Llegar en autobús a Cuernavaca implica que la primera visión que tenemos de la ciudad es el de una avenida colapsada, caótica, saturada... se llama Morelos y es el único acceso a la terminal de autobuses. Pero luego de caminar por ella vamos viendo algunas maravillas que por ahí existen, como el Jardín Borda, que no pude visitar debido a que estaba en saneamiento, pero, justo a un lado está un templo, el de Guadalupe, del cual se dice que era al que asistía Maximiliano cuando pasaba sus temporadas en la población. Fue al final del XVIII cuando se construyó, lo que vi allí fue una fuerte influencia franciscana, debido a la sobriedad del recinto.
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