Es sorprendente, como lo vimos en el anterior artículo, la cantidad de objetos valiosos que fueron dejados por los jesuitas en todos sus templos, colegios, casas y haciendas por todo el país, que entonces era el virreintato de la Nueva España y dentro de él comprendía varios establecimientos que hoy día están en territorio estadounidense.
Al tener acceso a los cientos de libros que contienen todos los inventarios que están a buen resguardo en AGN y ver los mencionados inventarios nos deja impactados de saber, en cantidades, cuánto oro, plata, perlas y piedras preciosas había en sus recintos. Es igual de sorprendente al pasar de hoja en hoja leer lo que fue de esos objetos: algunos robados, otros vendidos, otros “desaparecidos” (que es lo mismo que robados solo que, de los desaparecidos no hay rastro, de los robados sí –en algunos casos-), muchos rematados, y otros confiscados… algunos fueron regalados, como es el caso de lo que hoy nos ocupa.
Ciudad de México, 1° de junio de 1776
José Antonio de Areche, comisionado de Temporalidades, entrega a Teodoro Martínez, cura de la iglesia de la Santa Veracruz, ornamentos y alhajas confiscadas a los jesuitas. Se incluyen una casulla bordada de plata, candeleros de plata, un escritorio de China maqueado y dorado, blandones de plata, un relicario de filigrana de plata y ornamentos.
El mismo comisionado entrega a Manuel Rodríguez de la Rea, capellán de la iglesia del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, candeleros, un relicario, una cruz, flores, patenas, platillos, vinajeras todos de plata sobredorada. El mismo comisionado entrega ornamentos y alhajas a Juan de Sopena, presidente de la iglesia y colegiata de Nuestra Señora de Guadalupe, entre los que se encuentran ornamentos bordados con oro y plata, un copón de oro cincelado, atriles y candeleros. Del altar de la Doctrina de la Santísima Trinidad, entrega un cáliz y una patena de oro, ciriales de plata cincelada, un ornamento de glasé de plata y una guarnición de plata. De la congregación de El Salvador, entrega un relicario de oro con esmeraldas, resplandores de oro con perlas y esmeraldas, corporales y manteles bordados con oro. A la parroquia de Ocoyacac se le entrega un cáliz con patena y una cucharita de plata cincelada, purificadores y ornamentos; a la de San Martín Otzoloapan, una casulla de Italia con guarnición antigua de plata; a la de San Pedro de la Cañada de Querétaro, una casulla de persiana con labores de plata y un galón de oro; a la de la Señora Santa Ana, una casulla con flores de oro, diez candeleros de madera plateados, dos de plata y diversos ornamentos; a las parcialidades de Santiago y a la capilla de la cárcel de la parcialidad de San Juan, un cáliz de plata cincelada con su patena y ornamentos; a la parroquia de Xilotepec, una casulla con guarnición de oro y otros ornamentos.
Antonio de Areche, fiscal de la Real Audiencia entrega al cura de la parroquia de Santa Catalina Mártir ornamentos y alhajas, que pertenecieron a los jesuitas. Se consignan casullas bordadas con flores de plata y oro, un cáliz, platillo, vinajeras, blandoncillos, una custodia, atriles, palabrero, todos de plata, y una imagen de la Virgen de la Concepción con diamantes. A la iglesia parroquial de Santo Tomás se le entregan ornamentos con adornos de plata, un copón, un crucifijo, un incensario, una naveta con cuchara, ciriales, cálices, todos de plata, así como un viso bordado con oro y plata; al colegio de Niñas San Miguel de Bethlen, vinajeras y plato de plata, tela de plata con guarnición de oro y diversos ornamentos; al convento de Carmelitas Descalzas, cuatro candeleros de plata de una vara de alto con escudos grabados; a la iglesia de San Miguel Arcángel, una casulla bordada con plata y oro, un copón de oro cincelado, candeleros, blandones, atriles, un frontal, todos de plata, un sagrario, un nicho de alabastro, un crucifijo de marfil y otros objetos para oficios religiosos; a la iglesia de Santa Cruz Acatlán, ornamentos diversos, un copón, un cáliz, un relicario, una vara de estandarte e un incensario, todos de plata; al oratorio de San Felipe Neri de Querétaro, casullas con guarnición de plata y oro y cálices de plata cincelada; a la Catedral Metropolitana, un cáliz de oro guarnecido de diamantes y rubíes; a la iglesia del Señor San José, una casulla de tela de oro con adornos de plata, candeleros de plata y otros objetos para el culto; a la iglesia de Salto del Agua, ornamentos, un copón, una custodia, un cáliz, un platillo, una vinajera y ciriales, todos de plata; a la iglesia de San Antonio de las Huertas, candeleros, un copón, un relicario, todos de plata y una casulla con galón de oro y otros ornamentos diversos; a la iglesia de San Pablo, una casulla con flores de oro y objetos para el culto; a la iglesia de San Sebastián, una casulla bordada de plata, candeleros de plata y ornamentos diversos; a la parroquia de Santa Cruz, una casulla bordada con flores y galón de oro, candeleros, un cáliz, vinajeras, un plato, campanillas y un frontal, todos de plata, y otros objetos para el culto; a la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia, una casulla con punta de oro y diversos ornamentos; al convento de La Piedad, dos candeleros de plata; al convento de Santa Teresa la Nueva, un relicario en un forma de custodia y frontal, todo de plata. (1)
Ciudad de México, 9 de enero de 1776.
