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jueves, 8 de octubre de 2020

De altas torres y capillas posas en el convento de San Francisco en Puebla y en Calpan, Pue.

   Cuando vi por primera vez la torre del templo de San Francisco en la ciudad de Puebla lo primero que pensé fue en la precisión que el maestro de las tres artes y/o alarife que la proyectó, calculó y edificó, tuvo para que siga en su lugar y no haya sido afectada en los varios temblores que han asolado a la que antes se conocía como la Ciudad de los Ángeles, y que era una puebla, es decir, una poblazón o población como actualmente decimos y que derivó en la ciudad de Puebla. Luego me sorprendió conocer el peculiar nombre que tiene pues a ellas está dedicado: las Cinco llagas de San Francisco.

   Los franciscanos se establecieron en la Puebla de los Ángeles en 1531, en un solar perteneciente a la cofradía de la Santa Cruz “otorgada como merced a dos de los fundadores de la ciudad y mayordomos de la cofradía, la que recibió licencia para ser construido un hospital y un templo bajo el patrocinio de la Santa Cruz” (Wikipedia). Mientras, su templo y convento se construía, el cual fue concluido en una primera etapa, en 1585.

La torre, que es la que nos interesa se concluyó en 1672 y en 1673, pero fue la torre original, que si lo vemos con atención, notaremos como a partir del arranque de la misma, el estilo cambia radicalmente, se deja atrás esa reminiscencia medieval de fortaleza, y pasa al estilo herreriano. “Su construcción se comenzó en el año de 1730 por el padre Tapia, quien la dejó a la altura de la cornisa. El padre lego dominico José Antonio continuó la obra en cantera adecuándole campanas y finalizándola en 1767. Es curioso comparar las fechas con las torres de la Catedral, la torre norte (izquierda) fue concluida en 1678, la sur (derecha) en 1768, apenas un año luego de la de San Francisco y ni que decir de las alturas. En la catedral son 70 metros los que se levantan y en San Francisco 69.

   Y traigo esto a colación porque, si me has seguido en las últimas publicaciones que he hecho, con el tema de conventos y primeras edificaciones católicas en México, al ver las de Tlaxcala y llegar a las de Puebla ocurrió algo, una suerte de recuerdo inmediato a lo que hace algunas décadas vi en Bolonia, Italia, que ahora es uno de sus principales atractivos: las torres, esbeltas y enormes.

   Y la idea de las torres esbeltas y muy altas se reforzó al ver la que en el convento de Calpan se yergue. Al menos así fue con la imagen blanco y negro que ahora vemos. Quizá sea el ángulo en que fue tomada esta fotografía que aparenta ser muy alta la torre, el sitio no lo conozco en persona para poderlo afirmar totalmente.

Sobre esta construcción encontramos que “los estudiosos del arte han coincidido que fue el año de 1548 la fecha de inicio de la construcción del edificio conventual franciscano de San Andrés, bajo la dirección de Fray Juan de Alameda constructor de los monasterios de Huexotzingo y Huaquechula. Todos los componentes arquitectónicos permanecen intactos, evidenciando con sus características su construcción del siglo XVI: como son la fachada, la portería, la capilla de indios (con algunas modificaciones o restauraciones sustanciales en diferentes momentos) y las capillas pozas”, muestra imponente de la construcción detallada en la región de los volcanes.

   Referente al edificio parroquial, edificación que abarca los siglos XVII-XVIII, cobijada en sus inicios bajo la advocación de San Sebastián y actualmente de San Andrés, ésta, fue secularizada en el año de 1641 y ‘pasó a manos del primer cura del clero secular y sus dos ayudantes’ […] Francisco Gómez de Saucedo y los bachilleres Domingo Flores y Luis Pérez Orozco. A parte del bachiller Francisco Gómez de Saucedo, como representante del gobierno indígena, el cacique y mestizo don Pedro de Santa María”. (Isis Zempoalteca, leer completo aquí).

  En el convento franciscano abandonado de Tecali de Herrera vemos también la alta y esbelta torre.

  Y sobre sus capillas posa, sin lugar a dudas las de Calpan son extraordinarias. 






