asidua oración y fortaleza en la penitencia, y trata de llevar a sus monjes y monjas a la unión mística con Dios, consideran que cuanto más intensa sea esta unión, por su propia donación en la vida monástica, mucho más espléndida se convierte la vida de la Iglesia y con más fuerza su fecundo apostolado. La vida del religioso jerónimo se rige por el equilibrio entre oración y trabajo.

   Junto a los jerónimos, surgen las monjas jerónimas. Un grupo de mujeres, entre las que destacan doña María García y doña Mayor Gómez, empiezan ejercitándose en obras de humildad y caridad hasta que deciden consagrar sus vida a Dios en oración y penitencia. Fray Pedro Fernández Pecha fundó en 1374 el Monasterio de Santa María de la Sisla en las proximidades de Toledo. Él las atiende y las orienta en su modo de vida, en todo semejante a la recién fundada Orden de San Jerónimo. Las jerónimas tienen la misma regla que los varones, a ejemplo de Santa Paula y Santa Eustoquia, que siguieron a San Jerónimo.

   El Convento de San Jerónimo, fundado como Convento de Nuestra Señora de la Expectación, fue un templo católico que perteneció a las monjas de la Orden de San Jerónimo de la Ciudad de México en la Nueva España y donde destaca la poetisa novohispana Sor Juana Inés de la Cruz. Fue inaugurado en 1623 bajo el maestro Alonso Martínez López. Ha pertenecido a varios dueños, comenzando por la idea de doña Isabel de Guevara de unir las casas de Isabel Barrios y la de Alonso Ortiz en el siglo XVI. Así en 1585 se fundó como el primer convento mexicano de monjas jerónimas, desde un primer momento se decidió que el convento quedara bajo la regla jerónima, debido a que su fundadora y las monjas que la acompañaron a la apertura de este pertenecían a la mencionada orden.

  Hablar más sobre el convento femenino novohispano que es el más conocido de todos, debido a que fue allí donde vivió Sor Juana, creo sería ocioso... mejor sigamos viendo su entorno... Los textos en cursiva los he tomado de Wikipedia.








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