Descripción de objetos y enseres de la Casa Profesa, presentada por Francisco Antonio de Vizcaya, entregados a diferentes instituciones y personas a partir del 6 de octubre de 1767 y hasta el 31 de diciembre de 1774.
Al convento de San Francisco se le entregaron las piezas de los siete cuerpos, que componían el túmulo para honras de los Caballeros Militares, con la descripción detallada de cada uno de los cuerpos, así como de pedestales, arbotantes y estatuas de madera. Al oratorio de San Felipe Neri, lo que se encontraba en la iglesia y la sacristía, con la descripción del altar mayor y sus imágenes, esculturas y joyas de oro, plata cincelada, perlas y marfil, así como el altar de San Agustín con nicho de cristal y diademas de plata, el altar de la congregación de la Buena Muerte, un nicho de cristal con marco de plata, una cruz de carey, adornos, resplandores y una diadema de plata, el altar de la congregación de El Salvador, tallado en cuatro cuerpos, imágenes, un resplandor, una peana y una corona de plata con adornos de perlas, otros nichos con estatuas adornadas con corona de plata y piedras preciosas, imágenes de santos de madera estofada, un Cristo de marfil, altares de San Xavier, Santísima Trinidad, Nuestra Señora de Guadalupe, San Francisco, Nuestra Señora de Loreto, Nuestra Señora de los Dolores, San Miguel, la Asunción y la del Desmayo, todos con joyas de plata y vestuario adornado con oro, diademas, un resplandor, una daga, una azucena cíngulo y lámparas, todo de plata. De la sacristía se entregaron un Cristo de tamaño natural, láminas y lienzos de santos; de la capilla interior de los Tránsitos, un altar con trece lienzos pintados, la Virgen con el Niño con brazalete de oro y plata y cintillo de diamantes, esculturas de santos y lámparas de plata. Se entregaron a los padres de la congregación de San Felipe Neri telas de plata y tisú, ornamentos adornados con plata, flores y un galón de oro, custodias, cálices, una copa, un incensario y navetas, todo de plata. Se incluyen inventarios de alhajas y muebles de la Casa Profesa, entregados a diferentes personas, conventos e iglesias. (2)
Ciudad de México, 31 de abril de 1777.
Francisco Antonio de Vizcaya, depositario de Temporalidades, presenta una relación de los muebles y alhajas expropiados a los jesuitas y que fueron entregados a diversas personas.
Al licenciado Gerónimo de Montalban se le dio un candil con sus arbotantes, dos fuentes cinceladas y un platón, todos de plata; a Pedro Núñez de Villavicencio, un Cristo de marfil y un relicario de plata; a Josefa Negrete, tres matatenas de oro, dos corales, una mancuerna de plata hilo de perlas, zarcillos de oro y otros con diamantes, potencias de plata y una caja de filigrana de plata; al padre prepósito (no se menciona el nombre) de la congregación de san Felipe Neri, muebles y pinturas de diversos santos, que se encontraban en los aposentos de la Casa Profesa. (3)
Fuentes:
1.- AGN. Temporalidades. Vol. 197, exp. 1, fs. s/n.
2.- AGN. Temporalidades. Vol. 208, exp. 8, fs. s/n.
3.- AGN. Temporalidades. Vol. 208, exp. 9, fs. s/n.
No hay comentarios:
Publicar un comentario