 

miércoles, 7 de octubre de 2020

Antes y ahora: Santo Domingo Yanhuitlán

Yodzocahi, 1580.- Durante la época colonial el pueblo de Santo Domingo Yanhuitlán —entonces conocido por su nombre mixteco, Yodzocahi— fue heredero del cacicazgo de los Guzmanes, uno de los más importantes de la región —más tarde, de Pimentel y Villagómez—, que llegó a extenderse hasta la Mixteca Baja. Con el arribo de los españoles a la región, se constituyó la encomienda que fue otorgada por Hernán Cortés a su primo Francisco de las Casas en 1523 (Burgoa, 1934a: 290-291; Puga, 1945: 104). El asentamiento de frailes dominicos en los años cincuenta del siglo XVI, después de más de una década de disputas con los caciques y encomenderos locales, coincidió con los comienzos de los trabajos de erección de la iglesia y del convento, que constituyen hoy el centro monumental y ceremonial del pueblo. Construida entre 1550 y 1580, durante el apogeo de la expansión de las misiones españolas en Mesoamérica, la iglesia de Santo Domingo Yanhuitlán y su convento contiguo fueron de los asentamientos más importantes de los dominicos en la región mixteca. Aunque es imposible reconstruir acertadamente la cronología y las pautas de edificación del conjunto, varios documentos dispersos permiten hacerse una idea de las fases principales, actores, recursos y estrategias que fueron necesarios para concluir la obra. Si bien algunos documentos establecen la fundación del convento entre 1540 y 1541, los trabajos no parecen haber empezado sino hasta 1550. Según las Actas capitulares de los dominicos, la casa de Yanhuitlán fue aceptada inicialmente en 1541, pero no se pobló definitivamente sino hasta 1548 (Vences, 1990: 124-134) debido a los conflictos surgidos por la oposición a la presencia dominica en el pueblo del cacique don Domingo de Guzmán, aliado del encomendero Francisco de las Casas. (Alessia Frassani, te recomiendo leer el artículo completo.)

Yanhuitlán, Oaxaca, 2020.- Luego de los daños por el sismo de 1999, el convento fue intervenido: "El Ex Convento de Santo Domingo Yanhuitlán fue rehabilitado mediante el uso de métodos de construcción y materiales con los que fue edificado en el siglo XVI, con lo que se respetó su estructura original. El arquitecto Juan Urquiaga Blanco, reconocido por su trabajo en la restauración del Ex Convento de Santo Domingo, en la capital oaxaqueña, explicó que en el caso de Yanhuitlán los trabajos se centraron en la atención de grietas y desprendimientos en la bóvedas de tracería, así como en la reparación de la cubierta con tecnología moderna, misma que refuerza la estructura y evita las filtraciones de lluvia. Dijo que ante la falta de planos y la poca información histórica sobre el ex convento, “se hicieron  calas arqueológicas para poder determinar las antiguas técnicas con las que los dominicos edificaron el ex convento, y retomarlas en este trabajo de rehabilitación. Urquiaga Blanco añadió que también se reconstruyó parte del claustro alto, la hospedería (también llamado hospital), y otras áreas del templo, como las bóvedas, ventanas góticas y el piso del coro, que presentaban distintas intervenciones anteriores y agregados. “No hay que olvidar que el edificio tuvo diversos usos: durante la Guerra de Independencia fue cuartel; aquí se atrincheró el cura Hidalgo y también se observan los orificios de impactos de bala en la parte trasera del convento”, destacó el arquitecto". (Boletín INAH del 21 de noviembre, 2012)

Un interesante documental sobre este conjunto arquitectónico lo puedes ver aquí.

 

martes, 6 de octubre de 2020

Tizalán y Ocoteculco, Tlaxcala, las primeras construcciones franciscanas en Tlaxcala

   Vuelvo a referirme a lo que publiqué el 16 de enero de 2020, el título que di fue Las primeras capillas levantadas en México, pues no veía se hablara mucho del V Centenario de los acontecimientos de 1519, y, siendo que en este espacio he dedicado mucho tiempo y sus consecuentes “entradas” al tema de las edificaciones religiosas pensé prudente hacer un recuento cronológico de las que se fueron erigiendo. Caí en varios errores y algunas omisiones. (En la imagen vemos las ruinas que, intuyo, fue la primitiva capilla franciscana de Tizalán.

