miércoles, 17 de octubre de 2018

De muerte, alma y mariposas...

  Recuerdo, quizá también tú, que por allá de la mitad de la década de los setenta, se hizo el descubrimiento de los santuarios de la mariposa monarca en los bosques del nor oriente de Michoacán. National Geographic lo publicó en su edición de Agosto de 1976 y poco tiempo después la televisión mexicana daría cuenta del descubrimiento que a todos nos sorprendió. Ahora es cosa "común", al menos saber de su existencia... (espero ir este año a Angangueo y esos rumbos); tan común que el billete de 50 pesos incluye la imagen de la mariposa y en la promoción turística de Michoacán se le denomina como "El alma de México", haciendo una relación entre alma y lo que significa y la mariposa. Pero ¿qué significa Alma? 

Comenzamos con las definiciones un poco complicadas del siglo XVIII, lo que en la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, en su Diccionario de Autoridades - Tomo I , de 1726, dice:

ALMA. s. f. La parte mas noble de los cuerpos que viven, por la qual cada uno segun su espécie vive, siente y se sustenta: ò segun otros el acto del cuerpo, que le informa y dá vida, por el qual se mueve progressivamente. Dividese en vegetatíva, sensitíva y racionál. La vegetatíva consiste solo en la poténcia, por la qual el viviente vive y se sustenta por atractivo interiór de otra substáncia, que convierte en própria. La sensitiva es la poténcia, por la qual el viviente siente. La racionál es el principio, por el qual entiende y discurre. Toda alma racionál es vegetatíva y sensitíva. Toda alma sensitíva es tambien vegetatíva, y esta tienen los brutos. El alma vegetatíva es sola de las plantas. Viene del Latino Anima.

 ALMA. Se toma algunas veces por conciéncia: y assi de los que obran sin temor de Dios contra justícia, y especificamente con engaño, fraude, y conocída malícia en perjuício del próximo: como el usuréro, el logréro, se dice vulgar y comunmente que no tiene alma: esto es que no tiene conciéncia: y quando uno jura, y dice en mi alma, vale lo próprio que en mi conciéncia.

ALMA. Muchas veces se toma por vivéza, espiritu, y una cierta espécie de aliento, que dá vigór, y hace sobresalir lo que se dice y habla. Dicese con propriedád de el Oradór que peróra con energía y viveza, del Músico que canta con espiritu y áire, del Cómico que representa con afecto y gallardía, y acompaña con acciones próprias lo que dice: y assi de otros quea níman con la expressión de lo accionádo lo que la voz pronúncia: de los quales se dice que peróran, cantán, y representan con alma. Lat. Energia, ae. Vivácitas, atis.

Sale de sobra decir, pero, si por las dudas, que se respeta la ortografía original.

 El siguiente es un texto de esos que me encantan, de esos exquisitos, que espero lo disfrutes tanto como yo lo he disfrutado, la referencia es: Eduardo Pallares. Diccionario de Filosofía. Editorial Porrúa, México, 1964. pp. 11-12.

ALMA. Del latín ánima; soplo; del griego anemos; aire o soplo, del sánscrito an, respirar. El gran sicólogo Jung, refiriéndose a la etimología, de la palabra “alma”, dice: “Los nombres con que el hombre suele designar sus experiencias, son muchas veces, muy instructivos. ¿De dónde procede la palabra alma? Ese ellee (en alemán) y soul (en inglés) proceden del gótico “saiwals” y del germánico primitivo “saiwalo”, que etimológicamente se asocia al griego “aiolos” que singifica movible, abigarrado, brillante. Según es sabido, la palabra griega “psique” significa también mariposa. Por otra parte la palabra “saiwalo” tiene relaciones también con el antiguo slavo “sila”, que significa fuerza. Estas relaciones explican el sentido primitivo de la palabra seele (alma), que sería, pues, la fuerza móvil o sea la fuerza vital. –el término latino ánimus es igual a espíritu y ánima igual a alma, idénticos al griego ánemos, igual a soplo. La otra palabra griega con que se designa el viento, pneuma, significa también espíritu. En el gótico encontramos también la palabra us-anan, que equivale a expirar, mientras que en el latín hallamos la palabra anhelare para designar la respiración dificultosa. En el viejo alemán atum (atem en el moderno alemán), o sea alient, equivale al latin spiritus. En arábigo rih significa viento, y ruh alma, espirítu. Parecido parentesco tienen en el griepo psique, que está relacionado con psycho, exhalar; psychos, fresco; psychros, frío; thysa fuelle. 

 Estas relaciones demuestran claramente que en el latín, el griego y el árabe, la denominación del alma corresponde a la idea del aire en movimiento, el “frío aliento de los espíritus”. A ello se debe, sin duda, que en el primitivo concepto, el alma se considerase como un soplo invisible. –se comprende fácilmente que por ser el aliento característico de la vida, se diga aliento en vez de vida, tal como se dice movimiento en vez de fuerza motriz. Otro concepto primitivo es el de considerar al alma como fuego o llama, porque el calor es otra característica de la vida. Hay además otra opinión primitiva extraña, pero no rara, que identifica el alma con el nombre. El nombre del individuo es su alma, lo que explica la costumbre de reencarnar el alma de los antepasados, (mediante) el imponer su nombre a los recién nacidos. Es de suponer que esta opinión solo significa el reconocimiento de la conciencia del syo, como expresión del alma. Es frecuente, además, que se identifica el alma con la sombra y por eso es peligrosa las horas del mediodía, (la hora del espíritu de los meridionales) porque durante ella, la sombra muy reducida, equivale a una amenaza de muerte. 

  La sombra expresa lo que los griegos llamaban synopardos (el que sigue atrás), una sensación de actualidad viviente y tocable. He aquí por qué se daba a las almas de los difuntos el nombre de sombras. Sirvan estas indicaciones para demostrar el concepto primitivo que se tenía del alma. Lo psíquico aparece como fuente de la vida, como “primium movens”, como actualidad espectral, pero objetiva. He aquí por qué el hombre primitivo sabe hablar con el alma. Ella tiene, dentro de él, una voz, porque no es simplemente el mismo y su conciencia. Para la experiencia primitiva, lo psíquico no es la suma de todo lo subjetivo y arbitrario como para nosotros, sino que es algo objetivo, algo que vive por sí y que descansa sobre sí mismo”.

  Las ideas más remotas que el hombre ha tenido acerca del alma pueden clasificarse en dos grupos: las que integran el hilozoísmo y las que dan lugar al animismo. De estos dos sistemas proceden, respectivamente, el materialismo y el monismo por una parte, y por otra el espiritualismo. El primero que apareció fue el hilozoísmo que corresponde a un estado primitivo de la inteligencia humana, en que ésta es incapaz de distinguir los fenómenos materiales de los espirituales. El hilozoísmo sostiene que no hay materia sin vida, ni vida sin materia. Las raíces griegas de la palabra hilozoísmo son; yle, materia; zóe, vida.


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