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martes, 20 de diciembre de 2016

Templos y capillas del municipio de Nochistlán, Zacatecas.

  Como continuación a la serie que tengo de "conteo de templos", esta vez le toca al municipio de Nochistlán, en Zacatecas, el cual me sigue sorprendiendo cada vez que tengo la oportunidad de visitar el lugar pues en sus comunidades rurales se guardan auténticas bellezas que nos hablan de un estilo, de un modo de vida y, sobre todo, de una arquitectura vernácula sumamente característica del rumbo. Así que, el número 1 le corresponde, claro es, a la Parroquia de San Francisco.

2.- Templo de San José.

3.- Antigua capilla de Guadalupe, el No. 4 le corresponde al nuevo templo de Guadalupe pero no tengo imagen.

5.- Antiguo templo de San Sebastián.

6.- Nuevo templo de San Sebastián.

7.- Templo del Divino Niño.

8.- Primitiva capilla en Toyahua, está en ruinas.

9.- Viejo templo en Toyahua, entiendo que no está en uso.

10.- Templo de la Virgen del Rosario en Toyahua.

11.- Templo en La Jabonera.

 12.- Capilla en Monte de Yáñez.

 13.- Capilla en La Estancia.

14.- Templo en La Estancia

15.- Templo en ¿?

16.- Templo en El Sitio.

17.- Templo en Las Ánimas

18.- Templo en el Rancho Gabriel López.

 19.- Capilla en El Capulincito

 20.- Capilla en El Mirto.

 21.- Capilla en Las Huertas.

 22.- Capilla en Las Amarillas.

23.- Templo en El Molino.

24.- Capilla en Plan de Sauce

25.- Templo en La Tlachiquera

26.- Recuerdo que, al doblar a la derecha por la glorieta de Tenamaztle, luego de pasar el Tauchi estaba una capilla pero no tengo imagen y no recuerdo su nombre. Seguramente habrá más templos, si sabes de algún otro, agradeceré subas la foto a mi muro o al correo: oficina.utt@hotmail.com

lunes, 6 de junio de 2016

¿Qué es eso que vi en La Estancia, Nochistlán, Zacatecas?

   Estábamos concluyendo el día. Muchas imágenes se me habían acumulado a lo largo del trayecto, especialmente las técnicas de construcción, esa arquitectura vernácula que distingue a la zona. Cubos de adobe que había visto en otros rumbos de la región se volvieron todos de piedra, cosa magistral que solo aquellos que saben trabajarla logran la perfección en los ángulos y aquí no cabe la menor duda de que son maestros en ello.

   La zona un poco (muy) desmontada, por usar un término "agradable" ha ido eliminando la vegetación endémica, los hatos de ganado introducidos aceleran la desertificación del suelo. Un mezquite solitario se levanta en la inmensidad, mudo testigo de lo que fue un bosque, un mezquital... terrible caso, pues, si no se hace una reforestación adecuada esto será desierto dentro de poco.

   La capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, fue increíble, una imagen tan pequeña que ha tenido el poder de seguir convocando a fieles y creyentes para que la vean, para que la admiren y encuentren en ella el cobijo que en estos días del siglo XXI estamos requiriendo, cobijo de paz, de armonía, de tranquilidad, pues el cobijo de calor lo estamos más bien padeciendo con el cambio climático que ya no está llamando a la puerta sino que ya entró y peor aun, se asentó en el país.

   Sorprendido quedé luego de enterarme de que el obispo Ruiz Cabañas acabó sus días por estos rumbos, la muerte es cosa normal, es cosa regular, ocurre todos los días, incluso un poeta nos deleitó diciendo que "el sueño es la dulce muerte de todos los días"... sí, pero ese extraño culto a los muertos que tenemos en México es sorprendente... por decir lo menos y más sorprendente aun es encontrar una capilla en la que se conserva el hígado y otros ijares de una persona que solo lo podemos catalogar como "sorprendente"... nada más por decir algo.

    Así que, con el tramonto coloreando el cielo con sus característicos tonos, enfilábamos rumbo a la carretera para regresar a Teocaltiche cuando veo, del lado derecho algo que no era precisamente común, mucho menos familiar ¿qué es eso? brotó de mi boca la pregunta... ¿qué? me respondió mi amigo de viaje... eso, ese silo... ¿silo? sí, parece un cono... Nos detuvimos en la carretera, nos estacionamos y bajamos del auto. Eso, apunte hacia el centro de un terreno de buena dimensión. Pensé que era uno de esos silos cónicos. 

   Pero no, no eran silos, ni eran cónicos, más bien ovalados o alargados ¿una tumba? quizá, ¿unos vestigios de una antigua construcción prehispánica? tal vez... pero no, como que no se les veía tal antigüedad, la noche estaba por llegar así que nos subimos al auto y nos quedamos con la enorme interrogante de lo que será eso que estaba allí.


domingo, 5 de junio de 2016

La Estancia de los Delgadillo, Nochistlán, Zacatecas, guarda las reliquias del obispo Cabañas

   En la siguiente escala por el recorrido de la zona rural de Nochistlán, en el estado de Zacatecas, llegamos a otro punto que guarda también una historia por demás particular, pues su tesoro, además de las hermosas construcciones de corte netamente vernáculo en piedra y adobe, conserva algo que se dicen ser reliquias. Sabemos que la Iglesia acepta el concepto cuando se trata de un personaje que está ya con una causa y ha logrado uno de los tres niveles anteriores para llegar a la santidad y en este caso las reliquias son del que fuera un notable obispo pero que no tiene formada aun la causa. Como quiera, vox populi, vox Dei, se le consideran reliquias.

