lunes, 31 de marzo de 2014

Huaymax, otra de las poblaciones del Estado de Quintana Roo con vestigios coloniales.

   Seguimos en este recorrido virtual por la Zona Maya del Estado de Quintana Roo, la cual comprende los municipios de Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos. Hemos visto ya Tihosuco, y Chunhuhub, ahora veremos Huay Max, siempre apoyándonos en la Enciclopedia de Quintana Roo, excepcional compendio de todo lo histórico, geográfico, botánico, etc. del estado más joven de México.

   "Fundado en la época prehispánica, fue un pueblo de regular tamaño e importancia; sus habitantes basaron su vida fundamentalmente en la actividad agrícola, la cacería y la recolección de diversos productos naturales tanto comestibles como maderables. Localizado en el centro de la provincia prehispánica de Cochuah o tierra de la abundante comida, ligeramente al noreste de Sabán fue el cruce obligado hacia las poblaciones de Sacalaca al oeste, Tihosuco al este, e Ichmul; de igual modo fu transitado por los habitanes de Ichmul en su paso a Sabán y Chunhuhub.

    "A mediados del siglo XVI, una vez que la provincia de Cochuah fue dominada por los españoles Huay Max se convirtió en una encomienda; iniciándose además la construcción de su iglesia, originalmente una capilla abierta con bóveda de medio cañón y con un amplio atrio para los servicios religiosos. Sin embargo, a pesar de haber sido dominada, nunca dejó de ser un pueblo típicamente maya, no contó con edificaciones de tipo europeo y su patrón urbano fue el clásico: la plaza ocupando el centro del asentamiento, la iglesia con el edificio más importante y en torno a ésta, dispersas, las casas de los habitantes.

    "Durante la Guerra de Castas, aproximadamente en 1850, los habitantes de Huay Max se unificaron a los mayas insurrectos, actitud que durante la posterior represión les obligó a abandonar el sitio. Vuelta a repoblar en las primeras décadas del siglo XX por los descendientes de aquellos primeros pobladores, Huay Max ha adquirido un nuevo impulso  siempre con una economía basada en las actividades agrícolas y forestales". (1)



Fuente:

1.- Xacur Maiza, Juan Ángel. Enciclopedia de Quintana Roo. Tomo IV. Gobierno del Estado de Quintana Roo. Chetumal, 2001. pp. 306-308.

1919: El antiguo, y ya desaparecido, Cine Alonso, en Cozumel.

   "Fue el primer cine de Cozumel. Construido en 1919, exhibió películas del cine mudo. Se encontraba en la esquina sureste de la Avenida Rafael E. Melgar y la Calle 1ª. en el interior de la entonces Casa Comercial Alonso. Era propiedad del empresario Bernardo Alonso y aunque  la vida de la sala de espectáculos fue relativamente breve, le cabe el honor de haber introducido en Cozumel el llamado séptimo arte. Desplazada por el cine sonoro, esta sala cerró sus puertas a medidados de la década de 1920. Su edificio de madera amachimbrada y techo de lámina de zinc, sucumbió también a la modernidad y el predio fue ocupado por un establecimiento comercial".

  Todo indica que esa esquina que menciona el texto es donde actualmente se encuentra la tienda de importaciones Pama, justo en el Malecón de Cozumel, sito ideal para tener una sala de cine en aquella época. Dejamos este apunte para la historia de los cines en México.

Fuente:

1.- Xacur Maiza, Juan Ángel, director. Enciclopedia de Quintana Roo. Tomo II. Gobierno del Estado de Quintana Roo. Chetumal, 2001. p.142

domingo, 30 de marzo de 2014

De piratas, playas, hoteles: Cuando la Historia se entreteje con el turismo.

   En esta vida nuestra, la actual, la de hoy, cuando oímos nombres como Cancún, Playa del Carmen, Tulúm, Isla Mujeres o Cozumel, de inmediato se nos viene a la cabeza la idea del tiempo de vacaciones, de un camastro, de una "bebida tropical", de una noche de parranda, y de reposo en general. Y sí, claro que esos lugares son, en la actualidad, para desarrollar esas placenteras actividades pero, en este Bable nuestro de todos los días, lo que vemos es una intrínseca relación entre los nombres de los lugares ahora turísticos y algunos personajes que participaron en los primeros tiempos de cuando México fue conocidos por los europeos y de cuando ellos conocieron la tierra firme del Nuevo Mundo.