   Anoté que fue en Tizalán donde se llevó a cabo el primer oficio católico en la región de Tlaxcala y, en efecto, así lo fue pues fue cuando Xicoténcatl y los otros Caciques principales fueron bautizados, me refiero a los caciques de los cuatro Señoríos o República de Tlaxcallan, también referida como  o Confederación de Tlaxcala: Tepeticpac, Tizatlán, Ocotelulco y Quiahuiztlán. Pero fue luego, cuando llegan los franciscanos a esa zona, en 1524, son hospedados por Maxixcatzin en Ocotelulco. “Tepeticpac, el primer señorío que se fundó, tenía un palacio y distaba ocho kilómetros de Tizatlán. En este lugar se localizaron los vestigios del antiguo teocalli o templo, cuyos altares están decorados con jeroglíficos. Quiahuiztlán, a cuatro kilómetros de la ciudad de Tlaxcala cabecera del señorío del mismo nombre, también tenía un palacio, situado atrás de la actual iglesia principal. Ocotelulco situado a tres kilómetros de la capital, cabecero de su señorío y gobernado por Maxixcatzin, era el centro administrativo y comercial de la zona. Tenía un espacioso mercado, un templo que quizá era el mayor en la provincia y un palacio con muchas instalaciones anexas, incluida una casado fieras. Los primeros franciscanos que llegaron a Tlaxcala vivieron en él un tiempo” (Wikipedia).

   “Este Xicotencatl  fue el primero que recibió de paz a los cristianos, a quien en este lugar, y en sus propias casas y palacios, los aposentó, que eran muy grandes, donde tuvieron los nuestros su real y principal alojamiento ( y aquí se puso la primera cruz de esta provincia).[…]Y aquí se dijo la primera misa que los tlaxcaltecos  vieron y oyeron decir, y en este lugar recibieron agua de bautismo los cuatro señores de las cuatro cabeceras y principales de esta ciudad y provincia; y aquí fue su primera conversión y se sujetaron al gremio de la santa Madre iglesia de Roma y dieron obediencia al invictísimo césar Emperador Don Carlos quinto de este nombre; aunque otros quieren decir que se bautizaron, en la cabecera de Octotelulco en los palacios de Maxixcatzin, lo cual queda en duda, aunque lo uno y lo otro pueden ser”. (Diego Muñoz Camargo, Relación Geográfica de Tlaxcala, p.60)

   En la imagen vemos la capilla abierta de Tizalán, que fuera levantada sobre el teocalli existente, lo más seguro, como en tantos otros lugares de México, usando las mismas piedras. “Debido a su posición geográfica, en Tizatlán fueron recibidas las tropas españolas de Hernán Cortés el 23 de septiembre de 1519 y fueron alojados en los palacios de Xicoténcatl, tal y como lo señala Bernal Díaz del Castillo y el mismo Cortés. Como ya se ha dicho, el sitio fue ocupado después de la estancia en Teotlalpan, la primera ocupación se caracteriza por presentar estructuras elaboradas en adobe, un ejemplo de ello es el muro sur de la plataforma de la capilla abierta. La segunda etapa constructiva corresponde a aquella en donde el material constructivo es el xalnene. A primera vista parece ser que el asentamiento prehispánico solo se reduce al área de los altares policromos y al basamento sobre el que se encuentra la Capilla abierta y el templo de San Esteban, sin embargo, tenemos que decir que las construcciones prehispánicas abarcaban hasta la parte que hoy ocupan las casas actuales al norte de la calle anexa a la zona arqueológica” (Wikipedia).

  Es en Ocoteculco en donde tres de los  primeros doce franciscanos, de llegaron a Nueva España en 1524, "Salió designado para Tlaxcala, como guardián del monasterio que allí se fundaría, fray García de Cisneros, acompañado por fray Martín de la Coruña y fray Andrés de Córdoba. Llegaron a Ocotelulco a mediados de 1524 y se alojaron en unos salones del palacio del cacique Maxicatzin, los cuales se sabe les fueron facilitados por espacio de tres años, mientras construían su primitivo monasterio. Al respecto, fray Toribio de Benavente, Motolinia, anotó: "tenía este señor grandes casas y muchos aposentos, y aquí en una sala baja tuvieron los frailes menores su iglesia tres años" (Wikipedia).

