jueves, 10 de octubre de 2013

El delta del Colorado: las mareas extremas. Baja California.

  Leo en Wikipedia que: "la marea es el cambio periódico del nivel del mar producido, principalmente, por las fuerzas gravitacionales que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra. Otros fenómenos ocasionales, como los vientos, las lluvias, el desborde de ríos y los tsunamis provocan variaciones del nivel del mar, también ocasionales, pero no pueden ser calificados de mareas", y esto me trae el recuerdo de haber experimentado y, sobre todo, haber quedado impactado al ver el desarrollo de una marea extrema. Pero vamos por partes. Las fotos que ahora incluyo las tomé de varios sitos, las blanco y negro vienen del libro de Cannon sobre la Península de Baja California, las de Google Earth son evidentes, las otras vienen de distintos sitios de la red. Y esto que estamos viendo ahora es el delta del río Colorado cuando desemboca en el Golfo de California o Mar de Cortés. La foto es de los años sesenta del siglo XX, en la actualidad ese delta ha variado un poco, según lo vemos en las fotos satelitales.

  Resulta que, en la primera oportunidad que tuve para recorrer la Península de Baja California tenía una gran intriga, digamos que, el objetivo era llegar a la zona de los Cactus Gigantes, para ver el lugar de donde sacaron aquel cardón en 1992 para servir como imagen de México en la Exposición Universal de Sevilla. El punto más próximo era San Felipe, Baja California, al sur de Mexicali y al este de Ensenada. Así que estando en Ensenada averigüé si había servicio de transporte a San Felipe, sin necesidad de ir más al note y sí, efectivamente, lo había, me empeciné en tener el asiento número 4 para poder observar mejor el camino, fue un pleito con la boletera, que no me quiso asignar ese asiento pero, estando a bordo de la unidad, el problema quedó resuelto pues yo era el único pasajero en todo el autobús.

  No recuerdo cuanto tiempo duró el viaje, tal vez 4 o 5 horas, lo que sí recuerdo muy bien es el cambio dramático, drástico, que de pronto se da en el camino pues se va cruzando al principio, digamos que la primera mitad del recorrido la Sierra de San Pedro Mártir, no recuerdo haber visto propiamente bosque pero si pintos, tal vez madroños, algo de verde y, de pronto, comienza el desierto que, a medida que íbamos descendiendo de la sierra la aridez se hacía mayor. Llegamos a un entronque, hacia el norte Mexicali, al sur San Felipe.

   Estando en San Felipe y ubicándome en un hotel de precio moderado, salí a recorrer el malecón. Estando muy cerca de la frontera comenzamos a ver esa integración entre una y otra cultura, en una forma de comunicación que igual da decir cosas en inglés mezcladas con español o viceversa, al final todo se entiende. Lo primero que llama mi atención es la cantidad de cohetes que se venden allí, todo del tipo "Made in China", luego me entero de que, como en Estados Unidos eso está prohibido, acá, cuando vienen los turistas de "allá" pueden tronar cuetes a discreción. Me siento en uno de los muchos changarros o chiringuitos que hay a lo largo del malecón y como, claro es, mariscos. El mar tiene un color no tan intenso como más al sur de la península, pero los contrastes son bellos, el desierto que se mete en el mar.

   Decido ir a tomar una siesta luego de caminar a lo largo del malecón y de regreso, fueron dos horas, tal vez tres, las que reposé, salí para informarme la manera en que podría llegar al Valle de los Gigantes, y al llegar al malecón no creí lo que estaba viendo en ese momento. Apenas hacía unas horas la orilla del mar estaba a pocos metros del malecón, ahora se encontraba a medio kilómetro de distancia o tal vez más. Veía camionetas metidas, arrastrando lanchas en lo que poco antes estaba cubierto de agua ¿qué es esto? pregunté. Es la marea baja. Me respondieron.

  Salía de sobra preguntarme si esto era posible pues lo estaba viendo, un mar que se recorre, luego de varias horas un kilómetro, dejando una gigantesca playa que permite caminar y rodar en ella. Eso que veía parecía increíble, no encontraba explicación pero salía de más cualquier duda que pudiera tener, la muestra estaba allí frente de mi. El día concluyó con tranquilidad, me retiré a dormir. Y, a la mañana siguiente.

   Pues a la mañana siguiente volví a ver la orilla del mar en el mismo sitio a donde estaba el día anterior, a pocos metros del malecón. Extraordinario, simplemente extraordinario, me dije y ese día me dediqué a vagar toda la mañana por el pueblo de San Felipe pues me enteré que para llegar al Valle de los Gigantes la única posibilidad era en cuatrimoto, y a mi esas aventuras la verdad, nada me gustan, menos aun a mi espalda, así que abortada la idea, compré el tradicional six playero de cervezas y me tiré "a la orilla del mar" pues, otra de las características del lugar es que no hay olas, y no quiere decir que no las hay. Pasada la ingesta de cervezas quedé dormido, siempre con la romántica idea de "a la orilla del mar".

   Serían cuarenta minutos o una hora de placentero sueño en la playa cuando desperté y, hasta donde recordaba perfectamente, yo me tiré "a la orilla del mar" y quedé dormido, pues bien, ahora la orilla del mar estaba allá, allá quiere decir como a 300 o más metros de donde estaba originalmente. Luego, ante tanto interrogatorio que hice del ¿por qué pasa esto? me enteré de que el fenómeno es conocido como Extreme Ties, es decir, las mareas extremas y es cosa normal en ese punto norte del mar de Cortés.

   Y luego, ya con calma, averiguando sobre esta peculiar característica me entero que son pocos los puntos en el planeta en donde esto sucede, además de el mar de Cortés, también por la Península Arábiga sucede y en la costa norte de España, en el mar Cantábrico. Seguramente habrá otros puntos en donde ocurren cosas similares, eso no lo sé, lo que si te puedo asegurar es que, el día que veas esto te quedarás con una gran, enorme interrogante del por qué suceden estas cosas en este nuestro planeta y lo poco que de ello sabemos o nos hemos preocupado por aprender. Las siguientes don fotografías satelitales del delta del Colorado.






 Y esta es la playa del malecón, notarás, por la luz solar, que la toma fue hecha por la tarde y verás hacia la izquierda hasta donde ha bajado la marea, a medida que oscurezca, el mar se alejará más.

  Y esta es la misma playa durante el día, claro es que la toma se hizo en Semana Santa, cuando la marea humana invade las playas de San Felipe, en Baja California.

Nota: Agradezco a todos los que sin saberlo me periten usar sus fotos. De ese sitio no tengo fotos propias, pues cuando lo visité era el tiempo en que no solía usar cámara fotográfica.

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