  Una de las cosas que me llama la atención, no ahora, sino desde hace algunos años, es el nombre Salamanca, por cierto yo soy originario de esa población en el Bajío y una de las cosas que más se me complica al buscar algo en Internet es que en muchas ocasiones me manda a la Salamanca original, a la de España. Pues bien. Lo que hoy conocemos por Cancún, en 1527, llevó por nombre Salamanca, igual sucedió con Playa del Carmen y con Xel-ha. Había una cierta obsesión con ese nombre, fueron 9 las veces que cambiaron la población, siempre con el nombre de Salamanca, se internaron en la selva, a Campeche la llamaron también Salamanca, al igual que a Xicalango, finalmente la regresaron al caribe y Bacalar llevó por nombre el de Salamanca. Luego, en 1603 Salamanca se asentaría en El Bajío.

    Todas las fotos que acompañan este articulo las tomé en Puerto Morelos, Quintana Roo, comunidad en donde está el embarcadero del ferry a la isla de Cozumel. Se localiza justo entre las dos primeras Salamancas. Y las uso simplemente para "ambientar" el texto que encontré en la Enciclopedia de Quintana Roo que nos deja ver eso que digo es el entretejimiento de la Historia con el turismo pues, por estos rumbos hay un hotel, el primero que se abrió en Playa del Carmen, mucho antes de que se creara el concepto de Riviera Maya; estuvo allí mucho antes de que Cancún comenzara a crecer como polo turístico, el Molcas. Luego, por esta zona hubo otro hotel que podemos considerar el pionero de la Riviera Maya dentro de esa idea de los hoteles que están frente a la playa, muy tranquilos y con todas las facilidades a la mano, al grado de que no hay necesidad de salir de ellos: El Capitán Lafitte.

   Y más al norte, luego de Cancún e Isla Mujeres, está otra isla, la de Contoy, luego el Cabo Catoche. Por ahí hubo un asentamiento español y se construyó la primera iglesia católica en tierra firme: la de San Clemente, y luego está otra isla, la de Holbox, y por ahí hubo otro asentamiento español, no tan antiguo como el anterior pero sí cuenta ya varios siglos, se llamó Nueva Málaga, pero luego de la consumación de la Independencia regresó su nombre original: Yalahau. Con este orden de ideas y ubicados en la región, veamos ahora el texto:

  "Miguel Molas, marino español. Comandante de las tropas de Oriente, levantó en 1804 una carta de navegación descriptiva de la península de Yucatán. en octubre de 1821 radicaba en la Nueva Málaga, poblado fundado en el antiguo Yalahau, de ahí salió para combatir a un grupo de piratas al mando de Pedro Lafitte, quien se había refugiado en un rancho de pescadores al que llamaban Cancum; en esta batalla resultó herido, pero sus hombres lograron capturar a varios piratas, entre ellos Lafitte.

 "Más tarde, y con los prisioneros, se dirigió a Isla Mujeres donde estaba la base pirata; ahí escenificó otra batalla en la que Molcas perdió a casi todos sus soldados, Lafitte huyó y Molcas se refugió en la selva. No obstante, los relatos populares identifican a Molcas como comerciante y pirata. años después de los sucesos con Lafitte se sabe que se estableció con su familia en San Miguel, actual cabecera del municipio de Cozumel, en la isla del mismo nombre, lugar en el que fomentó un rancho y vivió de las siembras de árboles frutales, maíz y otros productos que utilizaba para el autoconsumo. Hacia la década de 1840, Molcas ya había abandonado la isla. Una punta de la isla de Cozumel y un faro llevan su nombre". (1)

   Así pues, tenemos esta enorme referencia, por un lado Holbox, que se perfile a ser el detonante del turismo de playa para la década de los treinta del siglo XXI, "el rancho de pescadores de Cancum", que bien sabemos lo que es hoy día, y las otras islas, Mujeres y Cozumel, en fin, todo el majestuoso Caribe mexicano cupo en esta corta referencia. Sigamos viendo la playa de Puerto Morelos, el cual está buscando su independencia del municipio de Benito Juárez para convertirse en uno independiente dentro del Estado de Quintana Roo.










