Una verguenza nacional en Salamanca: los residuos tóxicos de Tekchem.

Este es ya el artículo número 1050 de El Bable, lo cual quiere decir que estamos próximos (un mes) a cumplir tres años de publicación. A lo largo de este tiempo nos hemos engalanado con las bellezas naturales, con las obras sorprendentes, con las deliciosas comidas, con las coloridas fiestas que en nuestro país existen. Nos hemos tratado de meter en los capítulos más interesantes de nuestra historia. Hemos visto las maravillas arquitectónicas que aquí, en Salamanca existen pero, esta vez veremos la otra cara que presenta, lamentablemente, esta población del Bajío. Algo tan penoso que hay ya quien lo cataloga como "vergüenza nacional".

Se dice que en el país hay más de 450 sitios altamente contaminados, de los cuales 9 están catalogados como críticos y de ellos son tres lo que tienen puesta la atención de los ambientalistas debido al altísimo nivel de contaminación que representan. Los residuos tóxicos de la planta sin funcionamiento de Tekchem ubicados dentro la zona urbana de Salamanca, junto a los restos de la mina Rosicler en Nuevo Mercurio, Zacatecas; y otra empresa que tampoco funciona, en Tultitlán, estado de México, de nombre Cromatos de México son las tres vergüenzas nacionales que, en materia de medio ambiente e inconsciencia siguen allí sin que las autoridades en el ramo hagan la limpieza necesaria por el bien de la población. (Para más detalles de este tema entra aquí.)

En el Instituto Nacional de Ecología todo esto se tiene cuantificado. "Como consecuencia de varios siglos de actividad minera en México y posteriormente, debido a la industria de la química básica, petroquímica y de refinación del petróleo, se han producido cantidades muy grandes, pero muy difíciles de cuantificar, de residuos peligrosos. Aunado a lo anterior, la intensa actividad de otras industrias, junto con accidentes durante el almacenamiento, transporte o trasvase de sustancias (fugas, derrames, incendios) y la disposición clandestina e incontrolada de residuos, contribuyen en gran medida a la contaminación de suelos (SEMARNAT, 2002). El número de sitios contaminados, aún en las estimaciones más conservadoras, asciende a varios miles de lugares cuyo riesgo potencial es desconocido. De acuerdo con datos publicados por el INEGI (2000), la superficie de suelo degradado por causas de contaminación en 1999 fue de 25,967 km2." (Para seguir leyendo el informe del INE, entra aquí).

Este vergonzoso caso comenzó más o menos así: En la cuarta década del siglo XX, se ubicaron los terrenos para la construcción de una nueva refinería, se decidieron por Salamanca debido a su ubicación y, OJO, su abundancia en agua. RIAMA, nombre que recibió esa refinería, se inauguró el 30 de julio de 1950. Una década le llevó su consolidación y para los sesenta "es precisamente la de la diversificación industrial de Salamanca. En torno a la refinería de Petróleos Mexicanos, surgen escalonadas las plantas de Fertilizantes, Negro de Humo, Helio Carbónico, Insecticidas, Productos Químicos, Caprolactama, etc." así lo escribió el que fuera presidente municipal de Salamanca (1962-1964), Luis Aurelio Sánchez Pérez en una publicación que hiciera precisamente RIAMA, "Salamanca gráfica y documental" en 1982.

Una de las primeras plantas que se instalaron en Salamanca, una vez que la Refinería estaba ya funcionando fue Montrose Mexicana en agosto de 1956; para 1962 crea Lerma Industrial, filial de Hercules Power Chemical. Vendrían luego los años triunfalistas del pretendido socialismo del presidente Luis Echeverría y estas empresas son fusionadas a la paraestatal Guanos y Fertilizantes de México, misma que luego cambiaría su nombre a Fertilizantes Mexicanos. "La producción de la Unidad, se puede dividir en dos grupos: productos intermedios como: cloral, monoclorobenceno, cafeno, persulfuro de fósforo, dicloruro de azufre, intermedios metílicos, e intermedios etílicos... sus productos finales son: sosa cásutica, cloro, ácido muriático, DDT técnico, DDT hemectable, DHC bajo bama, toxafeno, policloros, aceite de pino, solvepino, canfeno, paratión metílico y etílico..." (1)