  Todo indica que de aquella que fuera la habitación de los tres franciscanos mencionados no queda nada, el templo de Ocoteculco presenta un estilo totalmente distinto al que fuera originalmente usado por ellos, esto se debe a que el templo fue levantado posteriormente, lo que sí mantiene de los usos y costumbres del XVI es el atrio que funge, aún en la actualidad, como cementerio. En el siguiente mapa vemos como la Autopista 117D San Martín Texmelucan-Tlaxcala-El Molinito, pasa precisamente por las tres poblaciones actuales de aquellas que fueran los Señoríos de Tlaxcallan.



 

lunes, 5 de octubre de 2020

Relación de monasterios de Tlaxcala de 1570

   En este códice franciscano del siglo XVI, específicamente de 1570, se está atendiendo la orden real de levantar una relación de las poblaciones que hay en la Nueva España. En un artículo español, el relacionado a los conventos franciscanos de Yucatán habíamos dado cuenta de esa orden y como es que nos ayuda a ubicar lo que había hasta ese año en las distintas zonas que estaban ya pobladas por españoles. No recuerdo si fue en este blog o el que tengo especializado en el tema de la Historia de Salamanca, en el que comparto la relación que se elaboró en lo que entonces era la región sur este del actual estado de Guanajuato, cuando solo estaban poblaciones como Acámbaro, Yuriria y la recién fundada Celaya. (Foto: calzada de acceso al convento de Talxcala.)

En esta ocasión vemos el elaborado por el padre prior franciscano de la Provincia del Santo Evangelio y da cuenta de los seis monasterios que hasta entonces había en lo que ahora conocemos como estado de Tlaxcala, el cual incluía, además, a los conventos establecido en lo que hoy es el estado de Puebla, pues ambos formaban la Diócesis de Tlaxcala. Los poblanos incluían a la ciudad de los Ángeles, es decir, en Puebla, Cholula, Huejotzingo, Acapetlahuaca, Culapa, Huaquechula, Texmelucan, Cuahutlinchán, Tecali, Tepeaca, Acatzingo, Cachula, Tecamachalco, Tehuacán, Zacatlán y Xalapa, en Veracruz. 22 conventos o monasterios componían la diócesis de Tlaxcala. (Foto: Ruinas del convento de Totimehuacan).

    “Relación particular y descripción de toda la provincia del Santo Evangelio que es de la orden de San Francisco en la Nueva España, y los límites de ella hasta donde se extiende y de todos los monasterios de la dicha orden que hay en ella, y el número de frailes que hay en cada monasterio, y las calidades de cada religioso y los pueblos que tienen a su cargo de doctrinar y qué Encomenderos son. La cual descripción es también puesta en pintura, para que por entrambas vías se dé mejor a entender. (Foto: ex convento de Tzocuilac, Cholula)

 TLAXCALA. Cinco leguas de la ciudad de los Ángeles, hacia la parte del Norte, está la ciudad de Tlaxcala, aunque los términos della llegan junto á la mesma ciudad de los Ángeles. Es gran provincia esta de Tlaxcala, así de tierras como de número de indios, que serán más de cuarenta mili vecinos en toda ella. No tributan á S. M. más de ocho mil fanegas de maíz, en reconocimiento del vasallaje, porque estos son los que ganaron y conquistaron á México y á toda la Nueva España para la corona real. Hay en la jurisdicción de Tlaxcala seis monasterios desta Orden que tienen cargo de doctrinar toda aquella provincia, y hay necesidad extrema de fundar otros dos, porque á falta desto padecen muchas ánimas de los naturales que están lejos. Están tomados los sitios con licencia del Virrey D. Luis de Velasco, y trazadas las casas é iglesias; mas por falta de frailes no están pobladas, ni aun se edifican hasta que estén presentes los que lo suelen solicitar y trabajar, que son los mesmos frailes. El principal monasterio destos seis está en la cabecera, que se llama Tlaxcalla, su vocación es de la Asumpción de Nuestra Señora. Residen en él seis sacerdotes: los tres dellos son predicadores y confesores de los indios, y otro solamente confesor de los españoles. Los otros dos son aun mozos, saben la lengua, y presto les darán licencia para confesar, y más está un lego, que son por todos siete. (Foto: Capilla abierta de Tepeyanco)