 Fuente:

1.- Enciclopedia de Quintana Roo. Tomo IV. Juan Angel Xacur Maiza, Director . Gobierno del Estado de Quintana Roo. Chetumal, 2001. p. 75

sábado, 29 de marzo de 2014

Chunhuhub, un antiguo pueblo perdido en la selva de Quintana Roo.

  Fue hace un año que llegué a Tihosuco, lugar situado casi en la parte central de la península de Yucatán; para llegar allá fue necesario ir a la población de Felipe Carrillo Puerto para de allí continuar en una combi a Tihosuco, fue en ese sitio en donde nos sorprendimos al ver el templo dedicado al Niño Dios, emergiendo de entre la selva, semi derruido, y con un fuerte carácter de antigüedad que lo convierte en algo único. Ahora que volvemos de nuevo a Quintana Roo, nos hemos sorprendido ya con Ekab y las ruinas del templo que, se presume, fue el primero levantado en el Continente Americano, dedicado a San Clemente y conocido con el nombre de Boca Iglesia. Ahora nos volvemos a sorprender con otro templo más, tan escondido y tan desconocido como los dos mencionados: el de Chunhuhub.

   "Perteneció a la provincia prehispánica de Cochuah. Era un aislamiento provisto de numerosas edificaciones mayas, sitio de paso hacia la provincia de Uaymil y también uno de los últimos pueblos importantes en la ruta hacia la antigua Bakhalal. Según cita de una carta del español Alonso Dávila, en el siglo XVI partían de ella dos caminos hacia aquella población, uno que pasaba por los actuales pueblos de La Pantera, Noh-Bec, Chacchobén y Pedro Antonio de los Santos y otro, un poco más al oeste, que fue menos transitado.

   "Aunque el proceso de control por parte de la colonia española se dio mucho antes en otras provincias de la zona, la de Cochuah no fue sometida sino hasta mediados del siglo XVI, cuando ciudades como Mérida, Valladolid y Campeche ya habían sido fundadas. Cuando esto sucedió, a Chuhuhub se le estableció como una encomienda y sitio de visita de la iglesia de Ichmul y más tarde, formó parte de la parroquia de Tihosuco, población esta última con la que estuvo comunicada por el camino todavía transitable que pasa por la antigua Tituk. De acuerdo con el Atlas de Monumentos Coloniales e Históricos, entonces contaba con una capilla abierta de estilo franciscano, consagrada a San Juan Bautista, tenía altar techado con bóveda de medio cañón. A fin de ampliarla, Pedro García, a quien se le entregó el pueblo tras la conquista, fomentó la inmigración de los moradores de los antiguos pueblos de Haasilchén, Polyuk y Tkuxubché a fin de explotar la mano de obra indígena.

 "Chunhuhub llegó a contar entonces con 1,350 habitantes indígenas; número que  poco después disminuyó, primero a consecuencia de su huida tras la excesiva presión a que fueron sometidos y luego, a causa de fallecimientos colectivos por enfermedades de fácil transmisión. Disminuida su población, en 1727, el lugar fue presa de los piratas ingleses que en ella incursionaron para tomar a los mayas como esclavos, algunos de ellos fueron rescatados después, por el mariscal Antonio de Figueroa y Silva en 1733, poco antes de morir. Terminada su construcción en 1751, la iglesia constaba de un gran altar de techo de bóveda de medio cañón corrido, diversos nichos para los santos patronos y campanarios de espadaña. Contó también con un coro al cual se accedía por una escalera de piedra y una pila bautismal de piedra labrada que más tarde fue destruida. En uno de sus costados, además, se encontraba la casa cural con un gran atrio cercado, y en el otro, una plaza, en cuya periferia estaban las casa de administración pública, alguna tienda de víveres y las casas de los principales.

   "Todo el conjunto quedaba atravesado de norte a sur por una vía que conducía hacia Ichmul, Tituk y Salamanca de Bacalar. Otras calles de menor importancia circundaban el conjunto donde predominaban las casas de piedra y techos de paja y luego numerosas veredas llevaban hacia ranchos, haciendas y fincas cercanas. Contaba en ese tiempo con más de 625 habitantes, predominantemente mayas. En los años que siguieron, Chunhunub vivió una etapa prácticamente sin cambios, en 1821 contaba con 991 habitantes.

