sábado, 25 de mayo de 2013

Toyahua: Veneración mariana en el pueblo de indios. Nochistlán, Zacatecas.

    De los nombres que se le fueron dando a las tierras que poco a poco iban conquistando los españoles muchas son usadas en la actualidad, otras han desaparecido. Tal es el caso de la forma en que se denominaban las provincias que, al paso del tiempo y la creación de Intendencias primero y Estados después, sus nombres fueron variando. Eso nos llega a confundir pues al hablar de la Nueva Galicia imaginamos Guadalajara, al hablar de Los Altos, imaginamos Jalisco y al hablar de la región Cazcana  pensamos en Zacatecas. El caso es que dentro de la zona de Los Altos de Jalisco, en su parte central al norte, es donde se ubica la Cazcana, en donde se fundó la primera población que llevó por nombre Guadalajara pero que, al mover la que fuera capital de Nueva Galicia, retomó su nombre original: Nochistlán, en el actual estado de Zacatecas.

    La evangelización se realizó por los Franciscanos, ellos habían realizado ya su trabajo en las poblaciones cercanas a la capital de Nueva España, continuaron su labor por el rumbo de lo que hoy es Michoacán, de allí se dividieron, unos al norte, por la parte oriente del actual Guanajuato, otros siguieron a lo que hoy conocemos por Jalisco para continuar a lo que conocemos en la actualidad como Estado de Zacatecas. Fueron dos los frailes que destacaron en la evangelización de buena parte de Jalisco y Zacatecas: fray Antonio de Segovia y fray Miguel de Bolonia; sus nombres son bien conocidos en Los Altos.

    La devoción principal que ellos tenían era hacia la virgen María era en su advocación de la Limpia Concepción, de allí que sus hospitales para atender a los indígenas cuyas comunidades habían sido arrasadas al paso de los conquistadores, llevaban precisamente ese nombre de La Limpia Concepción, como fue el caso, por ejemplo, del primer hospital levantado precisamente por Hernán Cortés en la ciudad de México. Los franciscanos mencionados habían pasado por Pátzcuaro, el asentamiento español más importante de la provincia michoacana y habían conocido la técnica del Tatzingueni, que era la elaboración de imágenes religiosas muy ligeras que podían ser llevadas con facilidad a todas partes.

    Se dice que fray Antonio de Segovia acostumbraba llevar una imagen de la Limpia e Inmaculada Concepción de María al cuello, había sido elaborada con pasta de caña de maíz, es decir, bajo la tradición tatzingueni, de allí que, en el que fuera su primer convento en el estado de Jalisco, en Ocotlán, se mantenga aun hoy día la devoción a Nuestra Señora de Ocotlán, que es una representación de la Inmaculada Concepción hecha en pasta de caña y que, dicen, fue obsequiada por fray Antonio de Segovia a la comunidad pues el partió al siguiente convento en su destino, que fue el de Juchipila.

    Todo esto ocurrió entre 1531 y 1541, éste último año es que se libra la batalla conocida como Guerra del Mixtón en la que participó el primer virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza en contra del pueblo cazcán que llevaba ya tiempo luchando por mantener su soberanía dirigidos ellos por Tenamaztle. Dicen que fue un 8 de diciembre de 1541, precisamente día de la Inmaculada Concepción, que fray Antonio de Segovia subió al cerro del Mixtón para pacificar a los cazcanes que se mantenían fortificados.

    "Las crónicas nos cuentan que cuando el virrey Antonio de Mendoza sitió el cerro del Mixtón y después de una fuerte batalla, subió fray Antonio de Segovia a las fortalezas de los indios acompañado de fray Miguel de Bolonia, llevando solo el breviario, un crucifijo y la pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción colgada al pecho; les comenzó a decir a los indios que bajasen en paz y estos conmovidos tanto por las palabras del padre..." (1) el resto de la historia, escrita, claro es, por los franciscanos, nos dice que al lugar llegó la paz y, acto seguido, se dio la evangelización, imponiéndose la devoción mariana favorita de los franciscanos.

    Hay otra historia en la región, quizá un poco más conocida, la de la virgen de San Juan de los Lagos que tiene un mismo origen y una misma referencia; una imagen de pasta de caña de maíz que colgaba del cuello de fray Antonio de Segovia y que es entregada a ese pueblo de indios de Mezquititlán. Misma historia, mismo personaje pero en Juchipila en donde se venera a Nuestra Señora Gloria del Espíritu Santo y, una más, es la conocida por "Generala", Nuestra Señora de Zapopan la cual, dicen, fue entregada por el padre Segovia a los cazcanes que fundaron el pueblo de Zapopan. Es con esta base que podemos pensar que fue también lo ocurrido en Moyahua, más aun al considerar su posición geográfica, que es la más cercana al lugar de los acontecimientos durante la Guerra del Mixtón.

