miércoles, 30 de abril de 2014

La parroquia de San Francisco de Asís, Tepeaca, Puebla; El Niño Doctor.

    A Tepeaca, Puebla, llegué atraído por tres cosas, una el rollo, esa especie de picota que parece ser una réplica de la Torre del Oro en Sevilla, la otra que allí se realiza cada viernes un enrome tianguis y la tercera, por su convento. Estando allí supe que había mucho más que ver y que en la actualidad Tepeaca se ha vuelto uno de los grandes centros de peregrinaje religioso en México. La razón es una: allí se venera la imagen, no autorizada, por cierto, de el Santo Niño Doctor de los Enfermos.

    "Hace más de medio siglo que la venerada imagen del "Santo Niño Doctor de los Enfermos" llegó a esta Ciudad de Tepeaca. Dios Nuestro Señor en sus inescrutables designios se valió de hechos tan comunes para que Tepeaca fuera un lugar privilegiado donde, por medio de "un signo", el amor del mismo Dios, el consuelo y la salud llegara a cuantos acudieran con fe y devoción al único mediador, su Hijo hecho Hombre: Jesús.

   "El año de 1942 fungía como Presidente Municipal Constitucional de Tepeaca el C. Félix Ramales García, quien con su Ayuntamiento, acondicionó un edificio anexo a la Presidencia para hacerlo Hospital Municipal y que llevaría el nombre de "Guadalupe Castillo Bautista"; el mismo señor Ramales solicitó a la Superiora General de la Congregación Josefina R.M. Ana María Gil, cuatro religiosas para la atención de dicho hospital en calidad de enfermeras. Acuerdos muy importantes se tomaron en los meses de marzo y abril de 1942, aceptando al fin ambas partes las condiciones para que vinieran a Tepeaca dichas religiosas.

   "El Hospital Municipal se inauguró el 5 de mayo de 1942. Para esta fecha debieron estar las religiosas en su puesto de enfermeras; entre las que vinieron se encontraba la hermana Carmen Barrios Báez que traía consigo una hermosa imagen del Niño Jesús.

   "Se dice que esta imagen le fue regalada a una religiosa josefina la cual la cedió a la Comunidad de México y que dicha imagen se rifó entre las hermanas siendo agraciada la Madre Carmelita. Se sabe también que antes de venir a Tepeaca esta imagen estuvo en el Hospital "Concepción Béistegui" atendida entonces por las hermanas josefinas y le daban un culto inicial con el nombre de "El Niño Doctor de los Enfermos".

   "En Tepeaca la M. Carmen Barrios quiso que se le diera culto público dedicándole un pequeño salón que sirvió como capilla al que los fieles acudían a visitarlo y lo llamaron "Niño del Hospital". La devoción popular fue creciendo con el tiempo por toda esta región y se iba conociendo señalados favores que Dios concedía por medio de este "Signo" a muchos devotos, especialmente los enfermos.

  "Temporalmente trasladaron a las religiosas a Tehuacán llevándose consigo la imagen que era ya muy querida; pero las súplicas de los fieles de Tepeaca alcanzaron a que volviera nuevamente a su capilla del Hospital. En 19161 se comenzó a celebrar su fiesta titular en la parroquia el 30 de abril, "Día del Niño".

   "En agosto de ese año debido a la edad de las religiosas dejaron de atender definitivamente el Hospital Municipal y pasaron a vivir a la casa de la Srita. Trinidad Flores Fuentes, ahí, en su oratorio, la Santa Imagen siguió siendo venerada hasta la muerte de la R.M. Carmen Barrios acaecida el 5 de junio de 1963. Se fue dejando de llamar "Niño del Hospital" para invocarlo como el "Santo Niño Jesús Doctor de los Enfermos".

  "Pocos días después cumpliendo con los deseos póstumos de la M. Carmelita y la aprobación de las autoridades eclesiásticas la ya muy conocida y venerada imagen fue trasladada a la Parroquia de San Francisco de Asís, en la misma Tepeaca colocándose en un altar lateral. Año con año su fiesta titular el 30 de abril es cada vez más concurrida desbordando la fe, la devoción, la alegría y el folclore y es visitada por devotos que vienen de varios estados señalándose entre otros: Guanajuato, Estado de México, Puebla y Distrito Federal.