SAN FELIPE CUIXTLAN. Dos leguas de Tlaxcala, á la parte de México, que es al Poniente, está el monasterio segundo de la jurisdicción de Tlaxcala, que se llama S. Felipe Guixtlan. Residen en él dos sacerdotes: el guardián ó presidente es confesor y predicador de los indios: el otro no más de confesor de españoles, porque aún no sabe la lengua. (Foto: corresponde a un convento que no está en Tlaxcala pero como la imagen me parece sumamente atractiva, la incluyo aquí. Acolman.)

TOPOYANCO. Una legua de Tlaxcala, á la parte del Mediodía, que es hacia la ciudad de los Ángeles, está el tercero monasterio de Tlaxcala, cuya vocación es de S. Francisco, y el pueblo se llama Topoyanco. Residen en él dos sacerdotes: el que es presidente ó guardián dellos es confesor y predicador de los indios, y el otro no, sino confesor de españoles, porque tampoco sabe la lengua. (Foto: ex convento de Tepeyanco.)

SANTA ANA CHIAUHTEMPA. Una legua de Tlaxcala, al Oriente, está el cuarto monasterio de Tlaxcala, cuya vocación es de Santa Ana: llámase el pueblo Chiauhtempa. Residen en él dos sacerdotes: el que preside es confesor y predicador de los indios, y el otro comienza á confesarlos. (No recuerdo cuál sitio es)

ATLIUEZA. Legua y media de Tlaxcala, casi al Norte, ó entre el Oriente y el Norte, está el quinto monasterio de Tlaxcala, cuya vocación es de la Concepción de Nuestra Señora, y el pueblo se llama Atliueza. Residen en él dos sacerdotes, entrambos lenguas de los indios. (Foto: Convento de Tepeaca)

QUAMANTLA. Cinco ó seis leguas de Tlaxcala, casi al Oriente, está el sexto monasterio de Tlaxcala, cuya vocación es de Sant Luis, y el pueblo se llama Quamantla. Residen en él dos sacerdotes: el que preside es lengua mexicana y otomí. (Foto, templo de San Juan Bautista en ¿?)

Todo lo dicho es de Tlaxcala, y porque della se enviará descripción por sí, y se declarará la necesidad de aquella provincia en particular, aquí no se dice más della". He respetado casi toda la ortografía del siglo XVI. La imagen no recuerdo en dónde es.

Atlixco, la antigua, Acapetlahuaca.

Fuente:

Nueva colección de documentos para la Historia de México, publicada por Joaquín García Icazbalceta. Tomo II. Códice Franciscano, siglo XVI. Imprenta de Francisco Díaz de León. México, 1889, pp. 23-25

domingo, 4 de octubre de 2020

El antiguo convento en ruinas de Tepeyanco, Tlaxcala

   Una pregunta y comentario que recibo continuamente, sea aquí, en el blog, que ocasionalmente me hacen en persona es la consabida “¿cómo es posible que no se rescate?" sea cuando se habla de haciendas que de casas que de templos y conventos. La respuesta que tengo es siempre la misma: porque no hay presupuesto suficiente para hacerlo. Pues, para bien o para mal, es tanta la riqueza patrimonial que existe en México que, o se atiende a la educación o a la seguridad, por tan solo mencionar dos rubros, que ni la totalidad asignada a ellos, más lo que recibe INAH o la Secretaría de Cultura bastarían para recuperar o, en todo caso, estabilizar, el deterioro que estos inmuebles reciben día a día.

   Encuentro un convento más en estado ruinoso en territorio tlaxcalteca, el de San Francisco de Asís Tepeyanco, el segundo que se levantó, luego del de Tlaxcala, la actual catedral, en esta región por uno de los doce… me refiero al grupo de frailes franciscanos que llegaron en 1524 y que levantaron casualmente, igual número de recintos conventuales. Nos apoyamos una vez más en la Enciclopedia de los Municipios de México para conocer su historia.

