Paseando por la Calle de la Buena Muerte. Centro Histórico de México.

Lo de hoy es una especie de trenza. De trenza de historias, vivencias, lecturas y apasionamientos. Espero no confundirte con tanta cosa pero... todo sucedió así... Hace tiempo, cuando vivía en Cancún, es decir, cuando en Cancún había solo 7 hoteles (te imaginarás hace cuanto), atendí una convención de no sé que Banco, cuando se fueron me obsequiaron un libro, de pasta negra, que hablaba sobre el Centro Histórico. Al leerlo me llamó mucho la atención, tanto que se me quedó grabado hasta hoy, un plano antiguo de la ciudad en donde marcaban caí el límite sur en un barrio de San Pablo pero lo que más me despertó curiosidad fue "la Cruz Verde", por Cruz Verde entendía esa institución que se dedicaba a atender accidentados o muertos, pero no la asociaba al virreinato. Ah, por cierto, lo que vemos es la calle que se llamó De la Buena Muerte, hoy San Jerónimo.

Este es el tercer virrey de la Nueva España, Su Excelencia, don Gastón de Peralta, marqués de Falces, conde de Santiesteban de Lerín y barón de Marcilla, ese distinguido personaje fue virrey solamente 5 meses, lo regresaron a España pues, como supongo no se encomendó a San Ramón Nonato, fue víctima de los más recalcitrantes chismes y cuenta, no la historia, sino la leyenda que, cuando el llegó a la ciudad de México, fue que se iniciaron los hechos de la Cruz Verde, mejor dicho, se concibió la Cruz Verde, la cual, antes de que te cuente la leyenda, te pongo el antecedente de que ese concepto era diametralmente opuesto a una historia de amor, pues la Cruz Verde era un símbolo pesado de la Santa Inquisición, pesado en el sentido de lo que representaba.

Le agregamos el tercer elemento a la trenza que estamos tejiendo, este es el de la serie que hace poco inicié llamada Antes y Ahora, pues e pongo la foto del antes (1902 aproximadamente) y luego verás la que tomé en agosto de este 2011. Pues bien, comencemos a trenzar la historia. Esto que vemos es la parte trasera de lo que fue el convento de los Camilos, se llamaba Casa del Sagrado Corazón de Jesús y de San Camilo de Lelis, inaugurada en 1762 luego de que unos píos hermanos, María Teresa y Felipe Cayetano, cedieron toda su fortuna de 80 000 pesos (unos 80 millones actuales, tal vez más) para que ellos tuvieran el lugar adecuado para mantener la tradición de los Camilos que es el "buen morir", ellos auxiliaban a los desprotegidos que vagaban por las calles, atendían a los enfermos y reconfortaban a aquellos que estaban ya por morir, de allí la razón del nombre de la calle.

Como notarás en la fotografía, la manera en que ondula el edificio es sorprendente. Pues bien. La virreinal ciudad de México tuvo desde la llegada de los españoles varios flagelos, todos ocasionados por la infecciones que ellos trajeron. Tan solo en los primeros años de su presencia la población local se redujo a tan solo 10%, el resto fue víctima primero del Cocoliztli y después vino el Matlazahuatl. A los Camilos le tocó atender las epidemias de Tifo y Viruela desde que abrieron su casa en 1762 hasta 1767 que fue medianamente controlada.

Al caminar toda la calle de La Buena Muerte llegamos a la de Correo Mayor, allí donde se concentra el comercio al mayoreo, habitualmente está saturada de marchantes y compradores, caminando tan solo una cuadra rumbo sur, llegamos a la calle de Regina y en esa esquina se encuentra la Cruz Verde. Vamos por partes. Cuando se llevaban a cabo las ejecuciones públicas el Santo Oficio portaba con el máximo honor una cruz de color verde, "esta cruz era un signo que indicaba al pueblo el duelo que lloraba la Iglesia por la pérdida de los herejes que iban a morir en la hoguera", así lo dice De Fereal en sus "Misterios de la Inquisición". Lo que vemos es una fotografía del Archivo Casasola que nos deja ver la esquina de La Cruz Verde a principios del siglo XX.

