
Esta hacienda es propiedad de los descendientes del conde de Jaral: a la muerte de don Juan N Moncada último poseedor del título el casco de la finca tocó por herencia a uno de los hijos de aquel opulento propietario a quien probablemente pertenecen los edificios religiosos del lugar. La parroquia es un edificio antiguo, cómodo y decente, habilitado de buenas imagenes, paramentos y vasos sagrados.
La iglesia de Nuestra Señora de la Merced, construida hace treinta años por el último conde es bellísima y sumamente aseada: los adornos interiores y los altares son de mucho gusto: las estatuas de los santos de gran mérito artístico: la torre es elegante y está construida al frente del edificio sobre una bóveda sostenida por gruesas columnas: la cúpula está también asentada sobre columnas y es semejante a la que se desplomó en la capilla del Señor de Santa Teresa de México.
Contigua a este templo se ha levantado una pequeña casa de ejercicios para los días de retiro espiritual de los feligreses. La familia de los Moncada hizo construir en esta iglesia una magnífica capilla sepulcral, donde se inhuman los cadáveres de los que le pertenecen.
El párroco y dos padres vicarios administran los santos sacramentos a los feligreses, estos ascienden a 6500 en el casco de la hacienda y 9500 en todo el territorio del curato. Este se ha calculado en 28 leguas cuadradas.
He dicho antes que el Jaral pertenece al Estado de Guanajuato en lo político; aunado ahora que está sujeto al gefe de partido de San Felipe y que tiene oficinas de alcabalas y correos, dos escuelas, dos mesones, una plaza, algunas calles cómodas, casas decentes y una alameda. Las trojes piramidales que se han construido en medio de la plaza la desfiguran notablemente. La casa del propietario es un verdadero palacio.
El clima es reseco, templado y sano: el agua potable es de pozos porque no hay ríos ni manantiales en las inmediaciones: la hacienda tiene una magnífica presa que sirve para el riego de los chilares: contiene enorme cantidad de aguas que se teme rompan el muro e inunden la población del Valle de San Francisco. El año de 1827 fijó el general Terán la longitud de esta hacienda en 1º 40' del meridiano de México y su latitud en 21º40'45".
El curato linda por el norte con el de su antigua cabecera, por el sur con el de San Francisco, por el oriente con el de San Diego del Bizcocho y por el poniente con los de San Felipe y el Valle de San Francisco. Este lugar como he insinuado ya, es también límite del obispado de Michoacán con el de Potosí.
En la vasta jurisdicción civil y política de la municipalidad de San Felipe se siembran 4800 fanegas de maíz, 1128 cargas de trigo, 1480 fanegas de cebada y 1800 de frijol, garbanzo, chile y hortalizas: se crían 40,000 cabezas de ganado vacuno y los mejores caballos de todo el Estado". (1)
Fuente:
1.- Noticias para formar la historia, y la estadística del Obispado de Michoacán, presentadas por su socio de número el Sr. D. José Guadalupe Romero, canónigo doctor de la santa Iglesia Catedral de Michoacán. México, 1862. Imprenta de Vicente García Torres.
Benja,
ResponderEliminarLa foto de los trojes es preciosa.
Qué interesante la información, Benjamín. El canónigo nos da una breve imagen de Jaral que nadie más ha escrito. ¿Chilares? Yo lo sabía por pláticas.
ResponderEliminarHabla de la riqueza del templo de La Merced. Hoy está en rehabilitación y no hay una sola imagen.
Atrás de La Merced están las ruinas de la "pequeña casa de ejercicios", donde había un comedor muy amplio, aparte de habitaciones, baños y demás.
La foto de los silos es de esos que se encuentran rumbo a Pilotos, Ags. (que también fue de Juan Nepomuceno de Moncada). Te voy a mandar una foto de las trojes de Jaral