   "Los franciscanos practicaron una conversión lenta pero eficaz, sustituyendo los templos paganos por varios monasterios en diversos puntos estratégicos en las provincias de Tlaxcala. El primero, en la ciudad de Tlaxcala y para 1540 el de Tepeyanco. Las primeras construcciones conventuales que se efectuaron fuera de la ciudad de Tlaxcala en 1550 fue la de Tepeyanco y Atlihuetzía. El haber escogido estos dos sitios, ambos muy cercanos a Tlaxcala, dejó grandes porciones de la provincia sin frailes residentes; probablemente esto fue el resultado de las necesidades mayores de la población.

   La primera licencia para un monasterio de Tepeyanco se expidió desde 1543, pero los frailes se establecieron en forma permanente en 1544. En octubre de 1554 ya se había iniciado su construcción y se destinaron 150 pesos, que se dieron a los franciscanos, tomándolos de la real hacienda para su terminación. La iglesia es mencionada en 1558 como si ya estuviera abierta al culto; y en las reuniones del Cabildo de ese año se hicieron planes para construir conductos para el abastecimiento del agua del edificio. El conflicto entre el clero secular y regular, arrastra consigo la estructura anteriormente organizada en varias doctrinas. Tepeyanco o Topoyango, no sería la cabecera doctrinal pues esta pasaría a Zacatelco. La organización señorial que hasta 1640 estaba sujeta a San Francisco Topoyango, pasó a depender de la doctrina y beneficio de Santa Inés Zacatelco.

   Al finalizar el primer siglo de la colonia, los señoríos y sus poblaciones fueron perdiendo autoridad al introducirse y apropiarse los españoles de tierras tlaxcaltecas. También contribuyo de manera decisiva a la penetración española, muerte de numerosas poblaciones como consecuencia de las epidemias, dejando abandonadas muchas tierras. Tepeyanco se vio inmersa en esta situación, ya que viejas necedades indígenas fueron transferidas a los españoles a fines de los siglos XVI y XVII.

   Según los datos obtenidos en el Archivo General del Estado de Tlaxcala, que en el lapso de 1527 a 1597, se llevó a cabo una donación de tierras hecha por mujeres con nombres indígenas a Juan de Solís, que contaba con propiedades en Tepeyanco. Según los padrones de cabildo llevados a cabo para contar los tributarios de la Provincia en 1623, "San Francisco Topoyanco, cabecera de Ocotelulco, con 42 fojas y en ellos descritos dos mil setenta indios casados y cuatrocientos setenta y dos viudas y viudos".

   Tepeyanco, a través de las autoridades virreinales, luchó por la elección de su alcalde, a pesar de que el Cabildo mantuvo trabas para evitar la elección, pero a pesar de todo, Tepeyanco ganó la gestión y en 1703 designó un alcalde y tuvo la jurisdicción de los pueblos que dependían de la parroquia de Zacatelco.

   Por breve tiempo Tepeyanco tuvo la jurisdicción civil de San Juan, San Lorenzo, Santo Toribio, Santa Catarina, San Marcos y San Antonio, pues Zacatelco defendió sus intereses y su territorio eclesiástico, hasta lograr el derecho de elegir a su alcalde. Un testigo confirmó que "Topoyango forzaba a los pueblos de su jurisdicción a darles servicios personales y otros reconocimientos y derramas".

   En realidad, Topoyango no hacía más que ejercer su antiguo dominio sobre sus sujetos, conforme la organización política indígena. Santa Inés, con el simple argumento de contar con suficientes tributarios, ganó en 1723 el derecho de formar "República" o elegir a un alcalde y sus corregidores. Así, la estructura civil y eclesiástica, estarían vinculados y asentados en una misma cabecera, pero no sería Tepeyanco".


 

sábado, 3 de octubre de 2020

Ex convento de la Concepción de Santa María Yauhquemecan en Atlihuetzia, Tlaxcala.

   Ahora sí que debo hacer una profunda corrección a lo que publiqué en enero de este año en la relación a la construcción de los primeros templos católicos en las tierras recién conquistadas que luego sería nombrado Nueva España, es decir, lo que desde hace 200 años conocemos como México. Y este templo, es el que luego sería transformado en convento y que fue dedicado a la Concepción, del que hay, más bien la leyenda, de que fue trazado por Hernán Cortés. Para entender debemos ir ubicando los acontecimientos en el tiempo.

