martes, 10 de octubre de 2017

De nichos y hornacinas en el Estado de Guanajuato

  Cuando visitamos en Centro Histórico de la Ciudad de México, una de las cosas más sorprendentes es la cantidad de hornacinas que hay en prácticamente todas las esquinas, eso nos da testimonio de la profunda religiosidad que había en tiempos virreinales. Se levantaban a los santos de la devoción del dueño de la casa, en ocasiones eran piezas monumentales. Y lo que ahora nos ocupa es encontrar, además de hornacinas, que más bien son pocas, en las ciudades y villas del estado de Guanajuato en donde sobreviven algunas de ellas, al no ser tantas, encontramos también algunos nichos que el mismo fin tenían.

  Al consultar diccionarios con terminología arquitectónica, estos nos definen, parácticamente igual a las hornacinas con los nichos. Yo entiendo que una hornacina es esquinera, como la magnífica que vemos en la imagen, y el nicho puede ubicarse en cualquier parte de la construcción, sea fuera que dentro; las que nos interesan son las exteriores.















  En este caso específico vemos un tipo de nicho que tiene un nombre y una ubicación bien determinada, se trata de una estampa, la cual se localiza a espaldas del altar mayor de un templo, de ahí que muchas calles, tuvieran por nombre el de La Estampa de... seguida del nombre del santo al que se le había dedicado el templo. La que vemos en la imagen es la Estampa de San Roque en la ciudad de Guanajuato.

En Salamanca, Guanajuato, en la esquina de Allende con 5 de Mayo se conserva una de las hornacinas más bellas de todo el estado, es del siglo XVIII.

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