Reflejos en la laguna de Yurira: Su historia.

Seguimos recorriendo la parte sur del estado de Guanajuato, llegamos cansados y hambrientos, luego de ver el espléndido decorado en la fiesta del Señor del Socorro en Salvatierra, de caminar un poco por la parte vieja de la ciudad, luego adentrarnos en la (para mi) absorbente antiguedad de la hacienda de Santo Tomás de Huatzindeo. Ha sido un día largo y comencé desde muy temprano, hace hambre, así que enfilamos rumbo a Yuriria.

Cuando andas por el rumbo de Huatzindeo tienes una docena, quizá más, de opciones para comer pues en el pueblo de San Pedro de los Naranjos que está a escasos cuatro kilómetros de Huatzindeo, rumbo a Yuriria, hay de ambos lados de la carretera una especie de feria permanente en donde se vende todo tipo de mercadería, todo lo imaginable, todos los aperos para la gente que monta, es una de las tantas cosas que se mercadean, esto debido a la tradición de toros y caballos que hay en la región. Encontramos macetas y adornos de barro; cazos y cazuelas, sean de cobre que de aluminio; y entre la cantidad de puestos aparecen restaurantes y más restaurantes. Carnitas, fritangas, pescados, mariscos, de todo hay allí.

Luego de San Pedro está la entrada a El Encinal, más adelante la de San Nicolás y después la de Maravatío, vemos como, al pasar por toda esa parte los campos están cultivados, pero, terminando Maravatío y entrando a territorio del municipio de Yuriria esa abundancia en el campo termina. Solo hay matorral y huizaches. Al voltear al lado derecho, es decir, al norte, notamos como una hondonada se comienza a formar, estamos llegando a la rivera oriente de la laguna de Yuriria, la que precisamente en diciembre de 1548 se comenzó a construir. Sí lo estás leyendo bien. Esta laguna no es natural, fue hecha por un padre agustino, fray Diego de Chávez.

"El constructor de esta laguna fue el gran misionero Fray Diego de Chávez y Alvarado, sobrino en primer grado del conquistador Don Pedro de Alvarado. Fue religioso agustino del convento de Tiripetío, Mich., donde hizo grandes obras conventuales. después de realizar una peregrinación misional a Tierra Caliente, fue designado misionero en Yuririapúndaro por el Provincial fray Alonso de la Vera Cruz, con el permiso expreso del obispo don Vasco de Quiroga, por lo que acatando esta disposición llegó a su destino en el año de 1458". (1)

Si nos ubicamos frente a un mapa del centro del país, veremos como en el centro-norte del estado de Guanajuato se comienza a levantar una sierra que lo atraviesa en dirección oriente poniente, usemos como nombre genérico el de Sierra de Guanajuato, a sabiendas de que dependiendo el rumbo es el nombre que recibe. Veamos al sur, al llegar al pueblo de Valle de Santiago, comienzan las laderas, se ubica toda la zona volcánica, cuando vamos en la carretera rumbo a Jaral de Progreso notamos claramente como hacia el norte se expande todo el Bajío y viendo hacia el sur el terreno se va haciendo cada vez más alto.

Cuando viajamos de Valle a Morelia, siempre iremos en ascenso y al lado izquierdo está la hondonada. Eso fue justo lo que aprovecho el fraile agustino para construir una laguna. Aprovechó esa hondonada natural, lugar en donde cada año se formaba una enorme ciénaga, misma que era el hogar de millones de mosquitos, consecuentemente era una gran incubadora de algo muy temido en la época: la malaria.