   El personaje en cuestión es Juan Cruz Ruiz Cabañas, quien tomó posesión del obispado de Guadalajara el 19 de julio de 1796, es él a quien vemos en este monumento que se le levantó en una capilla -tengo entendido- que se le dedicó en el rancho de La Estancia de los Delgadillo, municipio de Nochistán, Zacatecas.

   "Una vez instalado en la Catedral de Guadalajara comenzó su labor por la educación fundando varias escuelas en su diócesis. Su preocupación y su labor para ayudar a los pobres quedó reflejada con la creación y construcción de la Casa de Caridad y Misericordia de la Ciudad de Guadalajara, hoy conocida como Hospicio Cabañas, cuya finalidad era funcionar como un taller de aprendizaje albergando a la vez huérfanos, ancianos y desamparados. Si bien en 1767 existía el antecedente de un Hospicio de Pobres, fueron las diligencias del obispo las que darían inicio a la construcción de este establecimiento. En 1803 encargó al arquitecto Manuel Tolsá la elaboración de los planos y en 1804 la construcción a José Gutiérrez. Simpatizó con la Compañía de Jesús, sin embargo dadas las circunstancias imperantes en España y en la Nueva España, no pudo conseguir el restablecimiento de la orden en Guadalajara" (Wikipedia).

   El sitio, que está en el derrotero del que fuera el antiguo Camino Real o camino de arrieros entre Guadalajara y Zacatecas, seguramente fue una de las tantas estancias, quizá de ganado mayor, que fueron entregadas luego de la conquista, Delgadillo, evidentemente era el nombre del poseedor, de allí surge la difusión de ese apellido en la región de Los Altos, pero no tengo mayores datos. En el libro de Retoños hay información, pero no lo tengo a la mano. En la actualidad se le conoce por La Estancia.

   Ocurrió que en una visita pastoral de su obispado, Ruiz Cabañas muere, justo aquí en la Estancia de los Delgadillo, el cadáver fue preparado para enviarlo a Guadalajara, por consecuencia las vísceras le fueron extirpadas y algunas se conservan en el templo del lugar como reliquias. La muerte del obispo ocurre el 28 de noviembre de 1824, tres días después llegaron a Guadalajara, el carruaje que el obispo poseía se le catalogaba como "rico", esta vez lo que transportaba era el cadáver de su dueño:

  "La Santa Iglesia Catedral de Guadalajara, Capital del Estado de Jalisco, anegada en un mar de amargura y sentimiento por la muerte de su Prelado el Excmo. e lllmo. Señor Dr. D. Juan Cruz Ruiz de Cabañas, sucedida el aciago y siempre memorable día 28 de Noviembre de 1824, a los 73 de su edad y 29 de su Pontificado, en el Rancho de los Delgadillos del Curato de Nochistlán, de regreso a esta Ciudad, a donde volvía de la visita de su Diócesis, para plantear uno de aquellos paternales y benéficos proyectos en que abundó siempre su noble corazón dedicado constantemente a la pública y espiritual felicidad de sus diocesanos: presenta esta relación de lo acaecido desde el 29 del mismo Noviembre hasta el 20 de Mayo del presente año.

  "Luego que llegó a esta Ciudad la funesta noticia del fallecimiento de una Persona por tantos títulos recomendable, en medio del mas acerbo dolor con que se hallaba oprimido este I. Cabildo se dedicó a preparar sus funerales con todo el aparato y magnificencia que imperiosamente exigían de un Príncipe de la Iglesia, y el amor y reconocimiento a su persona; y comisionó para ello a los Señores Dr. D. Miguel Ignacio Gárate Doctoral Dr. D. Toribio González, Prebendado de la misma Iglesia. Se comunicó orden a todas las Iglesias de la Capital para que acompañasen a la Matriz en el toque de Vacante y dobles siguientes, como se verificó, manifestando todos a porfía el dolor y más vivo sentimiento.