   "El párroco Rafael Espinoza mandó a construir una pequeña pero hermosa capilla anexa al mismo templo parroquial para dedicarla al Santo Niño. Los restos de la M. Carmen Barrios fueron trasladados y depositados a la entrada de dicha capilla el 12 de enero de 1991. Con actos litúrgicos y después de concurrida procesión se entronizó la Santa Imagen en su nuevo nicho el 31 de agosto de 1991 y el 6 de octubre del mismo año el Excmo, Sr. Arzobispo D. Rosendo Huesca Pacheco bendijo solemnemente la capilla desde donde Jesús Niño sigue irradiando amor, ternura, confianza, consuelo y bendición". (1)

   Me contaban unas personas de Tepeaca que durante la fiesta del 30 de abril, son cientos de miles de personas las que llegan y que el pueblo deja su tranquilidad durante los tres días en que se dan los festejos. Ahora bien, eso de las imágenes del Niño Dios, todas tomadas del Niñopa venerado en Xochimilco, no están comprendidas dentro de las tres que el Vaticano, (tengo entendido) acepta dentro de su santoral. El Niño de Praga, el Niño de Atocha y el Divino Niño son los tres que, incluso, tienen asignado un día. Para quienes no son de México, deberán saber que desde los años veintes del siglo XX, se institucionalizo la fiesta de los Niños el día 30 de abril, razón por la que, esta festividad en Tepeaca no debe considerarse como oficial, si es que aplica el termino dentro del santoral católico. El tema me parece interesante, te recomiendo leer los comentarios que sobre esta imagen hace Ramón Rabré en sus Preguntas sobre los Santos.

   Haciendo a un lado todas las historias y tradiciones que ha en torno a las diversas imágenes de Niño Dios, concentrémonos en el templo, que es una verdadera maravilla en una singular manifestación que, creo yo, tiene un origen este tipo de ornamentación en el barroco estucado. Insisto, una maravilla.

























Fuente:

1.- Hoja descriptiva de la imagen del Niño Doctor que venden en la colecturía de la Parroquia.

martes, 29 de abril de 2014

Ticul: un verdadero museo al aire libre al recorrer sus calles.

   Ticul, al igual que otras tantas poblaciones de Yucatán están llenas de historia y de vestigios. Lo que vemos en la imagen es el templo del convento franciscano de San Antonio, construido en el siglo XVI. Ticul es la entrada a la zona conocida como Ruta Puuc, y de allí se puede integrar a la Ruta de los Conventos. Con estos datos te darás una idea de lo mucho que hay que ver por ese lugar. Cuando lo visité iba con un objetivo específico: el de averiguar si quedaban restos de lo que fue una mítica, digo yo que mítica, población que llevó por nombre Villa Carlota. Pensé que la Emperatriz, cuando pasó por aquí, rumbo a Campeche, había hecho una parada en Santa Elena, población que cambió por un par de años su nombre al de Carlota, pero no fue así, de lo que hay allí es solo una placa conmemorativa que, dentro de los festejos del Bicentenario se colocó. La historia es interesante, la puedes leer aquí.

   Aquella vez me hospedé en Oxzkutzcab, un pueblo tranquilo en donde hay gran producción, entre otras cosas, de cítricos, interesante de conocer y de magnífica ubicación para recorrer a profundidad la zona, así que, un día salí rumbo a Ticul para de allí continuar a Santa Elena. Caminando por el centro de Ticul comienzo a observar estupendas esculturas decorando toda la zona centro, pero no eran las habituales esculturas de héroes de bronce y lo que ello conlleva, sino las reproducciones de las deidades mayas, toda una lección de arte y cosmogonía se expone en la vía pública.

   "Como muchos pueblos del mundo, el maya necesitó y construyó un cuerpo de creencias religiosas para explicar el origen y la estructura del cosmos, así como para justificar el papel que la humanidad juega en el mantenimiento del orden en esa realidad. Ante la imposibilidad de explicar las causas que producen los más diversos fenómenos naturales crearon un mundo imaginario formado por seres sobrenaturales. A ellos se les otorgó el don de crear todo cuanto existe, las expresiones materiales y las espirituales. Algunos son polivalentes (poseen aspectos positivos y negativos), multifacéticos (tienen varias advocaciones y se representan de diversas maneras) y poseen el don de la ubicuidad y la omnipresencia (ocupan todos los rumbos y niveles del cosmos). (Revista Arqueología Mexicana No.88)

   Es bueno llevar una guía, o saber bien los atributos que cada deidad ostenta para fin de identificarlas mejor. La única que reconozco bien es Ixchel, la anciana jorobada que carga un cántaro, pero la confundo con Itzamná, el creador. Por allí debe de estar la Nal, dios del maíz, y Yum Kimil, el señor de la muerte, es cosa de ser buen observador...