"Al norte del poblado existían enormes pantanos originados por una depresión geológica de cuatro leguas y media de larga por una de ancho, según asienta el doctor J. Guadalupe Romero en sus "noticias para formar la historia y estadística del Obispado de Mechoacán". Eran terrenos bajos pantanosos impropios para la agricultura, pero sí para el desarrollo de numerosas enfermedades. Esta depresión, se supone, fue formada por el hundimiento de alguna montaña que taponó la vena de fuego que daba vida al sistema volcánico conocido por "Las Siete Luminarias" y que, dado su muy bajo nivel, permitía la afloración de innumerables manantiales que tenían convertido el terreno en un inmenso pantano donde se reproducían por miles de millones los mosquitos transmisores del paludismo". (2)

Por Salvatierra pasa el río Lerma, el cual se llamaba en ese entonces el río Grande, o río de Toluca, de allí bordeará el lado sur-poniente al cerro del Culiacán, sigue su serpenteante rumbo hacia el norte hasta llegar al punto más alto, más norteño, que es precisamente aquí, en Salamanca. Esa es una de las razones por la cual el valle de Santiago y todo lo que se llama "el bajo Lerma" tiene una producción grande de granos y hortalizas, pues el río lleva (llevaba, mejor dicho) grandes cantidades de agua.

En esta fotografía vemos al cerro del Culiacán, el cual no acabaré nunca de admirar desde cualquier punto que lo vea. Eso es cosa fácil pues de los 46 municipios que forman al estado de Guanajuato, al menos desde 20 de ellos, el Culiacán se alcanza a ver. La ladera del cerro que se ve es precisamente la sur-poniente, del lado izquierdo, donde termina el Culiacán hay un punto llamado Taramatacheo el cual fue aprovechado por fray Diego de Chávez para abrir un canal y conectar las aguas pantanosas que habitualmente había y que crecían, durante la temporada de lluvias, con el río Grande (el Lerma) y así fue como se formó lo que ahora conocemos como Laguna de Yuriria.

"El jueves de Corpus de 1550, con la concurrencia de los más notables vecinos de Yuririapúndaro y sus lugares vecinos y precedidos por la bendición del misionero fray Diego de Chávez y a las palabras de "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" se abrieron las compuertas del canal de Taramatacheo y las espumosas aguas del río de Toluca (ahora llamado Lerma) se precipitaron a las profundidades de la hondonada del gran pantano formando la laguna con un vaso de 17 kilómetros de largo y una anchura de 6 kilómetros con una profundidad de 19 a 20 metros. Este lago dio nacimiento a 1o islotes cuyos nombres son los siguientes: San Pedro, Peñón de Vargas, Marío, Tíndaro, El Patol, Socopúndaro, Puranque, Characu, Las Cabras y El Fuerte" (3)

Esto que vemos ahora es el lirio acuático, una especie de plaga que prolifera en la laguna, en el verano esta planta produce una flor muy bella de color lila, aunque la hay también blanca pero en menor proporción, ahora como estamos ya en pleno otoño solamente vemos las hojas de la planta.

Este punto desde donde tomé las fotografías es el más cercano al pueblo de Yuriria, es donde hay, o mejor diré, habían, los puestos de comida regional: charales, ranas, mojarras; solo que, con la reordenación que se está haciendo en el municipio, los puestos fueron quitados del lugar y no se sabe aun en donde será colocados, por lo pronto, en lo que resta del año, si vas para allá aun los encontrarás no en la orilla, pero casi.

Luego de darme un banquete de charles, me fui a caminar por las partes accesibles, era una tarde muy tranquila, de poco viento, de buen clima, estaba por ocultarse el sol y entre luces y sombras logré estas fotografías... hacía tiempo que no pasaba una tarde tan agusto como esa que pasé en Yuriria.

Y desde Yuriria, con este, digamos, "autorretrato", te saludo y sigamos adentrándonos más y más al espléndido Bajío.

Bueno pero, ¿es Yuriria un lago o una laguna? La respuesta aquí.

Fuentes:

1.-Guzmán Cíntora, J. Jesús. Yuririapúndaro. B. Costa Amic Editor. México, 1978.

2.- Guzmán Cíntora, op cit.

3.- Guzmán Cíntora, J. Jesús. Las efemérides de Yuriria, p. 11. Cfr. Basalenque, Diego de, op.cit., pp. 122-123. Citado por Ayala Calderón, Javier. Yuriria (1522-1580). Ediciones La Rana, Guanajuato, 2005.