   "La noche del día 1° de Diciembre llegó el Cadáver acompañado de más de mil luces, y entre las lágrimas y suspiros de un Pueblo que amaba a su Prelado, y que con un elocuente, aunque mudo lenguaje procuraba manifestar sus más tiernos afectos: en grupos corrían aun los más infelices, a recibir a distancia el Cadáver de su Pastor, ocurriendo antes a las cererías a comprar velas, cuyo precio excedía a sus miserables facultades; y anhelaban todos por conducir en sus hombros, a lo menos tocar en la parte que les fuese posible el cajón en que venía depositado. Quedó en la casa que había sido de su morada, y en los tres días siguientes, se procuró que de los cuatro Altares que se habían puesto en la misma sala donde estaba, se ocupase uno en siete Misas cantadas con Vigilia que correspondían a cada hora desde las cinco de la mañana hasta medio día, turnándose las Parroquias, Comunidades de Religiosos, Capellanes de Monasterios y Colegios; y quedando los tres Altares restantes para las Misas rezadas que comenzaban también a las cinco hasta las once del día

  "En estos días, a pesar del mal tiempo, concurría un numeroso Pueblo a todas horas aun por la noche a tributar el obsequio de sus lágrimas y los últimos homenajes a quien había sido su Padre; y el día cinco a las siete de la mañana se comenzó el funeral por el canto del Oficio de Difuntos, a que dieron principio los Religiosos de la Merced, y siguieron los Carmelitas, Agustinos, Franciscanos y Dominicos, concluyendo el Cabildo; todos los que bajo Cruz y ciriales, así como las Parroquias, acompañaron el Cadáver hasta la Santa Iglesia Catedral, y también las Cofradías, Colegios, la Universidad, el Muy Ilustre Ayuntamiento, la Oficialidad, el Supremo Tribunal de Justicia. Los balcones y ventanas de las casas del tránsito estaban adornadas con colgaduras negras y blancas" (1).






  Es en la urna del lado derecho del templo en donde se guardan las reliquias del obispo Cabañas.



Fuente:

1.- Exequias y elogios fúnebres. Imprenta de Mariano Rodríguez. Guadalajara, 1825. pp. 1-3

sábado, 4 de junio de 2016

La curiosa historia de la virgen de Guadalupe en Monte de Yáñez, Zacatecas

    Luego de conocer y maravillarme con La Jabonera y su extraordinaria arquitectura, seguimos por los caminos que cada vez se hicieron más difíciles de transitar pues es tal la resequedad del suelo que casi están desaparecidos, íbamos rumbo a otro rancho, llamado La Estancia, pero antes pasamos por Monte de Yañez, rancho mínimo en el que hay una veintena de pobladores y ocurre lo mismo que en toda la región, la mayoría de la población está "en el otro lado", se van allá en busca de trabajo y vienen solamente para Navidad o las fiestas del pueblo, en este caso del rancho.

   Fuimos allí con un objetivo bien claro: ver la imagen de Guadalupe que se venera, es minúscula me dijeron y sí que lo es. Cuando entramos en la capilla esperaba ver en altar alguna imagen de las que habitualmente vemos, una pintura, pero no, allí no hay ninguna pintura ni un cuadro, lo que hay es una medalla de unos 5 centímetros que, como toda imagen venerada, conserva una tradición.

   Fe popular, relatos que se pierden en los tiempos, tradiciones orales que se vuelven cada vez más complejas y alejadas de la realidad pero que tienen un enorme valor pues son las que dan identidad y se vuelven el aglutinante de las comunidades, especialmente las rurales. 

   Se dice que justo a la mitad del siglo XVIII, 1750, una persona, de nombre Lorenzo, andaba recogiendo leña, luego de la faena se tomó un descanso y se sentó en una piedra, de las de tepetate, para su sorpresa notó que había allí algo extraño, como de metal, estaba clavado en la piedra, se trataba de una especie de medalla con la imagen de la virgen de Guadalupe. Vio la forma de quitar el clavo, lo logró y conservó la virgen como un tesoro y pensó siempre que había sido una especie de aparición la que él había tenido. Regresó a su rancho, llamado Monte de Yáñez, envolvió la medalla y jamás se separó de ella.

   El rumor corrió y curiosos se aproximaban a conocer el hallazgo. Al tiempo tuvo la idea de construir una pequeña capilla en donde depositar la ya milagrosa imagen. La medalla fue pasando de generación en generación por los descendientes de Lorenzo y, ya entrado el siglo XX, decidieron construir una capilla de mayor tamaño. Una historia por demás sencilla a la que se le van agregando los eventos llenos de misterio que toda imagen religiosa siempre: el despedir perfume, el tener movimientos propios. 

   Lo sorprendente del caso es que el dicho aquel de que la fe mueve montañas se hace presente en esta pequeña comunidad del municipio de Nochistlán, Zacatecas, en donde, también tiene su día de fiesta, pues recordemos otro dicho, el que reza: a toda capillita se le llega su fiestecita.

   Hay un dato que será bueno anotar. Según el relato del hallazgo de la medalla, esto ocurre en 1750, y fue en 1754 cuando la Virgen de Guadalupe es declarada patrona de Nueva España, quizá la fecha de 1750, cuando se encuentra la pieza no es precisamente ese año, sino poco tiempo después, que fue cuando, luego de la declaratoria de su patronazgo, por todo México surgió una especie de fiebre por tener una representación de la imagen guadalupana.

   A la derecha la capilla antigua, a la izquierda la capilla actual.  Si decides recorrer estos lugares, procura llevar bien determinada tu ruta y visualizado el mapa, pues, hasta donde recuerdo, no todos los caminos de terracería tienen señales, como quiera, siempre pasará alguien por ahí que, como lo pude ver, con suma amabilidad, te dará las señas de por donde continuar.