   "Al estallar la Guerra de Castas en 1847, fue tomada por los mayas rebeldes. Atacada su población, destruido e incendiado su pueblo, también su iglesia, el lugar fue abandonado y sólo se le utilizó después como un sitio de paso durante las incursiones bélicas. A principios del siglo XX, huyendo del acoso del Gral. Ignacio A. Bravo, Juan Bautista Xool repobló sus ruinas. Xool encontró un rancho abandonado en cuyos gruesos muros se encontraba esculpida una cabeza de ganado, por lo que llamó al sitio Tampak. La fecha registrada en ellas, 1840, indica que se trataba de una de las muchas haciendas que florecieron alrededor de Chunhuhub. Decidido a habitarlas, Xool trajo consigo a su familia y más tarde, arribó al lugar otro grupo encabezado por Francisco Tun. Al rededor de 1942 la población trazó brechas y pequeñas veredas que le sirvieron de calles y luego limpiaron la iglesia, entre cuyos restos encontraron una estatua de madera, con algunos cortes en su rostro y cuerpo, que después de reparada bautizaron con el nombre de Sagrado Corazón de Jesús a fin de venerarla.

  "Dos décadas después, en 1962, adquirieron una campana para ponerla en la iglesia, ya en reconstrucción. La creación del ejido de Chunhuhub marcó el paso definitivo para la permanencia y el progresivo aumento de población". (1)

   Chunhuhub llevó, dicen que por sesenta años, el nombre de Villa de Salamanca, fue la sexta vez que esta villa cambiaba de ubicación de un lado al otro en la península de Yucatán. Salamanca estuvo tanto en Quintana Roo, como en Campeche y Tabasco, finalmente, en 1603 se funda la Villa de Salamanca en el Bajío, sitio en el cual permanece: "...también estaba aumentando la presión que ejercían los filibusteros caribeños. Cuando sus saltos a Bacalar llegaron a su punto culminante en las décadas de 1640 y 1650, coincidencia con los problemas creados por las rebeliones de indios, los españoles trasladaron la Villa de Salamanca hacia el interior, a una ubicación intermedia {Pachá} y lego al pueblo de Chunhuhub, donde permaneció por cerca de sesenta años”. (2) Para leer más de estas Salamancas, entra aquí.

   Una vez más quedamos sorprendidos de la enorme... enorme riqueza patrimonial que permanece escondida entre la selva de Quintana Roo. La última fotografía satelital corresponde a una zona de cenotes localizada pocos kilómetros al sur de Felipe Carrillo Puerto, aparece registrada con el nombre de Ocom. La penúltima fotografía corresponde a la Laguna de Chichancanab, muy cerca de los límites de los estados de Quintana Roo y Yucatán. Para leer más del tema de los vestigios católicos primitivos de la región selvática de la península de Yucatán, en la Jornada se publicó un interesante artículo, entra aquí.

Fuente:

1.- Enciclopedia de Quintana Roo. Juan Ángel Xacur Maiza, Director. Tomo III. Gobierno del Estado de Quintana Roo. Chetumal, 2001. pp.119-123.

2.- Dumond E, Don. El machete y la cruz. La sublevación de campesinos en Yucatán. UNAM. México, 2005.

viernes, 28 de marzo de 2014

Conociendo de lejos las Haciendas de Puebla.

     Amor de lejos, amor de pen... sarlo, dice el sabiduría popular. Creo aplica lo mismo a eso que me sucedió hace un par de meses que andaba por los valles de Puebla, pues no hubo un día, de los ocho que pasé por allí, en el que no viera el casco o la troje abandonada de una hacienda. Y claro que eran muchas, si estamos hablando de que por ese rumbo fue el primer "Granero de México", en este caso el primero de Nueva España, que luego sería trasladado al Bajío y en la actualidad lo tenemos en el norte de Sinaloa.