Dado el crecimiento industrial en la zona, Fertimex inició una segunda planta, la cual se encuentra a tres kilómetros de distancia de la que esamos viendo en las fotgrafías, esa planta también está abandonada. "Fertilizantes Mexicanos principió sus actividades en 1963, como Fertilizantes del Bajío, S.A. filial de Sociedad Mexicana de Crédito Industrial, con una planta de urea. En 1966 fue fusionada con Guanos y Fertilizantes de México, S.A. y en 1969 arrancó una planta de sulfato de amonio. En 1977, Guanos y Fertilizantes cambió su razón social para denominarse Fertilizantes Mexicanos, S.A. y en 1979 arrancó una nueva planta de sulfato de amonio, produciendo un total de 160mil toneladas al año. En 1980 empieza una nueva planta de urea, produciendo 386mil toneladas anuales. La base de su producción está en el uso de amoniaco anhídrido, bióxido de carbono y ácido sulfúrico como materias primas". (2)

Pedí permiso para entrar en la planta de Tekchem pero me fue negado pues nadie puede entrar a ese sitio, el cual mantiene las banderas de huelga por parte del sindicato de trabajadores de la planta, en la actualidad se encuentra un destacamento de la Policía Federal a la entrada de la fábrica. Al caminar en rededor de la barda perimetral comienzan a aparecer los residuos tóxicos, esparcidos por todos lados, como el azufre que ahora vemos. Pero mejor retomemos la historia para entender mejor la dimensión del problema.

"En la década de 1950 se inicia la producción de plaguicidas organoclorados como el DDT, fungicidas a base de tiocarbamatos y algunos plaguicidas inogránicos en México. Como consecuencia del apoyo del gobierno a la industrialización y tecnificación agrícola en esa época, la industria de agroquímicos aumentó su crecimiento drásticamente, posicionando a México como el principal productor de DDT en América Latina a partir de 1959 y aumentando su capacidad para la producción de otros insecticidas como el BHC y el toxafeno; herbicidas como el 2,4-D y 2,4,5-T, y fungicidas como el PCNB y el pentaclorofenol". (3)

Vendría luego la venta de todas las empresas paraestatales, esto sucedió en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Para 1990 Fertimex entra en ese proceso, toda la infraestructura construida en torno a la paraestatal es vendida en partes al mejor postor o al mejor "hacedor de negocios". Esto incluye la parte más importante de Fertimex: el complejo Lázaro Cárdenas-Las Truchas, en Michoacán. "En el sexenio de Salinas de Gortari, la tendencia registrada en los ños setenta y ochenta para la entidad (se refiere a Michoacán), se revirtió. En marzo de 1990 la federación anunció la venta del complejo siderúgico mediante su fraccionamiento en cuatro empresas, a la vez que preparaba la privatización de otras empresas como la de Fertilizantes Mexicanos (Fertiemx) y el puerto Industrial". (4)

Fue así como, en 1991, aparece una empresa de nombre Velpol, S.A. de C.V que compra los activos de Fertimex en la denominada "Unidad Salamanca" (la antigua Montrose). "En 1993 el Fondo de Optimización de Capitales, S.A. de C.V., Sociedad de Inversión de Capitales invierte en el capital social de Velpol y participa en su administración con el fin de desarrollar a la sociedad. Posteriormente cambió su denominación social por la actual, Tekchem S.A. de C.V., (mismo nombre comercial), según consta en la escritura pública número 1,524 de fecha 15 de enero de 1996, pasada ante la fe del Lic. Eugenio Castañeda Escobedo, Notario Público no. 211 de la Ciudad de México, Distrito Federal e inscrita en le Registro Público de la Propiedad y del Comercio bajo el folio mercantil No. 152,296 de fecha 27 de febrero de 1996." (5)

Así es como entra en escena la empresa de nombre Tekchem, su producción incluía el paratión y malatión, sustancia prohibida, la primera, desde 1970 dada su alta toxicidad, sin embargo Tekchem logró por parte de las autoridades el permiso para su producción. Y sucedió algo que se dijo no sucedería dado los controles existentes: una fuga del mortífero gas, cosa que se dio el 12 de septiembre del 2000.