   “Uno de los testimonios de mayor presencia de los franciscanos en Tlaxcala es exactamente la construcción de sus conventos que, al mismo tiempo de servir de aposentos, fueron puntos gravitacionales en torno de los que se organizaban las comunidades indígenas, tanto a recibir la administración de los sacramentos como en cuanto a la formación de nuevos distritos desde el punto de vista político. Apenas unos años después de la caída de México-Tenochtitlan, los franciscanos comenzaron su labor de construcción de conventos en Tlaxcala” (Wikipedia.)

   Hernán Cortés conoce Tlaxcala y sus señoríos era 1519, tiempo en el que, más bien, se dedicaba a diseñar una estrategia para llegar a Tenochtitlán y comprobar qué tanta riqueza en oro y plata había en esos rumbos, ocupado en controlar a sus principales y a todos los demás, se dice 300, que le acompañaban y hacer la traza de un templo es algo que, tal vez, se reduce a que dijo que “ahí sería bueno levantar uno”, en el mejor de los casos señalando con su índice algún punto en el horizonte. Para aclarar esta posibilidad sería menester leer la carta de Relación correspondiente y lo escrito por Bernal, cosa que no haremos hoy, pero si seguiremos viendo lo que Wiki publica en torno a los doce conventos tlaxcaltecas:

   “En total fueron doce conjuntos diseminados a lo largo del territorio, entre los que se cuenta a los de Tlaxcala, Atlihuetzian, Tepeyanco, Texcalac, Huamantla, Hueyotlipan y Nativitas, por mencionar los más representativos. Los conventos franciscanos de los siglo XVI y XVII construidos en Tlaxcala servían esencialmente para dar albergue a los religiosos, y para ellos estaban habilitados con sus celdas, elementos sanitarios, cocina y comedor, además de corredores, huerta y otros lugares comunes; para el oficio de los ritos, contaban con grandes naves, dotadas de coro, arquería y pintura mural; en la parte posterior, destacan las Capillas Abiertas, hechas especialmente para oficiar al aire libre y poder estar a tono con las costumbres indígenas de no celebrar en lugares cerrados, y las Capillas Posas, elemento ubicados en las esquinas de los atrios que servían como descansos o estaciones en la celebración de procesiones. (Wikipedia)

   Debemos recordar que fueron 12 los primeros franciscanos que llegaron a México, cosa que ocurrió el 13 de mayo de 1524. Pero hubo tres que llegaron un año antes, el 13 de agosto de 1523, Fray Pedro de Gante, primo de Carlos V y cuyo nombre en flamenco era Pieter van der Moere, Juan de Tecto (Johan Dekkers) y Juan de Ahora. El primero de ellos es quien funda el convento de Texcoco y el Grande de la ciudad de México, para leer más de su vida, entra aquí. El segundo es el que acompaña a Cortés en su expedición a las Hibueras (Honduras) y del tercero no sabemos mucho.

   Es justo cuando Cortés andaba por esos rumbos centroamericanos que el convento que hoy nos ocupa comienza a ser construido, era 1525… “ante la evidencia de diferentes materiales presentes a simple vista, vemos que fue hecho en diferentes etapas, tardando el resto del siglo XVI para su culminación. Originalmente el conjunto constaba de nave principal con coro y sotocoro, torre, capilla abierta, claustro, celdas, huerto, capillas posas y otras dependencias domésticas. Es de destacar que está fechada la destrucción de la techumbre del lugar, en 1725, y se dice también que un ciclón [sic] en julio de 1882 derribó la torre. Aunque se encuentra en la actualidad parcialmente destruido, destaca de inmediato lo bello de su arquería y en particular divide al coro del presbiterio y que conserva su esencia hasta nuestros días (Wikipedia).

   Actualmente el recinto fue elevado a la categoría de Santuario para dedicarlo a la memoria y veneración de los Niños Mártires Tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, que fueran canonizados por el papa Francisco el 15 de octubre de 2017. Tengo entendido que los restos de Cristóbal, conocido regionalmente como Cristobalito, fueron depositados en el convento ¿o en el cementerio? de Atlihuetzia.