No pretendo encontrarle tres pies al cuadrúpedo, lo que veo son ciertas analogías, en formas y en ideas. La foto que vemos ahora es de la actual Exposición Universal que se desarrolla en Milán, Italia. México está presente con su pabellón conocido como Totomoxtli, palabra náhuatl que refiere a las hojas del maíz, esa con la que hacemos los tamales. El tema de la Exposición es la alimentación, razón por la que nuestro país se presenta dentro del concepto del maíz, base de nuestra diaria comida. Se dice que una de las varias innovaciones que presenta la Expo 2015 es la del Clúster, mismo que va asociado al tema principal y en específico al Cacao, el Café , el Arroz, las Especies, las Frutas y Verduras y los Cereales y Tubérculos.
De los seis temas en que se desarrolla el Clúster, bien podríamos pensar que México tiene una buena participación pues de los seis conceptos, no podríamos descartar ninguno, dado que nuestro país produce de todo eso, pero vamos por partes, el Café no es originario, fue traído luego de la conquista, así como todos los cereales, exceptuando al maíz. Las especias son más bien del medio y lejano oriente, claro es que hay muchos productos que México dio al mundo, el aguacate, por ejemplo, pero uno de ellos impactó en todas las cocinas: el jitomate. Pero hay un tema específico en el Clúster: el Cacao, del que siempre hemos oído es originario de México y México no está incluido allí.
En todas las Expos regularmente hay muestras de tecnología aplicada a la arquitectura que nos dice de algo mejor que será aplicado en las futuras construcciones y ocurre que es Clúster Alimenticio se muestra en un edificio de formas cónicas que me hace pensar en aquellos emblemáticos conos de la Conasupo que llenaron la geografía nacional al finalizar la década de los años 60 y los primeros de los 70. Más todavía, me recuerdan mucho a los silos cónicos que por la zona de Aguascalientes, Zacatecas y el Altiplano Potosino de las haciendas cerealeras del siglo XVIII y XIX.
A la sección del Cacao y Chocolate se le denomina con el poético nombre de: El alimento de los dioses. Y no hay duda, pues las delicias del chocolate encanta a casi todos, por no decir que a todos. De inmediato se me viene a la cabeza la escena del Emperador Moctezuma Xocoyotzin bebiendo en un cuenco, que seguramente estaba ricamente ornamentado, un chocolate que no era el mismo que ahora consumimos pues el azúcar aun no se conocía, pero sí que era endulzado, quizá con miel de agave. A las tertulias virreinales en las que el espumeante chocolate era esencial, o aquello ocurrido en la Catedral de San Cristóbal con las damas que acostumbraban beber chocolate durante los largos sermones de las misas. Y ni que decir con la reiterada idea de que el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo, era aficionado a esta bebida. El chocolate está asociado a casi todos los capítulos de la historia nacional...
Y hay algo que me sorprende, el que México no esté incluido en ese Clúster. Tampoco lo está ningún país mesoamericano, en cambio está Cuba. Los demás son africanos: Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Ghana y la isla de Santo Tomé, ésta última, por cierto, origen de nuestra emblemática Negrita Cucurmubé.
Puedo pensar que la razón por la cuál no está incluido México, que, según lo menciona la revista Arqueología Mexicana en su número 130, página 40, es originario de México sea por relaciones comerciales que el patrocinador de Clúster tenga con los productores de esos países, pero aun así, debería estar, siendo que es aquí, en México en donde se originó más que el cacao, la tradición de transformarlo en bebida... pues la barra de chocolate esa fue creada en Europa, creo en Suiza.
Y mira lo que son las cosas: este es el Pabellón de China, todo rodeado de Cempasúchil, la flor de los cuatrocientos pétalos... o al menos eso parece, confirmando aquello que dijo Goethe: "sólo vemos lo que conocemos..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario