Me parece sumamente interesante cómo, al paso del tiempo, el idioma va evolucionando. Esto nos dice que la lengua, el habla, como todo en la vida, no es estático y se mueve, crece... incluso aquí aplica la regla de "nace, crece, se reproduce y muere", nace de pronto la palabra, por ejemplo la ll (elle), que murió en 2010. Se reproduce, como es el caso en México, que de ser un buey, pasó a ser un güey y ahora es un guey y ni que decir del we, sin apostrofe ni acento, ni diéresis, ni tilde, ni signo diacrítico alguno...
Efectivamente, meterse en reglas gramaticales es cosa complicada, casi casi como "entrar en un berenjenal", solo que, gracias a los avances tecnológicos, la propia computadora (o lap) nos va diciendo cuando hay una falta de ortografía, aun así seguimos viendo muchas faltas, muchos barbarismos, mucha destrucción de la lengua española. Pero, siendo prácticos, eso que calificamos como "barbarismo" no es más que la evolución del lenguaje escrito (del hablado ni para que meternos). En este año que he tenido la oportunidad de leer libros publicados en distintas décadas del siglo XIX he visto esa evolución. Muchas palabras que actualmente acentuamos, en esa época no lo hacían y viceversa. Decir "verbigracia" en una conversación hoy día nos llevará a explicar que quisimos decir con esa palabra, pues, aunque no está en desuso, rara vez la oímos. Hoy aprendí una palabra nueva, la cual quiero compartir contigo que lees (supongo que varias veces a la semana) El Bable: "diacrítico", no, no es un día crítico, se refiere a un signo gramatical que, como cada uno de ellos lleva su nombre. No dudo que el más usado en la actualidad sea el "arroba" @ y el "gato", que fue con el nombre que yo lo conocí y que quería decir "número" pero que al agrandarlo era la base de un juego llamado "gato", no se qué fue primero si el gato o el juego. Ahora ni gato, ni número, se llama "hashtag"... el lenguaje evoluciona, no hay duda.
Un signo diacrítico es un signo gráfico que confiere a los signos escritos —no necesariamente letras— un valor especial.
Son diacríticos, por ejemplo, los acentos ortográficos ( ´ ) y ( ` ), la diéresis ( ¨ ), los signos empleados en el alfabeto fonético (transcripción fonética), como la oclusión (^) o la nasalización (~), la virgulilla de la ñ, la cedilla ( ¸ ), la colita ( ˛ ), la coma ( , ), el doble acento agudo, ( ˝ ), el doble acento grave, ( `` ) , el carón ( ˇ ), el breve ( ˘ ), el macrón ( ˉ ), el anillo ( ˚ ), el punto ( . ), el acento circunflejo ( ^ ) y el garfio ( ̉ ). (Wikipedia.)
Dentro de esa evolución ahora los signos ortográficos se han vuelto ideas, se les ha denominado "emoticon", supongo que el nombre se deriva de las palabras emoción e ícono, pues es eso lo que transmiten, una emoción a través del ícono. Pero esto no es nada nuevo pues, como lo vimos en un artículo previo de calendarios, había algo que creo es el origen del emoticón:
Esto aparece en un calendario de 1871, verás allí tres "emoticones", el del dedo índice, el del cuarto creciente y el de la luna llena. Había para la luna nueva y el cuarto menguante.
Este otro es un símbolo que vi en un libro de 1827. Aparece el número uno, una coma, y una especie de símbolo de centavos invertido, quería decir "miles", en este caso dice: 1,000.
Ya en pleno siglo XX, tiempo del que soy testigo, de pronto llegó a México, desde los Estados Unidos, claro está, el smile, yo soñaba con tener uno de estos botones, la historia comienza así: "En 1963 la State Mutual Life Insurantes en Worcester, Massachusetts (una empresa de seguros), adquirió otra empresa de seguros, la Guarantee Mutual Company de Ohio. Esta fusión generó la natural depresión de la fuerza laboral por los temores de despidos y reestructuras inevitables. La Dirección de la nueva empresa decidió entonces hacer una campaña interna de Marketing creando la campaña de amistad. Ésta conllevaba un nuevo manual del empleado y reglas entre las que se incluía la orden de sonreír en horas de trabajo, cuando se hablaba por teléfono, se recibían clientes, etc. [...] El dibujo fue popularizado a principios de los años 1970 por un par de hermanos, Murray y Bernard Spain, quienes, al no estar asociados con ninguna empresa, lo aprovecharon en una campaña para vender artículos novedosos. Ambos produjeron botones así como tazones de café, camisetas, pegatinas de parachoques y muchos otros artículos decorados con el símbolo y la leyenda «Que tengas un buen día» (Have a nice day), ideada por Murray. En 1972 se estimaba que había unos 50 millones de botones con el smiley por todo Estados Unidos, punto a partir del cual la moda comenzó a decaer. El smiley fue uno de los principales iconos adoptados por la cultura de música dance acid house que surgió a finales de los años 1980. Especialmente en el Reino Unido, el logotipo fue especialmente asociado en la cultura underground dance con la droga éxtasis". (Wikipedia.)
Así fue, así es y así seguirá... evolucionando, cambiando, naciendo, creciendo, reproduciéndose y muriendo. Es la ley de la vida. Aunque, la verdad, nada es nuevo, como ejemplo tenemos el Keep Calm: "«Keep Calm and Carry On» (en castellano: «Mantén la calma y sigue adelante») es un póster producido por el gobierno del Reino Unido en 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de subir la moral de la ciudadanía del país bajo amenaza de una invasión inminente. Fue poco conocido y nunca usado. El póster fue redescubierto en 2000, y ha sido relanzado por una serie de compañías como tema decorativo para una serie de productos". (Wikipedia.)
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