En el informe anual de la empresa Tekchem así lo manifiesta: "Durante el mes de Septiembre del año 2000, la Compañía tuvo un incidente en el proceso productivo de Malation , consecuentemente la Procuraduría Federal de Protección Ambiental “ Profepa “, procedió a la clausura temporal de su operación productiva , lo que origino que la Compañía iniciara un proceso de rehabilitación de las instalaciones, así como la atención a los requerimientos de las autoridades correspondientes". (6) Si pones atención a esta fotografía y a la anterior, verás que dentro de la propiedad de Tekchem están acumuladas una buen cantidad de residuos que a distancia se ven de un tono verdusco.

"Esta montaña de residuos tóxicos de más de diez mil toneladas es una mezcla mortífera de compuestos altamente tóxicos, como el DDT, cuya fórmula química es 1,1,1-Tricloro-2,2-bis(4-clorofenil)-etano, anteriormente denominado Diclorodifeniltricloroetano, y Malathion: S-[ 1,2-bis-(etoxi-carbonil)-etil] -O,O-dimetil-ditiofosfato y Parathion (PT) (dietil p-nitrofenil fosfotioato). Estos pesticidas son compuestos organoclorados, DDT y organofosforados, Malathion y Parathion."

"El DDT se usó durante mucho tiempo para erradicar el mosquito anófeles que transmite la malaria, y el Malathion y Parathion, para el control de plagas en la producción hortofrutícola. El DDT fue prohibido por la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos en 1972, después de que la doctora Rachel Carson publicara su importante libro Primavera silenciosa, en 1962, en donde expuso los peligros ecológicos derivados de la utilización del DDT, y en el cual asegura que acabarían desapareciendo todas las aves del mundo si seguíamos utilizándolo. En la actualidad sabemos que los daños a la salud originados por estos venenos van desde el deterioro del sistema nervioso periférico y central y del hígado, hasta problemas en el sistema reproductivo y el sistema inmunológico". (7)

Por si todo esto no fuera suficiente, al caminar por la parte oriente de la planta Tekchem encontramos varias hectáreas cuadradas llenas de estos residuos blancos, Tekchem dice que son de la Termoeléctrica de CFE, y la CFE dice que son de Tekchem, sean de unos o de los otros, esta es la concentración de contaminantes que tenemos entre el kilómetro 314 y el 313 de la carretera 45, es decir, un kilómetro cuadrado. Y las autoridades en Salamanca dicen que, todo está bien en la localidad.

Y tú, salmantino, si es que uno por mera casualidad me lees. ¿Qué opinas?


Fuentes:

1.- Razo, Guillermo. Salamanca hoy. Edición especial de la revista Radar del Centro. Salamanca, 1987.

2.- Razo, Guillermo. Op. cit.

3.- Inventarios de contaminantes orgánicos persistentes: Emisiones, existencia y sitios contaminados. Historia de la producción de plaguicidas organoclorados en México. Para ver este documento, entra aquí.

4.- Martínez Aparicio, Jorge. Integración y transformación de las formas de poder local en Lázaro Cárdenas, Michoacán. UAM Xochimilco, 1995. Lo puedes ver completo aquí.

5.- Informe anual que se presenta de acuerdo con la circular única CNBV año terminado al 31 de diciembre de 2000. Lo puedes ver completo aquí.

6.- Informe anual... op. cit.

7.- Álvarez Flores, Carlos. Tekchem, SA. y su montaña de venenos a al intemperie. Revista Teorema Ambiental. Para leer completo el artículo, entra aquí.