lunes, 14 de octubre de 2013

Recordando a Remedios Varo a cincuenta años de su fallecimiento.

   Era Septiembre de 1983, regresaba por primera vez a la ciudad de México desde Cancún, en México había vivido tres años, en Cancún llevaba apenas uno, volvía de aquella tranquilidad a 15 días del desquiciamiento propio de una urbe que, entonces, cotaba sus 14 millones de habitantes y uno de los mayores índices de contaminación en el planeta tierra, vagaba por las calles infestadas de vehículos cuando vi un anuncio que llamó enormemente mi atención, se trataba de la exposición que el Museo de Arte Moderno organizaba de agosto a noviembre de ese año en ocasión del Vigésimo Aniversario luctuoso de la pintora española, avecindada en México, Remedios Varo. No lo pensé dos veces y para allá me fui.

  "Remedios Varo nación en 1913, en Anglés, España, hija de un padre andaluz, ingeniero en recursos hidráulicos, y de madre vasca. Por el trabajo de su padre, su familia viaja mucho y lleva a Remedios hasta el norte de África. Pronto se revela el talento de Remedios para el dibujo y las matemáticas (aunque la literatura -los cuentos fantásticos, sobre todo- llamaban poderosamente su atención). Empieza sus estudios de pintura en la Academia de San Fernando en Madrid. la guerra civil de España la convierte en víctima de la crueldad y el hambre; su hermano menor, su compañero de juegos, muere en África del Norte como héroe franquista, mientras que su hermano mayor se encuentra en las cárceles del dictador.

   "En París se une a los círculos surrealistas y entabla amistad con André Breton, Max Ernest, Leonora Carrington, Oscar Domínguez y Víctor Brauner, entre otros. El recuerdo de la Valkiria, exhibido en México en la "Primera Exhibición del Surrealismo" (1941); Las almas de los montes (1938-39); y algunas obras más son todo lo que conocemos de esta época. Otra vez estalla la guerra en el mundo. En 1941 sale de la Francia ocupada y viene, junto con su esposo el poeta surrealista Benjamin Péret, a refugiarse en México. Los años siguientes se dedica a trabajos comerciales. Tiene un círculo de buenas amistades, sale poco de su casa. (Presencia inesperada, 1959).

   "Desde 1954 se presenta ante el público mexicano una pintora desconocida, pero maravillosamente madura y fascinante: Remedios Varo. Con enorme éxito participa primero en una muestra colectiva y después en varias exposiciones individuales. Dedica muchísimo tiempo a cada cuadro, trabajo largas horas dando pinceladas finísimas y varias capas de color. En una verdadera exposición creativa, como si hubiera intuido que la llama de su vida se iba a extinguir pronto, logró reunir una centena de cuadros en los últimos diez años. (La creación de las aves, 1958).

   "Su amor por la vida en todas sus manifestaciones, el cosmos y sus galaxias, el hombre, los animales (sus gatos) y las plantas son la inspiración de sus creaciones. Sus obras son proyecciones de su ser más íntimo; no trata de impresionar a nadie. Es poseída sobre todo por la vida oculta: presencias y encuentros inesperados en muros y muebles, en estatuas, en las profundidades del mar; por la vida inmanente  (Música solar), la vida como episodio en un ciclo que no termina con la muerte. Así en su último bosquejo bruscamente interrumpido (Música del bosque), intenta representar al hombre meditando mientas escucha maravillado el eterno cantar de la creación, cantar que se graba en los anillos de un árbol recién cortado como si fuera un tocadiscos vegetal. (Fenómeno, 1962).

  El 8 de octubre de 1960 -¡hace 20 años!- un ataque cardíaco puso brutalmente fin a su creación. El espíritu inquieto de Remedios Varo, ¿se habrá reintegrado al coro de esta Música de bosque?.

Walter Gruen. (1)
(Planta insumisa, 1961).

   Así pues, ¿qué recordamos? Pues igual podemos recordar el Centenario del nacimiento de la extraordinaria María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, aunque se dice que nació en 1908. Que recordar el 50 aniversario de su fallecimiento. Pero más bien recodamos que ella nos dejó una pintura para observar con detenimiento, para recrearnos en ella, para buscar los detalles escondidos y sorprenderos y, sobre todo, para decirnos que esta vida se puede entender desde infinidades de ángulos.

 (Ermitaño, 1956).

(Fenómeno de Gravedad, 1963).

 (Flautista, 1955).

 (Tejido espacio-tiempo, 1954).

(Roulotte, 1956).

 (Armonía, 1956).

 (Expedición del Aqua Aurea, 1962).


 (Tránsito en espiral.)


Fuente:

1.- El texto de Walter Gruen viene dentro del catálogo de mano de la exposición de Remedios Varo de 1983 en el Museo de Arte Moderno del Bosque de Chapultepec. 

Las fotografías vienen del catálogo de mano mencionado, así como de la Sección Cultural del periódico Excélsior del 30 de octubre de 1983, y de la Enciclopedia de México.

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