Y esta es la manera en que luce actualmente la Cruz Verde. Pues bien, se ha tejido una historia rosa en torno a ella, la cual gira 180 grados a lo que la Cruz Verde era para la Santa Inquisición. Cuando el virrey don Gastón de Peralta entró en la ciudad de México, esto el 19 de octubre de 1566 en su séquito venía un apuesto joven de nombre Álvaro Villadiego Manrique, el paso del contingente es precisamente por esa calle de Correo Mayor, que según la placa antes se llamó Calle de los Migueles; en el balcón que vemos apareció una señorita, María Aldarafuerte y Segura, ambos quedan prendados el uno del otro. El padre de ella, no permitió noviazgo alguno, él pasaba diariamente por allí pensando verla hasta que, un buen día, hacen contacto epistolar, allí el le pide una señal, esa señal era una cruz verde (aquí diría mi abuela, es donde la puerca torció el rabo ¿cómo una cruz verde en pleno tiempo del Santo Tribunal?), el caso es que la niña pinta una cruz verde en su balcón, el se llena de gozo y al paso del tiempo (no dan detalles de como se consolidó la relación) se casaron y como memoria, mandó construir una enorme cruz verde de dimensiones grandes. Por cierto en la actualidad la cruz no es verde sino más bien entre morada y rojiza.

Si caminamos ahora en dirección poniente, sobre la actual Regina que antes se llamó Calle del Corazón de Jesús nos encontramos una zona que encierra tal cantidad de historias que hasta un pleito se levantó allí, según lo leí en la Revista Proceso del 23 de diciembre de 2007. En esta calle se ubicaba la entrada a la casa de los Camilos, pero hubo también allí un sitio llamado la Casa de Calderas, esto debido a que el propietario se apellidaba así, no porque existieran calderas. Allí también se ubicaron los que se anotaron como colonos para las Californias, luego estaría el primer frontón de México, es decir, el juego de Pelota Vasca. El Seminario Conciliar Tridentino se ubicó también, luego, ya par finalizar el siglo XIX fue el Teatro Ángela Peralta (el que vemos en la foto) quien se instaló en el lugar.

Leo que "El edificio de la Calle de REGINA Núm. 111 en que so encuentra actualmente la Escuela Secundaria Cooperativa Núm. 1, la Escuela Secundaria Núm. 1, y en la que los Religiosos Camilos fundaron en 1755 el HOSPITAL DE SAN CAMIILO del que fueron expulsados en 1861 y donde más tarde se estableció el Seminario Conciliar de México, el que a su vez fue incautado en la época del General Calles." (Esto lo tomé del sitio La verdad Católica, que creo, si te interesa el tema de qué tanto era propietario el clero antes de las Leyes de Reforma, te darás una buena idea).

Tengo entendido que este edificio fue el que albergó y lo sigue haciendo a la Secundaria Número 1, que fue la primera Secundaria que se estableció en México. Claro es que antes hubo colegios y, especialmente Liceos, pero esos eran más bien para los pudientes, en cambio la Sec. 1 fue la primera pública en nuestro país. Sigamos conociendo el rumbo...

Frente a la Cruz Verde encontramos este edificio profiriano que en buena medida desentona con los edificios virreinales de la zona, como quiera, de esto a los "modernos" edificios, me quedo con los porfirianos.

Y al parecer estamos de fiesta, todo se ve como la tradicional fiesta del santo del pueblo: puestos en la calle, el decorado de lado a lado de la misma... ¿a quién celebrarán?

Vemos la multitud que viene de la feria, de la fiesta, vemos al fondo, luego del adefesio de edificio del lado derecho, una torre... de seguro hay allí una celebración, de lo contrario ¿para qué el decorado y los puestos en la calle?

Mira que decoración, rojo y amarillo.. ¿rojo y amarillo? pero si debería ser rojo y blanco para el Sagrado Corazón, o Blanco y Amarillo para algún otro santo masculino.... ho... pero ¿qué veo? más bien están celebrando al Santo Regreso a Clases, pues las banderitas rojas son de los cuadernos Scribe y las amarillas de los bolígrafos Bic... (ooops!, dicen los norteamericanos)... mejor vámonos a comer...

Ay caray, pues diré nuevamente Oooops! ya me cerraron el restaurante que tanto me gusta! ni hablar, el Centro Histórico de la Ciudad de México sigue cambiando.