domingo, 10 de julio de 2016

El valle de Salamanca, en el mero centro del Bajío

  La postal es magnífica, no parecer ser Salamanca pero lo es. La idea que hay de esta ciudad es la Refinería, sus torres, sus humeantes chimeneas y los olores químicos nada agradables, pero, una vez que estamos a diez kilómetros de distancia el panorama cambia a imágenes espectaculares, especialmente en el verano, cuando la lluvia ha comenzado y los campos se encuentran sembrados a en su totalidad.

   Al valle de Salamanca, que es el que está de la autopista hacia el norte, lo limita la Sierra de Codornices, la cual, junto a la Sierra de Santa Rosa, la de Guanajuato, la de Lobos y la Gorda, al integrarse forman parte de la Sierra Madre Oriental. Y hay por este rumbo, en el norte de Salamanca, dos presas, la de Mendoza y la del Zapote.

Las cactáceas de la región del semi desierto hacen aparición, especialmente los Garambullos.

  Ya en el valle de Salamanca, el mismo que una vez cruzando el río Lerma, al sur, se denomina valle de Santiago, tenemos hacia el oriente el pico del Culiacán, cerro de forma cónica.

  Desde el valle de Salamanca, viendo al sur, aparece en el horizonte el volcán extinto de Parangueo.

  Hacia el norte, del lado oriente, vemos los cerros de La Ordeña.

Desde lo alto, en el cerro de La Mina, hacia el sur-poniente, está la Loma de Flores.

 Desde el mismo punto, hacia el sur oriente están las lomas de Ancón y el Culiacán al fondo.

  Este es el valle de Salamanca.

  El mismo valle de Salamanca con la sierra de Codornices al fondo.

Desde la llanura de Salamanca hacia la sierra de Cordornices.

  Una vez que cruzamos el río, en el valle de Santiago comienzan a aparecer varios cerros, como el de La Cruz, que al haberse formado en las erupciones volcánicas consiste de abundante tezontle.

Este es el cerro de la Cal.

A este conjunto se le conoce por varios nombres, como Los Cerritos.

Hace cuatro siglos, el nombre era el de Cerro de San Francisco, Cerro de Tierra, Cerro de Sotelo, Cerro de Puercos...

Parangueo visto desde el oriente rumbo poniente.

La zona volcánica de Valle de Santiago en el horizonte.

Inconfundible, el volcán extinto de La Batea.

El Culiacán se ve desde más de 20 de los municipios del estado de Guanajuato.

El cerro Gordo, que ahora se volvió punto de cruce de caminos, es decir, de las Autopistas.

El Bajío así se ve, desde Salamanca en este verano de 2016.

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