viernes, 21 de junio de 2013

¿Distopía o realidad? Los ríos secos en los Altos de Jalisco.

   Parece irreal pero es real, lo vi apenas ayer. A la distancia parecía que solamente algunos árboles, unos sabinos para ser precisos, se habían secado. Al aproximarme al lugar me di cuenta de que no eran dos o tres, sino varios, quizá una docena los que estaban secos, otro tanto los que estaban talados y muchos más que eran solo carbones pues los habían quemado. Al ver esto de inmediato me remitió a la idea que se plantea en una película de los setenta que visualizaba al mundo en 2022 (nos faltan 9 años para llegar) en el que el efecto invernadero había afectado de tal manera al mundo que solo la élite tenía acceso a alimentos frescos. Cuando el destino nos alcance se llamó esta película. Con lo visto ayer, creo que el destino ya nos alcanzó.

  "El concepto de "distopía" proviene de la cultura anglosajona. En cuanto a la etimología, el término se construyó a partir del griego "distopía" (dis-topía), es decir, del prefijo adverbial "dis" (mal) y del sustantivo "topos" (lugar). De acuerdo con el Oxford English Dictionary, el término fue acuñado a finales del siglo XIX por John Stuart Mill, quien también empleaba el sinónimo creado por Bentham cacotopía, del adjetivo "kakós" (malo), al mismo tiempo. Ambas palabras se basaron en el término utopía acuñada por Tomás Moro como ou-topía ("no-lugar"), es decir, 'lugar que no existe', normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía como una 'utopía negativa', donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre «utopía» y «distopía» depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la percepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable". (Wikipedia)

  El argumento de la película es que:  "En el año 2022, en un futuro distópico, la ciudad de Nueva York está habitada por más de 40 millones de personas, físicamente separados en una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne, y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades de un producto comestible: soylent rojo y soylent amarillo, que son la única fuente de alimentación, ya que la producción de alimentos naturales se ha extinguido por el efecto invernadero. La compañía Soylent es una empresa que fabrica y provee alimentos procesados de concentrados vegetales. Soylent verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado, basado en plancton, según la publicidad de la empresa". (Wikipedia)

  Pero ni estamos en el cine, ni en Nueva York, ni en el 2022. Estamos en una hacienda del municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco,  en el 2013, es decir, hoy. Y aquí es más que notorio cuales son los estragos de esa desertificación (desertizción, leí alguna vez), que se está dando en el centro de México y que afectó desde hace algunas décadas al estado de Aguascalientes y sigue creciendo hacia el sur, por la parte noreste de los Altos de Jalisco (Teocaltiche, Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno) para adentrarse por el Bajío en León y seguir hasta Celaya. El panorama es triste.

   Con estas tomas seguramente te ateorrorizarás (o casi) y te preguntarás el típico y tradicional "¿cómo es posible? pues antes de que esa idea inunde tu cabeza, te cuento que aquí existió en los años de auge del Porfiriato (1880-1900) una hacienda que tenía un molino de trigo el cual funcionaba con fuerza hidráulica, un arroyo pasaba por un lado del molino, la tecnología de construcción de la época era la más avanzada, el agua se aprovechaba totalmente pues, una vez que la corriente pasaba por el molino, éste vertía las aguas, una parte a la presa de la que se servía la hacienda, y la otra al arroyo que mantenía tal caudal durante todo el año que a la vera fueron creciendo hermosos sabinos.

   Comenzado el siglo XX viene el movimiento de Revolución que pretendía acabar con la oligarquía dominante en México, el curso que llevó el movimiento revolucionario sabemos bien que solo hizo cambiar de manos el poder y los bienes, y al pueblo fue hasta la década de los treinta, cuando se les hizo efectivo el lema que reza "la tierra es de quien la trabaja", vino entonces el reparto agrario. Entre que sucedía una cosa y la otra, el molino dejó de funcionar, las aguas dejaron de ser controladas y aquello que era un vergel, comenzó a deteriorarse poco a poco.

    "Arriba y Adelante", "La solución somos Todos", programas federales vinieron y se fueron, la ciudad de Aguascalientes comenzó a crecer más y más, el deterioro ambiental llegó al extremo de que ahora (bien lo sabemos) el clima ha cambiado y el agua escasea. Escasea al grado tal que aquellos ríos y arroyos que alimentaban a los grandes ríos están totalmente secos y todo indica que esto que ahora vemos, será la constante de los demás ríos y arroyos de la región. Esto si no actuamos debidamente para solucionar el problema.

   Y antes de que te hagas las preguntas de que por qué quemaron estos árboles y por que los talaron, seguramente de forma clandestina, saco una conclusión. Los árboles fueron quemados para impedir que se sigan propagando las infecciones que tienen entre los demás árboles, los vivos y los secos. Y la tala fue, sencillamente, para aprovechar la madera de árboles que se secaron como primeras víctimas de la desertificación del centro de la República Mexicana. Este es el futuro que nos espera... como dice el título de la película: Cuando el destino nos alcance, solo que, en este caso, el destino ya nos alcanzó.
 














5 comentarios:

  1. Primero felicitarte Benjamín por tan buen artículo, Que bueno que difunda esto Benjamín para que la gente tome conciencia, y así se entere de la deforestación tan implacable que no para.
    saludos. la semarnat no hace nada

    Luis Jesús.

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  2. Sigo tu blog, es fantástico, excelentes fotos, pésima la situación. Deberías abrir un facebook para compartir tus fotos y artículos. Un saludo.

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    1. Estimado, gracias por tu comentario. Precisamente estaba comentando con un amigo de abrir una cuenta de El Bable en Facebook, esto lo haré dentro de poco pues, efectivamente, tengo mucho que compartir en imágenes.

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  3. Benjamín, es bueno que des a conocer esto, y darnos cuenta que esto ya es nuestro presente, las imágenes hablan por si solas.

    Saludos de SLP

    Felipe H.R.

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  4. Lamentable, esto ocurre también en la sierra de Yahualica y Nochistlán, pero por obra del hombre y no por el clima.... Se ven pasar camiones enormes repletos de troncos de pinos y encinas hacia la papelera de Atenquique.

    Héctor

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