   El objetivo del viaje por Puebla era el de admirar los conventos del siglo XVI que los franciscanos levantaron en esa primera incursión hacia la zona oriente del territorio recién conquistado. Diariamente tomaba un autobús, de esos que hacen paradas continuas a lo largo de la carretera pues elegí Tepeaca para hospedarme y desde allí sería más fácil movilizarme, y así fue. Cada día, me dirigía por diferente rumbo y siempre veía una, dos, tres haciendas, ya en malas condiciones, ya meras ruinas pero allí estaban.

   Divisaba a lo lejos capillas que fueron parte de una hacienda, eso me decía que hubo riqueza en el sitio. Lo que me faltó fue tiempo y un mapa más detallado para poderlas recorrer con tranquilidad, pero, como no era ese el objetivo, me doy por satisfecho al haberlas visto de lejos y comprobar que fueron muchas las que hubo por los valles poblanos.

   El estado de Puebla ocupaba el séptimo lugar en número de haciendas para 1910, eran un total de 376. En orden descendente el primer lugar era Yucatán, le seguía Chiapas, Tabasco, Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Ahora bien, considerando que Yucatán eran eminentemente haciendas henequeneras, en Chiapas lo eran tabacaleras y cafetaleras, en Tabasco lo eran cafetaleras y cacaoteras, no podemos compararlas, habrá que considerar que los otros tres estados eran productores de granos, hortalizas y frutas, al igual que en Puebla, consecuentemente diremos que ocupaba el cuarto lugar en nuestro país. El total, en toda la República era de 8 431 las haciendas en operación, así que, pensando que solamente (en el mejor de los casos) el 20% de ellas sobrevive, tenemos que, en número redondo, hay, en todo México, 6 750 vestigios, ruinas de haciendas que hace apenas cien años era sólidas, fuertes y prósperas.

   Hubo alguien que documentó a la perfección el nombre, ubicación, población y varios datos más de todas y cada una de las haciendas, ese fue el Dr. Peñafiel, su estupendo Diccionario, en donde registra hasta la más pequeña comunidad de México antes de terminar el siglo XIX es una fuente hermosa para consultar; la otra está con John Reginald Sothworth quien, muy al modo norteamericano, hacía extractos y anotaba solo las que mejor producción tenían, es decir, no se iba a la cantidad, sino a la calidad. Gracias a él podemos decir que, para 1900, las haciendas de la región de Amozoc-Tepeaca-Tecamachalco, que es la que recorrí, eran:

 Amozoc:

Tepacalcayucan
San Mateo
San Juan
Las Vegas
San Martín
Vallarta
Jococingo
Cuautenco.

 Tepeaca:

San Mateo Parra
Gorzope
Calerón
San Pedro Ovandó
La Natividad
San José Zahuatlán
La Purificación
El Pino
San Vicente
San Felipe
San Francisco
San Juan
Santa Ynés

 Tecamachalco:

Santa Ynés
Santa Clara
San Juan Machorro
La Asunción Moral
San Bartolomé María
Rocha
El Carmen
San Bartolo Coscomaya.

 ¿Cuál será cual? no lo sé, solamente las veía a lo lejos por la ventana del autobús en el que me transportaba, pero todo esto que ahora vemos me motiva para, en un futuro, volver a esta zona y conocerlas más de cerca, por las imágenes satelitales puedo comprobar que hay muchos vestigios en la región y algunas auténticas joyas que admirar.











 San José Chiapa.


 Estación La Venta.

 Vista desde la carretera, entre Acajete y La Magdalena Tetela.

Mismo sitio, visto desde el satélite.

San Martín la Joya, municipio de Acajete, Puebla.


Hacienda de Santa Cruz Tepatlaxco, entre Santa María Nenetzintla y La Magdalena Tetela.

Esta la vi en la carretera entre Amozoc y Tepeaca.

 Esta fue mucho más adelante de Tecamachalco, rumbo a Cañada Morelos.

 Y lo que bien podemos considerar como "la joya de la corona" de las haciendas de ese rumbo de los valles centrales de Puebla es la Hacienda de San José de Ozumba.

  Se localiza en el municipio de San José Chiapa, un poco más adelante de la planta automotriz de Audi, es magnífica. Para ver más de Ozumba, no confundir con Ozuma, Estado de México, entra aquí.