    Bien sabemos que todas las historias que se han escrito de santos, Cristos y advocaciones marianas se van entretejiendo con las leyendas y se transmitieron en forma oral. Datos precisos y sustentos lógicos para avalar esas historias se van perdiendo al paso del tiempo y quedan ahora solamente como una tradición.

    "...Y es tradición de indios y indias, que de muchos españoles antiguos de aquel partido, de que todas las imágenes (que hay en los dichos pueblos) de Nuestra Señora, los dieron los religiosos de N.P.S. Francisco..." (2) creo hemos encontrado ya la respuesta.

    Nochistlán contó con su pueblo de indios, se llamó Toyahua; fue evangelizado por los frailes franciscanos asentados en el convento de Juchipila, cosa que hicieron en toda la región que conocemos como Los Altos de Jalisco y es por eso que las historias de fe que se van creando en torno a las imágenes religiosas tienen siempre el mismo principio y el mismo fin. Agregaremos que tienen también al mismo personaje que lleva la devoción a esos lugares. Será bueno incluir otras imágenes marianas que por la zona se siguen venerando, como la de Nuestra Señora de Talpa y Nuestra Señora del Favor en Hostotipaquillo, Jalisco. Además una en Nayarit, la de Huajicori.

    Las fotografías que estamos viendo corresponden a la primera capilla levantada a Nuestra Señora de Toyahua, hecha de adobe y construida en 1542, imagen que fuera donada por los franciscanos al pueblo de indios de Toyahua en el actual municipio de Nochistlán, en Zacatecas. Por la fecha de fundación del templo me atrevo a pensar que esto fue a consecuencia del fin de la Guerra del Mixtón. Al poco tiempo, el 13 de julio de 1573, el Rey de las Españas e Indias dictaría sus Ordenanzas y, en el último de los 148 puntos allí marcados menciona precisamente a los Pueblos de Indios y una característica muy importante que deberá tener: su templo.

    "Los españoles a quien [Interlineado: "se"] encomendaren los indios soliçiten con mucho cuidado que los indios que les fueren encomendados se reduzgan a pueblos y en ellos edifiquen yglesias para que sean dotrinados y biban en poliçia. Porque os mandamos que veais las dichas ordenanças segun que de suso van yncorporadas y las guardeis y cumplais y hagais guardar y cumplir segun y como en ellas se contiene y contra el tenor y forma dellas no vais ni paseis ni consintais yr ni passar so pena de la nuestra merced. Fechas en el bosque de segouia a treze de jullio de mill e quinientos y setenta y tres años yo el rrey refrenda de antonio de erasso librada de los señores presidente Joan de ouando licenciados castro don gomez çapata bootello maldonado otalora". (3)

    La imagen original, la entregada seguramente por fray Antonio de Segovia, no existe ya que fue consumida durante un incendio. Contiguo a la capilla de adobe se construyó el Hospital de Indios. La capilla será luego abandonada una vez que se construye un nuevo templo de piedra. Un segundo incendio consume la imagen de la Virgen del Rosario, advocación a la que fue dedicada la virgen de Toyahua, que fue hecha para reponer a la original. En la actualidad es una tercera imagen la que se venera en un tercer templo construido justo al frente a los dos anteriores.

    La virgen de Toyahua, como algunas otras de la región, se ha convertido en una imagen peregrina, durante los meses de junio, julio y agosto visita los templos del municipio de Nochistlán y en el día de su fiesta, el 7 de octubre, recibe a sus "hermanas", la de Zapopan, la del Favor y la de San Juan de los Lagos. Tendré que anotar una vez más la consabida frase de que "la fe mueve montañas"... y construye templos.


























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Fuentes:

1.- Sitio Electrónico Guadalajara.net

2.- Santoscoy, Alberto. Historia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos y el culto de esta milagrosa imagen. Tipografía Compañía Editorial Católica. México 1903. p. 21

3.- Morales Padrón, Francisco Teoría y leyes de la conquista. Ediciones Cultura Hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación, Madrid, 1979, pp. 489-518. Las Ordenanzas las puedes leer completas aquí.

1 comentario:

  1. Fascinantes... Absolutamente fascinantes tus temas. Nada que comentar, solo agradecer. Saludos!

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