993.- Seguimos en casa, es decir, si El Bable era un rancho (y lo sigue siendo) del municipio de Salamanca y este blog de El Bable actualmente lo estoy escribiendo en Salamanca, estamos en casa, no hay vuelta de hoja ni duda alguna.
La "joya de la corona" que es con lo que se concluye la visita turística a esta ciudad es, lo he dicho muchas veces, el conjunto agustino de San Juan de Sahagún, nombre que nadie da, y todos nos vamos por el de San Agustín, su templo y su ex convento. El convento está dividido en dos secciones: el claustro mayor y el claustro menor, el día de hoy nos enfocaremos a este último.
La villa de Salamanca fue fundada en 1603, "a mediados de 1615 los agustinos se deciden a fundar convento en Salamanca, después de haber estado dudando en hacerlo desde seis o siete años antes. Como ese convento, andando el tiempo, llegó a ser muy importante, por varios motivos, en la vida de Salamanca y hoy lo sigue siendo por su magnitud arquitectónica... " así lo escribió don José Rojas Garcidueñas. (1)
Salamanca fue una villa pobre a lo largo del siglo XVII, pobre era la villa pero rica, muy rica, toda la comarca que fue llamada en ese tiempo "el granero de la Nueva España", esto debido a la feracidad de las tierras que hay en la parte central del Bajío que es justamente donde se encuentra Salamanca. Los agustinos tuvieron sus haciendas, al principio si bien vivieron de las limosnas que daba el convento de Cuitzeo, luego, ya para el siglo XVIII el convento agustino comenzó a brillar pues, dada la ubicación de la villa, en la encrucijada de Caminos Reales, sería el punto ideal para levantar una Universidad, la de Salamanca, cual sería (utopicamente) copia fiel de la magna Salamantica, la de España.
Es esta la razón por la cual encontramos en la actualidad un edificio de las dimensiones que tiene este convento, hay mucha gente que hace el chiste sarcástico de que: "una de dos, o Salamanca no debería tener un convento así o el convento debería estar en otra parte". Solo que, si apuntamos hacia algo que ha sido la constante de Salamanca desde su fundación hasta nuestros días: Salamanca tiene la ubicación estratégica para ir a cualquier punto del centro del país en horas (aplicando nuestro tiempo) o a pocas leguas (aplicando el tiempo como se medía en el pasado).
Mucho se ha escrito sobre este recinto, comenzando por el padre Basalenque (2) que es el referente de todo estudioso de la orden agustina en México y terminando con el doctor José de Santiago Silva que nos ofrece un espléndido estudio en su libro de Ediciones La Rana. (3) Con esto lo que te quiero decir es que, si te interesa adentrarte en la historia del recinto, aquí tienes las referencias que te darán un mejor panorama. Lo que trato, más que nada, el día de hoy es mostrarte gráficamente la magnificencia de este claustro, el cual es la sede de la Casa de la Cultura de Salamanca. Definitivamente, amerita una visita:
Fuentes:
1.- Rojas Garcidueñas, José. Salamanca. Recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México, 1982.
2.- Basalenque, fray Diego de. Historia de la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán. Heriberto Moreno García, introducción, selección de textos y notas. Conaculta (Cien de México). México, 1998.
3.- De Santiago Silva, José. El templo agustino de San Juan de Sahagún en Salamanca. Ediciones La Rana. Guanajuato, 2004.
¡Hola Benjamín!
ResponderEliminarMe encontré con tu blog, y me ha encantado,
porque yo también nací en el bajío.
Todo lo que describes es muy bello.
Gracias!!